A UNAS ORQUÍDEAS PATITO
De gala para una fiesta
con su vestido de oro,
las vi enfiladas en coro
bebiendo el sol de la siesta.
Fotografié la floresta
para un instante exquisito
y a las pruebas me remito
porque admiro la hermosura
que deslumbra en la figura
de las orquídeas patito.
Orquídea, pomposa flor,
también “Gomesa Bifolia”,
tanta admiración se exfolia
que doy gloria al Creador.
Tu modelo inspirador
me ha sugerido elogiar
tu silueta al contemplar
la hermosura tan sutil
que aparenta tu perfil:
¡Una doncella al danzar!
De familia numerosa
que es tu inmensa variedad,
tu majestuosa beldad
supera a la de la rosa.
Tu simetría armoniosa
para el brindis va vestida,
y en la brisa de la vida
que en los jardines se hilvana
tejes tu falda galana,
orquídea, mujer florida.
Desde tiempos ancestrales
tu ADN está en el mundo,
y con tu bulbo fecundo
adornaste mil pradales.
Variedades magistrales
de forma y tono infinito,
te han consagrado en el mito
de ser una flor de lujo
que a la pasión rinde influjo,
¡vistosa orquídea patito!
Protegerte es menester
para el brazo sempiterno,
y al terminar el invierno
te observaré florecer.
El rocío has de beber
con absorción delicada,
pues tu alma está tallada
para recibir amor,
como a la mujer, la flor
también debe ser amada.
Orquídea, cuánto te meces,
“Bailarina” de la brisa,
hoy te brindo esta sonrisa
y el cumplido que mereces,
“Dama Danzante” pareces,
con tu vestido bonito,
y aquí alabo al Dios bendito
que te dio eterna belleza
y dio a la naturaleza
tantas orquídeas patito.
© Rubén Sada. 9/12/2021. Sobre una foto tomada en el precioso jardín de Olga Antognoli, "SU LUGAR EN EL MUNDO".