LOS VAIVENES DE LA MODA

La moda tiene ocurrencias
difíciles de entender,
¿cómo es posible acceder
a vestir sus influencias?
Pues convencen con tendencias
como a un tierno chiquilín,
así aumentan el esplín
prometiendo plata en pauta,
mientras engaña su flauta
como a ratas Hamelín.

Va de moda el travestismo
y es una moda el disfraz,
como identidad falaz
de no ser nunca uno mismo.
Exaltando el chovinismo
la mujer alza el laurel,
hoy quiere ser timonel
y ya no hay nada que asombre,
viste como dama el hombre,
la mujer viste de él.

No es cuestión de estar de moda
pues esta desaparece,
como la piel, envejece
y a los tiempos se acomoda.
Pero lo que me incomoda
y les digo la verdad,
es la absurda vanidad
de ser centro de atención...
¡para una buena impresión
no hay nueva oportunidad!

Por la ropa y por el traje,
cuando el recato es bien justo,
por la elegancia y buen gusto,
se conoce al personaje.
Si este lleva un equipaje
que al otro causa rubor,
si quiere ser el mejor
pasa a ser una molestia,
vista mejor con modestia
que embellece al portador.

Se entiende cuál es la clave
del porqué las pretensiones,
de mujer con pantalones
que a su elegancia le agrave.
Si no tiene piel tan suave
y sus patas son paternas,
si son peludas, no tiernas
y si su hermosura es nula,
un pantalón disimula
los yuyales de sus piernas.

Hombre viste de mujer
y mujer viste de hombre,
ya no hay nada que me asombre
ni difícil de creer.
Hoy la moda es desprender
la ropa de tanta tela,
la inflación tuvo secuela
y el salario no te escuda,
hay gente que va desnuda,
no le importa la secuela.

© Rubén Sada. 14/06/2019,