Relator:
Dos poetas se han disputado
el amor de una linda damita.
¿Quién se quedará con la cita?
¿Y quién de brazos cruzados?
Los versos son sus aliados
y la poesía, su artillería.
¿Ganará Fernando, el colombiano?
¿O Rubén Sada de Argentina?
¡Que comience la poesía,
que este desafío ha empezado!
DUELO ENTRE POETAS
Rubén Sada:
Aquí estoy yo, señorita
dispuesto a quererla mucho
porque a mi corazón escucho
y él será el que la invita.
Su mirada es dinamita
y yo soy fuego encendido,
usted es canción a mi oído
una bella musiquita...
Formemos una parejita
calentita en este nido.
Fernando Borda:
Y acá estoy yo, señorita,
el otro de su mismo cuento,
el enemigo del “otro”, el opuesto,
Némesis del anfitrión de su cita.
Del otro lado de la esquina
la espero a usted convencido,
para que se escape conmigo.
Y así entre la adrenalina
y una huida clandestina,
dejamos al "otro" aburrido.
Rubén Sada:
Yo tengo para ofrecerle
una pasión que la incita,
una cosa que la excita
sin ánimo de ofenderle.
A este hombre voy a vencerle
y aunque usted hoy no lo admita,
su pulso por mí se agita.
¡Lo que él intenta es un robo!
Usted es mi caperucita,
déjeme a mí ser su lobo.
Fernando Borda:
Señorita, yo, por otra parte
te ofrezco una idea exquisita,
una puesta de sol infinita
en primera fila desde Marte.
Mil besos que son obras de arte
y realizar tu fantasía favorita.
Así que ¿qué me dices Lolita?
Déjame cometer ese delito
No importa si el "otro" se irrita,
a ser mi cómplice te invito.
Rubén Sada:
Disculpa que también te tutee
pues entre amigos confiamos,
¿qué tal si tu y yo nos aliamos
y permites que yo te desee?
Si deseas que con vos pasee
no te prometo ir "a Marte"
pero sí que prometo "amarte"
más de lo que "él" se cree,
y con versos enamorarte
y que tu alma los saboree.
Fernando Borda:
Ya que entramos en confianza
te advierto en tono de sentencia:
No confíes en mi competencia
y no te confíes de esa alianza
que te promete a la vieja usanza.
Yo, desde mi Colombia te digo
con la precisión de un adivino
que amor como el mío no hay,
no lo hallarás en este argentino
ni en Urano, ni en Uruguay.
Rubén Sada:
Me gustaría irme contigo
pero la última decisión
cual femenina intuición
la tienes tú, y no te hostigo.
Fernando no es mi enemigo,
y espero decidas vos,
a cual eliges, de los dos,
si me eliges a mí, o a mi amigo.
Decídelo ahora, amor,
y te estaré agradecido.
Respuesta de la Señorita:
Señores, qué difícil decisión
ambos me han puesto a tomar.
A uno de ustedes podría rechazar
pero me han convencido aquí los dos.
Y por eso les haré una confesión:
De amores estoy media escasa,
pero a los dos aceptaré pues mi casa
es muy grande y yo los necesito:
a uno para regar las plantas
y al otro para cuidar los animalitos.
Relator:
¡Vaya sorpresa se han llevado
nuestros trovadores coloridos!
Terminaron muy sorprendidos
y ambos de brazos cruzados.
Varios versos malgastados,
sin vencedor ni vencido,
sin caperucita el argentino,
y sin cómplice el colombiano,
pero lo seguirán intentando,
y continuarán siendo amigos.
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Copyright Rubén Sada y Fernando Borda.
2006-2013. Dueto escrito el 04-10-2007
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