Ay, el amor, el amor;
Qué espinita dolorosa;
Que disfrazado de rosa
Después hunde su aguijón;
Y te deja el corazón
Igualito que una esponja...
Ay, el amor, el amor, el amor...
Fiebre azul que nos quema hasta el alma;
Cuando invade tu cuerpo su luz
Propiamente te vuelves guitarra
Y diciendo ese nombre, eres tú,
Desvelada y nocturna calandria.
Ay amor, impiadoso amor;
No me importa morir en tus garras;
Si yo sé que tus brazos son cruz
De una ardiente pasión que desangra;
Todo vale si muriendo en ti,
Se renace con cada esperanza.
Día de los Enamorados
14 de Febrero de 2010
EMILIO PABLO