FRÁGIL JARRÓN DE MI SER
Frágil jarrón de mi ser
que intenté llenar de flores,
para que emanen olores
gratos cada anochecer.
¿Por qué te fuiste a caer?
¡Te acaricié con mis manos!
Pero descuidos humanos
me dieron un bofetón,
y te caíste, jarrón,
quebrando sueños arcanos.
¿Por qué no te habré salvado
de caídas desastrosas?
¿Dónde estarán hoy las rosas
que en un tiempo te han llenado?
El aire te ha martillado
y te has rajado en su fragua,
volaste a un cielo de enagua
y el sueño que se esfumó,
el barro se lo bebió
y te dejó ya sin agua.
¿Quién fue el que quebró tus curvas
y agrietó tus cristalinos?
¿Quién fue el que calló tus trinos
y por qué mal te perturbas?
La iniquidad de las turbas
ha oxidado tu quehacer,
los matices rosicler
han vestido en gris al orbe,
y la corola no absorbe
la experiencia del ayer.
Viejo jarrón de mi ser
que desde tu porcelana
mirabas cada mañana
mi gorrión de amanecer...
Ya no sos mi neceser
y a las heridas derroto,
sobreviví al terremoto
y es mariposa mi oruga,
porque un beso que se fuga
vale más que un jarrón roto.
Vaso con piel de guijarro,
¡te venció la muerte adámica!
Tu fragilidad cerámica
me recordó que soy barro.
¡Cuántas rosas en tu jarro
bebieron agua bendita!
Hoy ninguna flor marchita
que apunte al cielo te queda,
y tu hueco solo hospeda
la hiel de la ausencia escrita.
que intenté llenar de flores,
para que emanen olores
gratos cada anochecer.
¿Por qué te fuiste a caer?
¡Te acaricié con mis manos!
Pero descuidos humanos
me dieron un bofetón,
y te caíste, jarrón,
quebrando sueños arcanos.
de caídas desastrosas?
¿Dónde estarán hoy las rosas
que en un tiempo te han llenado?
El aire te ha martillado
y te has rajado en su fragua,
volaste a un cielo de enagua
y el sueño que se esfumó,
el barro se lo bebió
y te dejó ya sin agua.
y agrietó tus cristalinos?
¿Quién fue el que calló tus trinos
y por qué mal te perturbas?
La iniquidad de las turbas
ha oxidado tu quehacer,
los matices rosicler
han vestido en gris al orbe,
y la corola no absorbe
la experiencia del ayer.
que desde tu porcelana
mirabas cada mañana
mi gorrión de amanecer...
Ya no sos mi neceser
y a las heridas derroto,
sobreviví al terremoto
y es mariposa mi oruga,
porque un beso que se fuga
vale más que un jarrón roto.
¡te venció la muerte adámica!
Tu fragilidad cerámica
me recordó que soy barro.
¡Cuántas rosas en tu jarro
bebieron agua bendita!
Hoy ninguna flor marchita
que apunte al cielo te queda,
y tu hueco solo hospeda
la hiel de la ausencia escrita.
A pesar de tu lesión
hoy te vine a prometer
que seguirás en mi ser
y en mi alma y corazón.
¡Cuánto queda en un jarrón
aunque no hay inflorescencia!
Se espeja en mi misma esencia
una flor en mi bohío,
y en el lote más vacío
siembro el amor como herencia.
Para consigna de Patricia Dajruch, “jarrón”.