MI PRIMER AMOR
Plácida primavera
la tarde del encuentro,
amante te esperaba
que salgas del colegio.
Amor de adolescente
que guardo en el recuerdo,
prueba de mi cariño,
una rosa de obsequio.
Enmudeció mis labios
por un dulce embeleso,
balbucee tu nombre
y pronuncié un 'te quiero.'
Con timidez de niño
posé en tu rostro un beso,
entonces descubría
del amor sus misterios.
Un temblor de paloma
envolvía tu cuerpo,
como buscando abrigo
reposaste en mi pecho.
Acaricié extasiado
tus sedosos cabellos,
y me sentí un instante
el rey del universo.
Se unieron nuestras almas
en un amor intenso,
dos lágrimas rebeldes
tu rostro humedecieron.
Un beso prolongado
rodeado de secretos,
sellaba el juramento
de aquel amor eterno.
Después, la despedida,
te alejaste en silencio,
a tu suntuosa casa
con terraza en el techo.
Yo caminé hasta el barrio
con humildad de pueblo,
mi imaginaria alforja
llevaba hermoso sueño.
Muchas tardes he vuelto
a esperar tu regreso,
y tus lágrimas tibias
que mojó mí pañuelo;
como el amor jurado
secaron con el tiempo,
tu estatus de abolengo
frustró mi amado anhelo.
Al recorrer la orilla
por el muelle del puerto,
me llega tu figura
en nostálgico vuelo.
Esta historia parece
escapada de un cuento,
que de una bella reina
se enamoró un plebeyo.
Elevando mis manos
al infinito cielo,
pregunto, si es pecado
ésta humildad que llevo.
Acaso no es Divino
querer, no tiene precio,
si el amor no se compra
¿Por qué solo es recuerdo?.
Rodolfo L. Verón (Lanús)