CUATRO PIEDRAS CONVERSABAN
Cuatro piedras se juntaron
en el banco de una plaza,
y dejando su mordaza
se pusieron a chismear.
De sus vivencias hablaron
experiencias que enriquecen,
escucharlas se merecen
y las he oído hablar.
Una empezó con la queja:
—Hoy me ha pateado un mal niño,
me hizo volar sin cariño,
¡pensó que eso era jugar!
Mi suerte ha sido compleja:
el niño estaba demente,
caí dentro de la fuente
y me hundí… ¡No sé nadar!—
La segunda piedra dijo:
—Yo tuve una mejor suerte
pues me salvé de la muerte
ahogada dentro del mar.
Un exnovio me maldijo
y me arrojó contra el viento
que vino en mi salvamento
y a la playa fui a parar.—
Y así clamó la tercera:
—Yo me salvé del perjuicio
de estar en un edificio
de altura espectacular.
El cimiento aún me espera
mas, la tierra no me quiere,
solo entierra lo que muere
y yo quiero perdurar.—
La cuarta piedra, en sigilo
secreto, nada contaba,
y en su interior fantaseaba
ser de una mujer, ajuar.
Un artesano tranquilo
la levantó y le dio lustre,
y la transformó en ilustre,
convirtiéndola en collar.
© Rubén Sada. 3/3/2024.
en el banco de una plaza,
y dejando su mordaza
se pusieron a chismear.
De sus vivencias hablaron
experiencias que enriquecen,
escucharlas se merecen
y las he oído hablar.
—Hoy me ha pateado un mal niño,
me hizo volar sin cariño,
¡pensó que eso era jugar!
Mi suerte ha sido compleja:
el niño estaba demente,
caí dentro de la fuente
y me hundí… ¡No sé nadar!—
—Yo tuve una mejor suerte
pues me salvé de la muerte
ahogada dentro del mar.
Un exnovio me maldijo
y me arrojó contra el viento
que vino en mi salvamento
y a la playa fui a parar.—
—Yo me salvé del perjuicio
de estar en un edificio
de altura espectacular.
El cimiento aún me espera
mas, la tierra no me quiere,
solo entierra lo que muere
y yo quiero perdurar.—
secreto, nada contaba,
y en su interior fantaseaba
ser de una mujer, ajuar.
Un artesano tranquilo
la levantó y le dio lustre,
y la transformó en ilustre,
convirtiéndola en collar.