HOMBRE DESCARTABLE
No seré para ti un hombre descartable
a quien olvidarás cuando tú te lo decidas.
No seré en tu canasta un producto desechable,
que te sirve, y luego que usas, tiras.
No seré para ti un hombre descartable,
un muñeco de nieve que en tu mano se desarme.
No seré yo a quien uses y cansada, descartes,
no podrás de tu piel jamás quitarme.
No creas que en tu fuego sería yo un papel que arde,
o un helado que derrites, cuando ávida lo lames.
No haré el papel de débil, ni de frágil, ni cobarde,
ni esperes que por ti, yo más lágrimas derrame.
No seré para ti un hombre descartable,
pero si hoy me usas y luego me desprecias y me tiras,
seguro habrá otra que me halle formidable; pues...
“Lo que arrojas al tacho siempre alguien lo recoge y lo recicla.”
© Rubén Sada. 15/06/2010.