VOLVEREMOS
JUNTOS A CASA
Hora trágica las doce
hora de llantos y voces.
Mi niño acostado en el lecho
le duele del lado derecho.
¡Fuerza, hijo mío, valor,
aguanta, soporta el dolor!
No te muevas por favor
que pronto llegará el doctor.
hora de llantos y voces.
Mi niño acostado en el lecho
le duele del lado derecho.
¡Fuerza, hijo mío, valor,
aguanta, soporta el dolor!
No te muevas por favor
que pronto llegará el doctor.
El médico lo revisa y dice:
“Hay que operar el apéndice”
“No temas hijo querido
que pronto te sanarás,
pronto estarás mejor,
pronto también jugarás.”
“Hijo mío, ten valor,
¡tú eres mi gran campeón!”
“Hay que operar el apéndice”
“No temas hijo querido
que pronto te sanarás,
pronto estarás mejor,
pronto también jugarás.”
“Hijo mío, ten valor,
¡tú eres mi gran campeón!”
La ambulancia rápido llega
Y a la clínica nos llevan.
“Fuerza hijito, ten valor,
no te muestres perdedor.
Pronto tú y yo jugaremos,
pronto tú y yo reiremos.
Pronto no tendrás más dolor,
Pronto te sentirás mejor.”
Y a la clínica nos llevan.
“Fuerza hijito, ten valor,
no te muestres perdedor.
Pronto tú y yo jugaremos,
pronto tú y yo reiremos.
Pronto no tendrás más dolor,
Pronto te sentirás mejor.”
Mientras, el cirujano opera.
Mi esposa impaciente, afuera
sentada en la sala de espera.
“Hijo mío, no te mueras.”
Volveremos juntos a casa,
reiremos juntos mañana,
jugaremos fútbol luego,
no te mueras, te lo ruego.”
Mi esposa impaciente, afuera
sentada en la sala de espera.
“Hijo mío, no te mueras.”
Volveremos juntos a casa,
reiremos juntos mañana,
jugaremos fútbol luego,
no te mueras, te lo ruego.”
“Doctor, ¿cómo está?
“Mejor, pronto sanará.”
Una sonrisa dibujé en su cara
cuando yo le dije que me quedaba.
“Mamá y yo nos quedaremos a cuidarte
hasta que a ti te den el alta.”
“Te enseñaré una bella canción
y miraremos la televisión.”
“Mejor, pronto sanará.”
Una sonrisa dibujé en su cara
cuando yo le dije que me quedaba.
“Mamá y yo nos quedaremos a cuidarte
hasta que a ti te den el alta.”
“Te enseñaré una bella canción
y miraremos la televisión.”
“Del dolor te olvidarás luego
cuando conversemos junto al fuego.
¡Oh! Qué inmensa alegría!
Pues si él pronto no sanara
yo de tristeza moriría.
“¡Muchísimas gracias doctor!”
¡Y muchas gracias al Señor
por salvar su vida… y alegrar la mía!
cuando conversemos junto al fuego.
¡Oh! Qué inmensa alegría!
Pues si él pronto no sanara
yo de tristeza moriría.
“¡Muchísimas gracias doctor!”
¡Y muchas gracias al Señor
por salvar su vida… y alegrar la mía!
© Rubén Sada – 10-08-1979.