Consigna propuesta por Rodolfo Presa, con la foto de una noticia.
Un estudiante coreano se comió la millonaria obra de "ARTE" de una banana pegada a la pared. Dijo que tenía "hambre". Es la segunda vez que se comen la fruta, que se vendió por 120.000 dólares en una feria estadounidense en 2019.
Acopian treinta mil días de vivencia y buen ejemplo, hoy de cerca los contemplo con un canto en las encías. En estas seis sinfonías vaya un abrazo de alianza, agradeciendo la crianza los admiro de verdad: Gente de la cuarta edad: ¡Va mi canto de esperanza!
Ustedes son fundadores desde el gen y la raíz, pues crearon el país con manos de labradores. Son señoras y señores que se hermanan en la danza y hoy que el siglo se abalanza casi en la inmortalidad,
con salud, longevidad, ¡va mi canto de esperanza!
A la luz de primaveras han crecido sus mil flores, y en veranos ruiseñores bebieron jugosas peras. Desde oxidadas quimeras un otoño hubo mudanza, y hoy la nieve los alcanza con la estufa del amor, bebe ambrosía y licor este canto de esperanza.
Hoy, más que nunca están
vivos y obligados a un balance, laureles de largo alcance condecoran mil archivos. Resultados positivos sopesan en su balanza, de joyas de remembranza está llena su alcancía, y es la fe, la melodía de este canto de esperanza.
Tienen hijos: gran tesoro, tienen nietos y bisnietos, y algunos, ¡tataranietos! que son heráldica en coro. Copias de su gen y poro, su carácter, su templanza, inteligencia y bonanza van tendiéndoles sus manos en asuntos cotidianos con un canto de esperanza.
¿Cómo hicieron? ¿Qué milagro es el de su identidad? ¡Bienvenida, cuarta edad, que homenajeo y consagro! Hoy les obsequio mi magro verso de humilde alabanza, con la íntima confianza de que lo han de recibir, cuando el sol vuelva a latir con un canto de esperanza.
Conocí la cobardía de quien no se anima y calla, con un silencio canalla ante la farsa sombría. Rinde al timo pleitesía y del engaño es vasallo, alma negra y pulcro sayo, contenido y apariencia, me lo dicta mi conciencia: "Ante el fraude no me callo".
Falsedad del que aparenta ser creador y es la copia, lo he vivido en carne propia y lo siento como afrenta. La ficción no se sustenta y se cae como un rayo, no es origen, es ensayo y lo detectan mis gafas, me rebelo a las estafas: Ante el fraude no me callo.
He perdido la batalla mientras denuncio de frente, pero en paz está mi mente que ante el falso no se calla. Ya mostrará su pantalla la verdad, no de soslayo, mientras tanto no desmayo y me armo de valor, va a brillar el resplandor: Ante el fraude no me callo.
Si por preservar la paz me piden la connivencia, se pintaría mi esencia de un plomizo gris disfraz. Prefiero beber agraz sin ser cómplice del fallo, y con espuelas de gallo derrotar a la vil trampa, no ser aliado del hampa: Ante el fraude no me callo.
Tengo el don de la palabra con un plus de poesía, y poseo la energía del buril que a roca labra. Cuando la verdad se abra, colosal será su tallo, no voy a ser un lacayo de la inicua falsedad, mi trato es con la verdad: Ante el fraude no me callo.
PÁNTUM. De origen malayo, es una composición construida en cuartetos de rima cruzada. No tiene longitud establecida y sus versos pueden ser desde 9 sílabas en adelante (arte mayor). En el pántum debe tenerse en cuenta que los versos 2º y 4º de una estrofa son los versos 1º y 3º de la próxima y así sucesivamente. La última estrofa debe rematar con el verso primero de la inicial.
Mamá, contigo establecí una alianza, que me hizo un ser prolífico y derecho, tres lustros compartimos bajo un techo, luego te fuiste, triste remembranza. ~♡~ De ti mamé la opípara enseñanza, me regalaste tu cerebro y pecho, tu buen ejemplo al estudiar cosecho, y hoy con mi canto te daré alabanza. ~♡~ Te canto, madrecita, con mi abrazo, y obsequio de mis versos la ternura pues soy de tus sonrisas un pedazo. ~♡~ Con dos luceros que me dieron guía me fui del alquiler de tu cintura, *cuando los ojos a la vida abría.*
—II—
Tus ojos fueron luces de cariño, tu boca, manantial de abecedario, tu mente parecía un diccionario cuando enseñabas la tarea al niño. ~♡~ Carmín se puso el cutis del lampiño cuando pusiste oro en su glosario, tu bálsamo sirvió de dispensario y hoy hago mi balance, lo escudriño. ~♡~ Mamá coraje, auténtica guerrera vivís mi valentía, que perdura, amando melodía y partitura. ~♡~ Peregrina y fugaz, ave viajera, yo fui de tu matriz una criatura *al comenzar mi terrenal carrera.*
—III—
Mamá, te entrego mi agradecimiento con una rosa de pureza blanca y beso al cielo desde mi barranca, con un recuerdo que te entregue el viento. ~♡~ Aunque mi paso de tortuga es lento, es firme mi promesa y no se estanca, tu ejemplo tiene fuerza de palanca y agrega más amor con sentimiento. ~♡~ En el legado que en mi ser habita sigues siendo arvejilla en primavera, muchas gracias por ser la jardinera ~♡~ de tanta flor que siembro manuscrita, desde una tarde que en mi sien palpita *la hermosa luz que vi, por vez primera.*
—IV—
Me diste miel y roca, fortaleza, la dulce recompensa al sacrificio, la claridad mental, el sano juicio y por si fuera poco, la belleza. ~♡~ Con correctivos de vital franqueza, tus enseñanzas fueron beneficio, mis ramas brotan más cada solsticio y hay cinco flores más de tu corteza. ~♡~ Recibo de tus genes la cultura que me hace recordarte cada día mientras camino por la senda dura. ~♡~ Por más que estés en una casa oscura el faro que me dio gran energía, *fue la luz de tus ojos, ¡madre mía!"*
~♡~~♡~~♡~ Rubén Sada. 6/05/2023.
— A 46 años de la partida física de mi madre, un 16/05/1977.
PÁNTUM. De origen malayo, es una
composición construida en cuartetos de rima cruzada. No tiene longitud
establecida y sus versos pueden ser desde 9 sílabas en adelante (arte mayor). En el pántum
debe tenerse en cuenta que los versos 2º y 4º de una estrofa son los versos 1º
y 3º de la próxima, y así sucesivamente. La última estrofa debe rematar con el
verso primero de la inicial.