MORIRÉ AL LADO DEL TELÉFONO
Maldigo el día en que te di mi número
y tú me prometiste esa llamada.
Ahora no puedo concebir el sueño
si no escucho tu voz de enamorada.
Esperaré al lado del teléfono
aguantando con paciencia y calma.
Moriré al lado del teléfono
con la ilusión de ver si tú me llamas.
Viviré al lado del teléfono
mirando las paredes de mi casa.
Esperaré ansioso tu llamada
aguardando cómo el tiempo pasa.
No comeré, ni iré al baño ni a la cama
no sea cosa que algo me distraiga.
Moriré al lado del teléfono,
por estarle atento, aquí haré guardia.
Nunca había deseado tanto una alarma,
como en la eternidad de esta jornada.
¡Bendito el cable que me traerá tu habla,
y la copa de vino que me embriaga!
Y aquí anclado del ocaso hasta el alba,
atravesando esta noche aciaga,
si no escucho tu voz hasta mañana
tu silencio será como una daga.
Agonizo al lado del teléfono
anhelando esa prometida charla,
me quedaré aguardando tus palabras
aunque sea lo último que haga.
...
Han pasado varios días... y nada
y el sepulcral silencio me taladra.
Por ahí sólo llama la ambulancia
cuando venga en mi búsqueda la parca.
Moriré al lado del teléfono,
si no haces pronto esa llamada,
¡Aquí te espero!¡Llama ya, mi amada!
O dentro de unos días... no oirás nada.
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© Rubén Sada. 21-07-2007
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