CRUEL DESTINO
En las paredes blancas de una vieja habitación
estaban grabadas las señales del amor.
Las marcas arrugadas en un viejo sillón
eran testigos mudos de lo que allí pasó.
Un viejo retrato se reflejaba en el espejo,
muebles tapados con sábanas y trapos viejos.
Aunque la habitación daba un aspecto añejo,
en un tiempo brillaba el amor, allá a lo lejos.
Vivían ahí felices dos jóvenes enamorados,
se trasmitían dicha, felicidad y sentimientos.
Corrían risueños, saltaban en los verdes prados,
cantaban alegres y sus voces las llevaba el viento.
Esta pareja contenta con muchos proyectos
de construir una casa y tener descendencia,
de vivir del trabajo, parecía todo perfecto,
soñaban que el amor los colmaría de esencia.
Pero el cruel destino dictó un día su sentencia.
Un hombre malvado, los destruyó con violencia.
En un solo segundo se quedó sin su presencia,
y le arrebató la vida de su amor con demencia.
Empuñaba un arma y se cruzó en su camino,
atrás quedaron el futuro y todos sus sueños.
¡Maldigo yo ese día, en el que ese cretino
se robara los años de proyectos y ensueños!
Desde ese oscuro día en que lo arrebató todo
la habitación de la casa se lleno de polvo.
Sueños de amor y proyectos maravillosos
quedaron en la nada, solo silencio y lodo.
Autora: Arjona Delia (Mi esposa, en sus
comienzos escribiendo poesía, je je)
Derechos Reservados. 07-09-2008
Poema original tomado del sitio:
Una mujer,un mar en calma...