Delitos y castigos, en Argentina |
DOSCIENTOS AÑOS NO ALCANZARON
Se tiñó el pabellón de rojo sangre
en la cruenta Argentina del pasado.
Sendos siglos de riñas y masacres
fueron pocos: los años no alcanzaron.
No alcanzaron, y no nos dimos cuenta
de lo estúpido que es hacernos daño,
de lo inútil de hacer la vida cruenta:
¡Si no estamos unidos, todo es vano!
Cada cual protegiendo su quintita,
que total no importaba la de al lado.
Lo que más preocupaba: la platita,
aunque luego no valga ni un centavo.
Una guerra equívoca en Malvinas,
una triste historieta, vulgar chasco,
gobernados por mentes asesinas,
y el fantasma: la guerra, que da asco.
San Martín soñó ver la patria libre,
Hernández, vernos juntos como hermanos.
Ninguno de los dos, de tal calibre,
verá el sueño, al fin realizado.
Excesiva inflación y mil saqueos
de ladrones, por leyes liberados.
Altibajos de un pueblo en zigzagueos,
y 'negocios' con firmas del Estado.
Sendos siglos de noche, negros días,
en que no distinguimos al tirano,
y tampoco entendimos todavía
al infame enemigo de este llano.
Para darnos idea de este encono,
poco y ‘nada es veinte años’, rezó el tango.
No alcanzaron las vidas de colonos,
ni bastaron, tal vez, doscientos años.
© Rubén Sada - 26/10/2010.