LE PIDO, SU SEÑORÍA(JITANJÁFORA)
vengo a hacerle petición,
sin partido es mi canción
y con gran respeto a usía:
¡Si al delito no hay tutía, *
practique justicia ya!
Aplique la ley que está
escrita en la magna carta
y no sea un juez de cuarta,
mantantirulirulá.
Buen día, su señoría,
vengo a pedir con respeto:
¡Baje su martillo prieto
con valor y gallardía!
Condene la alevosía
del que se roba el maná,
no ama ni a su mamá
el lobo a cargo del hato,
no sea usted juez barato,
mantantirulirulá.
Recupere los millones
del colosal latrocinio,
si hay fraude en el escrutinio
encarcele a los bribones.
Imponga duras sanciones
o absuelto el vil quedará,
la justicia acabará
como se consume un pucho,
no sea usted un juez trucho,
mantantirulirulá.
Ante usted, su señoría,
suplico por su conciencia,
quiero darle esta advertencia
y perdone mi osadía.
Porque viví la agonía
del país del más acá,
y al califa Alí Babá
o Lupín, que fue su apodo,
que dijo “vamos por todo”,
mantantirulirulá.
Buen día, su señoría,
pido que escuche a este viejo.
¡Sus canas le dan consejo,
su lengua es sabiduría!
Sé de su gran bonhomía
y su proba autoridá,
pero hay una yarará
disfrazada de mujer,
que odia al tercer poder,
mantantirulirulá.
Buen día, su señoría,
desde un rincón de la grey,
pido que aplique la ley,
que usted tiene jerarquía.
Hay mucha bibliografía
en las Cortes de Alcalá,
no ha de ser un juez gagá
ni arcaico, rancio, vetusto,
ruego que sea un juez justo,
mantantirulirulá.*
© Rubén Sada. 10/05/2021.
* Mantantirulirulá es un recurso literario de la retórica, conocido como jitanjáfora: enuncia una palabra carente de sentido, apelando al ritmo y a la sonoridad de las voces para sugerir algún significado impreciso. Es utilizado mucho en la infancia como un recurso lúdico memotécnico.