IRMA Y ARMANDO, EN ARMONÍA
Soy Germán Armando, ‘el armenio’.
Ando armando supermercados con mi hermano.
Norma Carmen se me arrima. Es gendarme de la Armada.
Quiere acompañarme la gendarme y se me arma.
Yo odio las armas de los que se arman militarmente.
Irma, ‘la germana’, trabaja enfrente, farmacéutica.
¡Hermosa! Labios carmín, boca bermeja, dulce mermelada.
Pechos firmes, enormes. Bermuda bermellón.
Rubia hermosura germánica. Se me arrima.
Irma me transforma el termostato.
Quiere escogerme, calentarme.
Irma afirma gustarme, quererme, conquistarme,
pretenderme.
Quiere conocerme, cortejarme, apasionarme.
Irma afirma amarme.
Yo quiero arrimarme, amarrarme, engancharme.
Armonizamos karmas.
Matrimonio con Irma, pondré la firma.
Con Irma quiero casarme y mudarme
para no quedarme con Norma Carmen.
Terminamos reemplazando el Terma por Termidor.
El vermouth que afirmo beberme empieza a embriagarme,
me adormece.
Se acerca a mi epidermis, quiero comérmela.
Empieza a desprenderme y desabrocharme.
A desarroparme. A motivarme. A excitarme.
Brota el germen. Hormonas germinan.
Empieza a brotarme esperma.
Comienzo a agotarme, cansarme.
Termino dormido. Dormimos en armonía en el dormitorio.
Viviremos en armonía, eternamente.
Rubén Sada.
Publicado en el libro
Publicado en el libro
"Desopilancia sonrisada".