TANGO QUE ME HACÉS FELIZ
[estrofa 1]
Tango que me hacés felíz, cuando siento esos acordespor tu música que absorbe el genuino sentimiento,
de aquel que en todo momento este derrotero marca,
lo rico de la alabanza, lo pobre del casto acento.
Humildes son los comienzos, dura la senda emprendida,
pero esa flama encendida, alguna vez censurada,
no lograron apagarla o arrancarla de su seno,
y en virtud signó ese empeño hasta arraigar su portada.
[estribillo]
Por eso me hacés feliz, sino que lo diga el mundo,
tu rodar meditabundo apasiona continentes,
con el arrullo perenne de un errante peregrino
y orgulloso por tenerte, te llaman tango argentino.
[interludio]
[estrofa 2]
Naciste en el arrabal, en el bajo, en las orillas
y te abrazaron las minas en los patios de ladrillos
bajo aquel farol prendido, alumbrando a kerosén
mientras que allá en el trocén la opulencia pegó el grito.
Hace ya muchos deseños nació la luz del legado,
desde entonces te llamaron por magos en la creación
como tango que es tesón, pena, quietud, alegría,
misterio, amor, porfía, e identidad de nación.
[estribillo]
Por eso me hacés feliz, sino que lo diga el mundo,
tu rodar meditabundo apasiona continentes,
con el arrullo perenne de un errante peregrino
y orgulloso por tenerte, te llaman tango argentino.
[interludio]
[estrofa 3]
Tango sos depositario en la sanguínea emoción,
con genuina tradición copaste al globo de afecto
representando a lo nuestro cual bastión de noble raza
y entre cortes y quebradas arengando tu dialecto.
Te bautizaron las dagas en manos de corajudos,
cicatrices que al desnudo quedaron marcando un tiempo,
mas titilan viejos vientos de lo que ayer fue el repecho,
y hoy en bajada ese trecho se viste de frac tu acento.
[estribillo]
Por eso me hacés feliz, sino que lo diga el mundo,
tu rodar meditabundo apasiona continentes,
con el arrullo perenne de un errante peregrino
y orgulloso por tenerte, te llaman tango argentino.
[interludio]
[estrofa 4]
Sobre el Río de la Plata, al pie de nuestra ciudad
un bagaje de equidad con rimas, versos, y sones
boyan las viejas pasiones del Buenos Aires de ayer,
conglutinan nuestro haber con futuras precisiones.
Para qué seguir mis rimas y más versos desatados
si infinitos son tus lazos que tallan como un cincel,
con tu artesano saber, lo corona una sonrisa
eterna como nodriza, ¡la de don Carlos Gardel.
[puente]
Este es mi humilde tributo por la herencia recibida,
si el tango es la vida misma desde el tallo a su raíz,
por eso me planto aquí y agradezco sus lecciones
e inmerso a esos fragores me motiva a ser feliz.
[estribillo]
Por eso me hacés feliz, sino que lo diga el mundo,
tu rodar meditabundo apasiona continentes,
con el arrullo perenne de un errante peregrino
y orgulloso por tenerte, te llaman tango argentino.
AUTOR: JORGE DE LOS ANDES.
INTÉRPRETE: IGNACIO ARMANDO (TANGO ARGENTINO)
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