NÓMADA vs. SEDENTARIO
(Cibercontroversia de Rubén Sada y Joel Márquez Sánchez)
—NÓMADA 1—
Soy viajero intergaláctico,
un nómade peregrino,
el migrar es mi destino
y en eso me puse práctico.
Mi trayecto es bien didáctico
porque yo admiro al paisaje,
llevo mínimo equipaje
del océano a la sierra,
cuando conquisto la tierra
que voy pisando en mi viaje.
—SEDENTARIO 1—
Hola, nómada, ¿qué tal?
Sé que viajas demasiado,
pero yo prefiero el prado
de mi espacio intelectual.
En mi casa, un manantial
fluye por mi inspiración,
y tengo la posición
geográfica de un poeta
que viaja por el planeta
sin salir de mi región.
—NÓMADA 2—
Cada paso en mi camino
me enseña la lección nueva,
una escuela que me lleva
como el camello al beduino.
Si acaso encontrara espino
sé que también habrá flores,
si tropiezo con dolores
sé que gano en experiencia,
ser nómade es una ciencia
no apta para desertores.
—SEDENTARIO 2—
Reposo sobre un sillón,
abro un libro, la mirada
queda inmóvil y extraviada
como en otra dimensión.
El eje de rotación
de mi sillón se extasía
de frente a la luz del día
que acaricia al ventanal,
su membrana de cristal
oye una décima mía.
—NÓMADA 3—
Qué bueno que también viajas,
sedentario gordinflón,
porque viajar da emoción
y tiene muchas ventajas.
No pienses que me aventajas
porque estás quieto y
estático,
si quieres te pago el viático
pero sal del escondite,
lograrás que yo te invite
y te volverás maniático.
—SEDENTARIO 3—
Yo no soy un ser maniático
por quedarme solo en casa;
pero ¿qué es lo que te pasa?
¿Te estás volviendo lunático?
Yo aquí soy un ser simpático
que viaja completamente
con la nave de la mente
al lugar donde yo quiera
y sin usar tu manera
de viajar físicamente.
—NÓMADA 4—
Tu sedentarismo aburre,
mientras yo me multiplico,
sal y viaja, ¡te suplico!
y a todo lugar concurre.
En el tiempo que transcurre
yo viajo por toda Europa,
mi potro veloz galopa
por África, Asia, América,
mi aventura es bien homérica
y tengo viento en mi popa.
—SEDENTARIO 4—
Mi forma de ser, te explico,
en mi diseño verbal
que mi manera habitual
es vivir donde me ubico.
Aunque te parezca chico
mi criterio al que
reaccionas,
mientras que tú coleccionas
paisajes por el sendero
tú gastas mucho dinero
y yo gasto mis neuronas.
—NÓMADA 5—
Yo conozco desde el polo
norte y el helado ártico,
hasta el frío sur antártico
donde reina el frío Eolo.
Pero tú te encuentras solo
encerrado en la penumbra,
un farol triste deslumbra
tu visión y te obnubila,
yo transporto una mochila
llena de sol que me alumbra.
—SEDENTARIO 5—
Yo no vivo en la penumbra
porque mi lábaro patrio
me deja expuesta en el atrio
una libreta que alumbra.
La escritura a mí me
encumbra,
tú necesitas viajar
para poder demostrar
que eres mejor que yo
y aparentemente no
le das valor a tu hogar.
—NÓMADA 6—
Soy un nómade turístico
y he de cruzar el Atlántico,
entonando fuerte el cántico
que escribe mi verso
artístico.
Tú el informe periodístico
consumes con un café,
la pobre luz de un quinqué
a tu cabello acaricia,
y al oído la noticia
anclado frente al TV.
—SEDENTARIO 6—
Vete a viajar pero deja
que el mundo te desengañe
y al saberlo no se empañe
tu mirada que se aleja.
Sabrás de la moraleja
que implícitamente busca
entre tu palabra chusca
y mi estática palabra,
una mente que se abra
en la sociedad negruzca.
—NÓMADA 7—
Yo conozco hasta Oceanía
y viajé por Australia,
y con Francia, España, Italia
puedo hacer mi antología.
Para ti es una utopía
levantarte de tu banco,
yo te invito, te soy franco,
¡mejor sal y toma sol!
Te subió el colesterol
y estás poniendo blanco.
—SEDENTARIO 7—
No puede ser utopía,
tampoco colesterol,
lo que practico en mi rol
de poeta cada día.
Puedo hacer de mi entropía
un sitio paradisiaco,
y si soy gordo o soy flaco,
si peso mucho o no peso,
cuando improviso en exceso
tú me ves cómo destaco.
—NÓMADA 8—
Yo paseé por Alemania
y bebí buena cerveza,
tú te encierras en tu pieza
donde hay pulgas y alimaña.
Yo conozco hasta Rumania
y en una pista de esquí
me voy a andar por ahí
mientras tú y tus palomitas
te alimentan las grasitas,
ya pareces jabalí.
—SEDENTARIO 8—
Sonaré repetitivo:
no me interesan tus viajes,
tus hazañas y homenajes
que estás consiguiendo vivo.
Mi método es paliativo,
alucinante y rimado
porque aquí te he demostrado
que yo puedo ir a Japón,
incluso a tu corazón
sin moverme demasiado.
—NÓMADA 9—
Mi ánima locomotriz
de pájaro aventurero,
en el riel del buen viajero
me mantiene muy feliz.
Tú en cambio echaste raíz
y te aferras a tu puerto,
en dormir eres experto
y solo calzas tus chanclas,
te invito a levar las anclas
y a vagar por mar abierto.
—SEDENTARIO 9—
Se me ensancha la raíz,
busco la profundidad
de contrario de verdad
que imagina ser feliz.
No busques mi directriz
en tu invitación de experto
que si voy al mar abierto
con este nivel que soy
pues simplemente yo voy
a dejarte boquiabierto.
—NÓMADA 10—
Bueno amigo sedentario,
me tengo que despedir,
es la hora de partir
y hasta aquí llegó mi
horario.
Seguiré mi itinerario
con cada luna que pasa,
mi pie este camino abraza,
tú mejor, cuida tu hogar,
no te vayas a cansar
de quedarte tanto en casa.
—SEDENTARIO 10—
Nómada: tu poesía
vuelve a volar en mi hogar
para poderme llevar
por toda tu geografía.
Vitalidad y energía
brindas a mi corazón,
y ya se cierra el telón
donde nos entretenemos;
cuídate mucho, nos vemos
en la próxima ocasión.
—NÓMADA—
Y en este camino sano
sedentario y peregrino...
—SEDENTARIO—
Hay un corazón genuino
multiplicado en tu mano.
—NÓMADA—
Hoy abracé a un hermano
volando por un vergel...
—SEDENTARIO—
Y en histórico anaquel
guardarán el pensamiento...
—NÓMADA—
"Eres mi amigo y no
miento",
dice Rubén a Joel.
© Rubén Sada y Joel Márquez
Sánchez. 6/03/2021.