*LA SECTA DE ESAÚ*
(Hebreos 12:16).
por un plato de comida,
dale valor a tu vida,
dale paz y libertad.
Ante una falsa deidad
no dobles tu caracú.
Por un plato de ragú
Leviathan exige honores,
y ha encontrado adoradores
*en la secta de Esaú.*
de personas sin conciencia,
y su “amor por conveniencia”
es la máxima sagrada.
Materialista jornada
llena todo su menú,
corriendo más que un ñandú
tras de lo que empuja el viento,
el aire huele a lamento
*en la secta de Esaú.*
y poca confianza en Dios,
los hacen correr en pos
de cosas primarias, básicas.
Bipolares y bifásicas
lágrimas de urutaú,
curvatura de un bambú
que se hunde en los pantanos,
hay escasez de cristianos
*en la secta de Esaú.*
—tal lo expresó Malaquías,—
pues sus existencias frías
no son más que una parodia.
Un dictador les custodia
su lealtad a Belcebú,
su ideológico champú
de ningún modo celebro,
porque lavan el cerebro
*en la secta de Esaú.*
que se evapora en sus bocas,
van y aplauden como focas
y son más mansos que ovejas.
Manos culpables –bermejas–
más iz
narcotizan con frufrú
a la ausencia de valores,
hay mercenarios de amores
*en la secta de Esaú.*
los peludos se sostienen,
tienen vello, mas no tienen
amor en el corazón.
Conveniencia es la cuestión
por eso no se oye un “mu”,
cual silencio de un ombú
solitario de la pampa,
rigen las leyes del hampa
*en la secta de Esaú.*