EL AMOR A TUS LETRAS

De tanto amor a tus letras
no me puedo despegar,
cuando comencé a leerte
no paré hasta el final.
Esa pluma desplegaba
en mí la curiosidad,
y en cada verso que hiciste
me animabas a volar.

La tinta me acariciaba
como al papel donde está,
y una dulce melodía
era la rima en verdad.
Cada estrofa era cadencia
con ritmo para cantar,
unas letras con sonidos
más bonitos que un zorzal.

De la mano caminamos,
hoy consonante y vocal,
y desde un poema escrito
nos recita el paladar.
De tanto amor a tus letras
se hizo el amor realidad
y nos pusimos de pie
ante Dios en un altar.

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© Rubén Sada. 19/06/2007