*JARDINERO PAISAJISTA*
(A Gustavo)
El cultivador del cielo
rogó con una plegaria,
a la nube milenaria
que le derrame su velo.
Reverdecer fue el anhelo
mayor que ansiaba la vista
de la rosa que conquista
al rocío en el rosal,
y aunque es un ser terrenal,
Dios lo ascendió a “paisajista”.
Empezó
cortando el pasto
pues su padre, con cariño,
le daba ejemplos al niño
al transpirar por el gasto.
Los bulbos en el canasto
ya listos para un transplante,
la tierra muestra el semblante
de riqueza que conserva,
y una paloma lo observa
desde una copa gigante.
La palita
entra en acción
y a los yuyos hace guerra,
también remueve la tierra
mientras silba una canción.
Es que pone el corazón
en todo aquello que hace,
de alguna semilla nace
el milagro de una yema,
como también su poema
en el aire tibio trace.
La
aspersión ha comenzado
y hay de agua buena dote,
va asomando el primer brote
desde el portento sagrado.
¡Vida! Ese bien preciado
que viene pidiendo pista,
y se alegra el Gran Artista
porque en pleno mes de enero,
hay un noble jardinero
con blasón de paisajista.
Ya se va
viendo el pimpollo
y hasta el gramillón festeja,
del cantero y de la reja
baila un helecho criollo.
Un cáctus le presta apoyo
y también dice “presente”,
y un traslúcido surgente
baila y salta entre la piedra,
mientras asciende una hiedra
por la columna del frente.
rogó con una plegaria,
a la nube milenaria
que le derrame su velo.
Reverdecer fue el anhelo
mayor que ansiaba la vista
de la rosa que conquista
al rocío en el rosal,
y aunque es un ser terrenal,
Dios lo ascendió a “paisajista”.
pues su padre, con cariño,
le daba ejemplos al niño
al transpirar por el gasto.
Los bulbos en el canasto
ya listos para un transplante,
la tierra muestra el semblante
de riqueza que conserva,
y una paloma lo observa
desde una copa gigante.
y a los yuyos hace guerra,
también remueve la tierra
mientras silba una canción.
Es que pone el corazón
en todo aquello que hace,
de alguna semilla nace
el milagro de una yema,
como también su poema
en el aire tibio trace.
y hay de agua buena dote,
va asomando el primer brote
desde el portento sagrado.
¡Vida! Ese bien preciado
que viene pidiendo pista,
y se alegra el Gran Artista
porque en pleno mes de enero,
hay un noble jardinero
con blasón de paisajista.
y hasta el gramillón festeja,
del cantero y de la reja
baila un helecho criollo.
Un cáctus le presta apoyo
y también dice “presente”,
y un traslúcido surgente
baila y salta entre la piedra,
mientras asciende una hiedra
por la columna del frente.
La tijera de podar
croa junto con la rana...
¡Qué magnífica mañana!
El jardín ya es un altar.
Los jazmines dan su ajuar
a un colibrí trompetista,
y hay un caburé que chista
desde la sombra del pino,
¡qué paisaje más divino
que creó el gran paisajista!