CON LA FUERZA DE LA VIDA
En ti asoma la esperanza,
de crecer en el desierto,
y transformar algo muerto
en un signo de bonanza.
Hay semilla de labranza
en la tierra bendecida,
que fugaz, en grieta anida
en la forma de tu sol
destacando el arrebol
con la fuerza de la vida.
En la hendija del camino
has florecido brillante,
creciendo con luz pujante
al encuentro del destino.
Con mi paso peregrino
fui buscando la salida,
y te contemplé aterida
asomando tu corola
y tú me dijiste: “Hola”,
con la fuerza de la vida.
Flor del diente de león,
te llamo y tú me respondes,
te muestras y no te escondes
y alegras mi corazón.
Habitas en un rincón
por la semilla nacida,
tu planta no está vencida
y de lucha sos ejemplo,
tan erguida como un templo
con la fuerza de la vida.
Has combatido a la roca
y plantado tu raíz,
elevándote feliz
aunque la lluvia fue poca.
Hoy tu tallo al cielo invoca
y aunque te ves malherida,
de amarillo estás vestida
deslumbrándome de gala,
tu entereza aquí se iguala
con la fuerza de la vida.
Son tus pétalos mil brazos
que abres de par en par,
cuando buscas alcanzar
rayos de luz en retazos.
El viento te da zarpazos
de sanción inmerecida,
ruego bendición fluida
cuando te riegue la lluvia,
reviviendo tu flor rubia
con la fuerza de la vida.
© Rubén Sada y Ana Bonaroti. 11/04/2023.
