CONFINADOS
(I)
Esperan en reclusión
muchos versos, libertad,
están en la oscuridad
de un libro como anfitrión.
Te piden liberación
cantando más que un jilguero,
un poema prisionero
volará si tú lo crees,
cuando abres el libro y
lees...
¡Libéralos, carcelero!
Alegre está confinada
la sangre dentro la vena
y salirse de esa escena
sería estar derramada.
La laguna está encerrada
y el litoral le da besos.
Recluidos están mis huesos
pero esto no impide amarte.
Si no hemos estado en Marte,
en la Tierra estamos presos.
Tú serás tu carcelero
si tu mente así lo dicta,
si tu palabra es convicta
de un tirano pendenciero.
Pero el valor verdadero
es un vuelo en parapente,
y tú escapas libremente
aun estando confinado,
viendo a tu opresor al lado
o si lo tienes enfrente.
En tierra el fuerte cimiento
también está confinado,
y gracias a que está anclado
la casa no lleva el viento.
Encerrado está el lamento
cuando el alma huele mal,
y en un portón lagrimal
pugnará para ser libre,
con una acritud jengibre
tornada en gota de sal.
Confinado se halla el lago
en un pedregoso borde,
preso se siente el acorde
en la guitarra de un mago.
Se piensa que es libre el
pago
e iluso, no se da cuenta
que su anclaje lo atormenta,
y envidia la libertad
del viento que con su edad
le gasta polvo y lo enfrenta.