EXPLÓRAME, RECÓRREME...

Explórame...
como explorarías la desconocida luna
si hubieras sido mujer astronauta,
o como un pajarillo explora el cielo
cuando libre, escapa de su jaula.

Investígame...
como investigas una dura materia
antes de dar el valioso examen final,
o como se investiga una exacta réplica
para determinar si un cuadro es real.

Descúbreme...
como la primera nieve del invierno
que te asombra y emociona tus sentidos
como el primer “ajó” del bebé tierno
que alegra y maravilla tus oídos.

Condúceme...
como conduces tu automóvil de lujo,
pero no choques conmigo, que duele.
Hazlo con destreza, sin miedos ni tapujos,
evita cualesquier tipo de accidentes.

Pilotéame...
como pilotarías un avión de guerra,
con ímpetu, con ansias de triunfo,
con ganas de conquistar la tierra,
con armas para derribar los muros.

Sumérgete...
bucea mi mar interior bien profundo
entre bellos corales y pececillos de colores.
Descubrirás un maravilloso mundo
inundado de sentimientos y amores.

Navégame...
hasta llegar al límite del horizonte,
y descubrirás nuevas tierras prometidas,
donde solo susurraré tu nombre,
y serás entre muchas la escogida.

Esclavízame...
y conviérteme en tu cautivo obediente,
quiero ser conquistado por ti en plenitud.
Seré tu empleado, seré tu asistente, un sirviente
que prefiere vivir contigo en la esclavitud.

Recórreme...
de este a oeste, de norte a sur,
visita cada rincón de mi planeta,
y te serviré donde te halles tú,
y serás nombrada mi princesa.

© Rubén Sada. 18/01/2007