UN DECIMISTA EN “EL DÍA”.
—Edgardo Laluz—
El poeta es Rubén Sada,
y no Edgardo Laluz,
pues le brotan del testuz
las coplas improvisadas.
Van en versos entabladas
y en quilmeña serenata,
la escritura se retrata
pa’ que aprecien su baquía,
en el periódico “El Día”
de los pagos de La
Plata.
—Rubén Sada—
Mi versos tienen conciencia,
mi cerebro es una glándula,
no me gusta la farándula
pues la poesía es mi ciencia.
Escribo con eficiencia
con un pulso que delata
que en un diario de La Plata
pusieron mi biografía,
el diario se llama “El Día”
y ahí salió mi biodata.
—Edgardo Laluz—
Su biodata no es lo grave,
lo importante es su poesía,
su ciencia, como decía,
eso para mí es la clave.
En su verso está la llave
que expresa su libertad,
se puede ver de verdad
su capital literario,
lo malo que en ese diario
le publicaron la edad.
—Rubén Sada—
La edad no importa ni estriba
en este oficio vernáculo,
pero enfrentaré el obstáculo
que tiene enfrente el escriba.
Tal vez nunca me reciba
pero alcancé una conquista,
no sé si seré un artista
ni si soy peor o mejor,
sé que NO soy payador
pero llegué a “decimista”.
Cada poema que me ata
sin decir mucho preámbulo,
me impide quedar sonámbulo:
“¡Da vida lo que no mata!”
Toda palabra es innata
al más noble sentimiento,
como argentino me siento
respirar un nuevo oxígeno,
y así fabrico el antígeno
contra el resquicio violento.
Ningún entripao me asusta,
pongo a prueba mis dos lóbulos
mi sangre entibia sus glóbulos
y mi décima es robusta.
La palabra se me incrusta
y en el continuo versar,
necesito practicar
con el paladar plácido,
y aunque el verso salga ácido
igual me gusta payar.
Prefiero un verso polémico
mas no callar la verdad,
la pura sinceridad
impedirá un verso anémico.
No soy un gran académico
pero en mi sentir discuto
que si el trovador, en luto,
le pone a su lengua cofia,
este músculo se atrofia
y se pone medio bruto.
—Edgardo Laluz—
Me tira con todo el rollo
cuando se mete a la cancha,
su verba es una avalancha
y yo ando esquivando escollos.
Ni mi lazo desenrollo,
le tengo miedo al abismo,
sus palabras son un sismo
que no puedo interpretar,
tengo miedo al revolear
de quedar pialao yo mismo.
—Rubén Sada—
Amigo, no se amedrente
y póngale el pecho al verbo,
no ha de ser un trago acerbo
beber lo que tiene enfrente.
Usted es muy inteligente
para décima y rondel,
siga dándole cordel
y ante nadie se me achique,
tenga en cuenta nuestra psique:
somos hijos de Emanuel.
—Edgardo Laluz—
¡Qué me voy amedrentar!
¡Qué me voy amedrentar!
¡Yo muento y salgo de viaje!
Dicen que habiendo coraje
nunca falta a quién matar.
Siempre suelo respetar
porque ese es mi proceder,
pero igualar -a mi ver-
en la copla improvisada
a Emanuel y a Rubén Sada...
¡debo volver a nacer!
—Rubén Sada—
Bueno, gracias por su aguante
y su felicitación,
gracias por esta ocasión
de estrecharlo en su talante.
Es un placer importante
haber compartido trama,
se encendió otra vez la llama
de nuestra excelsa poesía,
y gracias al diario “El Día”
empatan Quilmes – Lezama.
—Edgardo Laluz—
Las gracias le retribuyo,
buen amigo y compañero,
y mi saludo sincero
hoy lo junto con el suyo.
Y ya que el verso concluyo
poniendo todo el empeño
le deseo buenos sueños
y que llegue en esta trama
desde el pago de Lezama
hasta su pago quilmeño.
—Rubén Sada—
A media letra nos vamos
diciendo “hasta mañana”
—Edgardo Laluz—
ya se cierra la ventana
de los versos que hilvanamos!
—Rubén Sada—
La mano de amigos damos
poniendo nuestro testuz
—Edgardo Laluz—
Ligeros como
avestruz,
partimos en retirada,
—Rubén Sada—
Lo saluda Rubén Sada
al bardo Edgardo Laluz.
Autores: Edgardo Laluz y Rubén Sada. Décimas escritas
mediante Facebook la noche del 24/11/2015.