Mostrando las entradas para la consulta LA VIEJA CASA ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta LA VIEJA CASA ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

11 de mayo de 2007

LA VIEJA CASA

  
La Oma mi abuela

LA VIEJA CASA

"Oma, ¿por qué no vuelves a tu vieja casona?
Lloro al pensar que ya no te asomas."
Mis recuerdos atormentan mi mente,
pero hoy me alegra el verte nuevamente.

Veo las plantas de tu bonito jardín,
la luz blanca, pan casero y Mendicrim.
La sopa, en el plato con dibujos veo,
y la heladera que abrir no puedo.

Veo dulces de uva y de zapallo,
veo pollo, compota y strudel arrollado.
Veo la canillita secreta y misteriosa,
veo el piso de madera y el patio de baldosas.

Una pila de frazadas en la cama,
y mi abuela que teje y que me ama.
Veo el angosto y estrecho pasillo
y la escalera que sube al recóndito altillo.

Profundo y misterioso el sótano veo,
pero no bajo porque tengo miedo,
Veo toda clase de sillas y una gran mesa,
y en el sillón de mimbre, ya nadie se sienta.

Veo cuadros, cartelitos y almanaques,
son muy lindos, por favor, no los saques,
veo la vieja máquina de coser,
y gatitos cobijados por doquier.

Veo la vieja estufa a leña,
y veo que al 266 la Oma le hace seña.
Veo el garaje, lo veo muy grandote,
y yo jugando bajo la parra con los palotes.

Veo la absoluta paz de la mañana
veo la Vick, el Bálsamo y el Diana.
Veo la casa de mi tierna infancia
adornada de recuerdos y de nostalgia.

Veo la feria, en la calle, bulliciosa,
veo una tarde serena, hermosa.
Una noche de verano bajo la mora,
y en la noche de invierno un gato llora.

Veo mi pieza, la cocina y el baño,
y la ventanita, deteriorada por los años.
Veo un niño crecer, y una niña,
y a la Oma que entre ellos camina.

Acompaño a la Oma al almacén
y ella me lleva a Tristán Suárez en el tren.
Veo el viejo tronco, firme y concreto,
cerramos la puerta con el pasador secreto.


“Oma: quiero volver a verte, ser un niño,
pues vos me diste muchísimo cariño.
Oma: mirá el calendario, ¿lo ves?
Maldigo el 6 del 6 del 76.”

Por mi garganta saliva ya no pasa
al pensar qué fue de la vieja casa.
Mas me consuelan el verte nuevamente
y estos recuerdos que acuden a mi mente.


©
RUBÉN SADA - ARGENTINA - 16-09-1979-

Escrito al cumplirse 3 años del fallecimiento de mi abuela ocurrido la fatídica noche del 6/06/1976. “La Oma”, mi adorada abuela... ejerció una muy fuerte influencia en mi personalidad, por haber pasado mucho tiempo con ella, y por todo el amor que me dio desde muy chico. Fui el único nieto varón hasta 1972, entre todas sus nietas, mis queridas primas y mi hermana. Esta poesía fue hecha en base a los recuerdos de la vieja casa en la que viví de muy niño hasta los 5 años de edad, ubicada en Bernal, describiendo todos los detalles de mi infancia que me venían como un flash en los momentos de estar en absoluta soledad del encierro en el calabozo, donde no podía hacer mucho más que vivir de recuerdos. Al estar esta poesía guardada celosamente por escrito, hoy vuelven a mi mente todos los recuerdos de la vieja casa y de mi amada abuela, la Oma.

En esta foto panorámica, la Oma (centro) con sus 3 hijas, yernos y nietas y... ¡adivinen quien soy yo! (abajo a la izquierda, je je je)


Original de este poema, escrito en la clandestinidad del calabozo en 1979, con letras milimétricas.
Magdalena Mutter; Ana Mutter; Catalina Mutter (mi abuela).



3 de diciembre de 2019

VIEJA CALLE RIVADAVIA (de Juan Arrestía – Por esas calles de Quilmes)



VIEJA CALLE RIVADAVIA

I
Rivadavia más o menos
del 25 al 40,
todavía se comenta
de nostalgia el cuore lleno.
Cuando había terrenos
en esa arteria querida.
Lógicamente la vida,
con su eterno caminar,
cambia todo de lugar
y al progreso nos convida.
II
Pero aunque uno lo quiera
los recuerdos nos dominan,
aún creo estar en la esquina
campaneando la diquera.
Muchachita quinceañera,
los domingos por la noche,
cuando no andaban los coches
y de una a la otra punta,
tratábamos de ir en yunta
dando amorosos reproches.
III
De cuando el corso doblaba
por Mitre hasta Olavarría,
y el Clown nunca se aburría
pues Colombina lo amaba.
De cuando se intercambiaban
esos ramitos de flores,
y mil promesas de amores
escuchaba la princesa,
que lucía su belleza
en el palco de colores.
IV
Cuando “mamá” y la vecina
a ese corso nos llevaban,
y por 5 nos compraban
rollitos de serpentinas.
Las sillas de la cocina
poníamos junto al cordón,
lejana y bella visión
de carnavales pasados,
que en el recuerdo han quedado
pero firmes de emoción.
V
Recuerdan muchachos de antes
al salir de la Colón
en cruz con la Exposición
el almacén de Durante.
Pa’recetarte un calmante
justito enfrente Dorado,
los chops que habrás tomado,
te acordás Oscar Damiano
con Adrogué, mano a mano,
allá en el Maxim sentados.
VI
Semáforos no existían
en esa esquina bendita,
un botón en la garita
el tráfico dirigía.
En el quiosco nos vendía
Garufi los cigarrillos,
ya entraba a vender anillos
Butín en la librería,
y Persichini cosía
pa’darle a las pilchas brillo.
VII
La pizza del Tropezón
con porciones de fugazza
que llevábamos pa’casa
al terminar la función
del viejo cine Colón.
Otro crimen del progreso,
yo no la bronco por eso,
pero a veces de pasada
le tiro de madrugada
el más rante de mis besos.
VIII
Cuántas damas del lugar,
en ese tiempo pebetas,
pasaban por la Silueta
pa’hacerse fotografiar.
En la Casa Nina entrar
a buscar el par de lentes,
siempre atento y diligente
vendiéndonos las camisas,
estaba José Camicia
atendiendo a sus clientes.
IX
Una altura que da susto
hay al llegar a la esquina,
si se habrán vestido minas
allá en la tienda El Buen Gusto.
En la otra vereda justo
el almacén Merediz,
época linda, feliz,
donde también tuvo brillo
el quiosco de cigarrillos
del padre de Kontomich.
X
La antigua Mina de Oro
y de Sabri La Ben Hur,
que aquí por la zona Sur
tallaban en tiempos de oro.
Rivadavia, que hoy añoro,
cuando aún te ensuciaba el barro
y en la Bouquet un par de tarros
los pagaba 7 mangos,
y eran compases de tangos
cuando los carros pasaban.
XI
Y la farmacia de Roca,
el crédito radical,
que supo ser caporal
en épocas como pocas.
No caminaba la coca
ni cítricos envasados,
empanadas, vino, asado,
por esos tiempos corrían,
y Chorroarín nos barría
la calle de lado a lado.
XII
Justo en la esquina de Alvear
estaba el café de Viola,
donde afinaba la gola
Pancho Roumieu pa’cantar.
Como invitándote a entrar
don Pánfilo con su tienda,
aflojándote las riendas
ya Fornabaio vendía
billetes de lotería
pa’el Ministerio de Hacienda.
XIII
El viejo cine Sarmiento
donde ahora está el Rivadavia,
cuando lo bancaba Palla,
fotógrafo del momento.
Si me parece que siento
el timbre cuando anunciaba
que la función comenzaba,
y pegada en la pared
la foto de Mae West
y Tom Mix que galopaba.
XIV
La iglesia frente a la plaza
donde con gran emoción
yo tomé la comunión
en esa sagrada casa.
La vida que pasa y pasa,
no ha conseguido borrar
el beso que supo dar
mi madre aquella mañana,
clara, límpida, lejana,
que jamás podré olvidar.
XV
La escuela Nº 1
donde cursé el sexto grado,
los años que allí he pasado
en mis recuerdos acuno.
No he visto más a ninguno
de aquellos, mis compañeros,
la maestra de tercero,
la Fracuellí, la Mariana,
qué lindo sería mañana
volver a estar en primero.
XVI
La Municipalidad
en la esqiuna de Sarmiento,
donde hombres de talento
bregaron por la ciudad.
Hoy te sobra autoridad
mi vieja calle quilmeña
para gritar que sos dueña
de una hermosura sin par
muy difícil de igualar
en esta zona sureña.
XVII
Rivadavia de un pasado
romántico y emotivo,
son los versos que te escribo
por el cariño inspirados.
Cuando me lleve a su lado
la que a todos nos iguala,
cuando se quiebren las alas
del gorrión que hay dentro mío,
perdurará el albedrío
con el cual canté tus galas.
Juan Arrestía (de su libro POR ESAS CALLES DE QUILMES)


14 de mayo de 2014

VERSOS PARA MI VIEJA (Poema en décimas, para el día de la madre, de Juan Arrestía)

poema día de la madre, décimas para mamá


VERSOS PARA MI VIEJA

I

Sí, muchachos, pa' mi vieja
quiero decir unas cosas,
como un manojo de rosas
que mi espíritu reflejan.
Les voy a hablar, si me dejan,
con todo mi corazón
y decir con emoción
pa' esa viejita ¡mi mama!
que ahora estará allá en la cama
pensando en mí con pasión.

II

Pa' esa vieja que al no verme
en la catrera durmiendo
entre ella se está diciendo
lo que podrá sucederme.
Pa' esa vieja que no duerme
tranquila mientras no llego
y sólo encuentra sosiego
cuando la puerta abro yo,
y me dice: ¡por favor!
¡Si fueras chico, te pego!

III

Pa' esa vieja que al salir
nos sonríe con dulzura
y pregunta con ternura
¿a qué hora vas a venir?
La que sabe presentir
lo que a su hijo le pasa
que no salimos de casa
sin antes recomendar,
cuídate por donde andás
y al decirlo nos abraza.

IV

Pa' esa vieja que si andamos
alguna vez en la mala
siempre el mango nos resfala
pa' ver si nos arreglamos.
Pa' esa viejita a quien damos
tanto dolor de cabeza,
que es todo alma, nobleza,
sacrificio, abnegación,
cariño, dedicación,
sentimientos y pureza.

V

Pa' esa vieja que nos plancha
la raya del pantalón,
como filo de facón,
pues pa' eso tiene cancha.
Que no deja ni una mancha
en la pilcha dominguera,
que en esas noches fuleras
en que el frío es una fija,
nos pone doble cobija
pa' abrigar bien la catrera.

VI

Pa' quien pone esa gotita
de colonia en la solapa
y nos regala de yapa
un beso de su boquita.
Pa' esa santa viejita,
muchachos, yo quise hablar
y en estos versos
dejar toda mi alma de reo
pa' esa mujer a quien veo
cual Virgen en un altar.

VII

Pero, si yo estoy hablando
y casi no me doy cuenta
que ya pasé los cuarenta
y mis sienes van blanqueando.
La vida nos fue llevando
por lugares diferentes,
tengo arrugas en la frente,
aquel muchacho no soy
y cuando a mi casa voy
mi viejita se halla ausente.

Juan Arrestía

6 de febrero de 2020

MI ABUELO MARTÍN



MI ABUELO MARTÍN

💝💝 
Mi abuelo hizo un largo viaje, 
con la fe como maleta,
puso confianza en su meta
y el valor fue su equipaje.
Con solo lo puesto: un traje
modesto pero romántico,
la esperanza fue su cántico
mirando treinta crepúsculos,
venciendo miedos mayúsculos
al cruzar por el Atlántico.
💝💝

Mi “Opa” huyó de los Balcanes
y de la Pequeña Entente,
fue bastante inteligente
porque tuvo buenos planes.
En Weimar hubo desmanes,
crisis, hambre, recesión,
él tomó una decisión
y se subió al primer barco,
rezándole al cielo zarco
que le diera salvación.


💝💝
Atrás apuntó la popa 
del buque Cabo Polonio,
puso proa al matrimonio
y se despidió de Europa.
¡Qué intrepidez la de mi “Opa”! 
Señal de su madurez,
solo manos y honradez
sembrando lo que germina
vino a América, a Argentina,
en mil nueve veintitrés.  
💝💝
Al que viene a trabajar
cuesta mucho el desarraigo,
gracias a esta historia extraigo
lo valioso del sembrar.
Luego vendrá el cosechar
la prosperidad mejor,
y si hay riqueza interior
junto a buenos sentimientos,
desparramarán los vientos
las semillas del amor.
💝💝 
 
Y ahora viéndolo estoy,
proveniente desde Hamburgo,
hoy que en mis raíces hurgo
buscando saber quién soy.
Al siglo pasado voy
navegando en el recuerdo
que llega difuso, lerdo,
buscando alguna lección
y el buque del corazón
lo ancla de mi lado izquierdo.
💝💝
Diestro para la madera
fue un incansable armador,
y a su babor y estribor
cada brazo un remo era.
Pues remó su vida entera
con esfuerzo y sacrificio,
y trabajando en su oficio
pudo cosechar un gajo
del fruto de su trabajo
y comer del beneficio.
💝💝 

Industrioso con tan poco,
se alegraba con el czardas,
merecía las cucardas
de un inventor casi loco.
De su habilidad evoco
que hay ingenio en su pañol,
y con su azul overol
fue un ejemplo de persona,
obrero y rey con corona,
don Martín fue cielo y sol.
💝💝
Él estuvo al lado mío
al dar mis primeros pasos,
de bebé me tuvo en brazos
abrigándome del frío.
Y cuando quise hacer lío
fue él que me protegió,
con sus brazos me cuidó
como un héroe o un titán,
es que tuve un “Supermán”
o es que así lo veía yo.
💝💝
Un banco largo es caballo
que este caballero monta,
la flor del tilo remonta,
la arrojo, cae y la hallo.
Un tango silbado ensayo
al bajar la escalerita,
lo bailado ¿quién me quita?
La fiesta es ardua tarea,
y mi prima saborea
néctares de campanita.
💝💝
¡Qué rico el pan alemán  
tostado en rodaja fina!
La familia en la cocina
con los Della Savia y Ban.
Los Sada en la parra están,
en el patio de este templo,
yo corro al frente y contemplo
desde atrás del vitreaux cuando
sus flores siguen clamando:
Nomeolvides, soy tu ejemplo”.
💝💝
Ejemplo que es un legado
que ha marcado mi ADN,
mientras da gracias “mi nene”
de que su abuelo lo ha guiado.
¡Qué feliz y qué agraciado
es mi espíritu jovial,
que hoy florece mi rosal
mientras vuelvo con ahínco
a Pringles sesenta y cinco
de la ciudad de Bernal!


💝💝
A mis seis años, se fue,
yo era apenas un chiquillo,
no llegaba ni al banquillo
y al verlo mucho lloré.
Porque no entendí por qué,
si acaso fue mala suerte,
pero al verlo blanco, inerte
se perturbó mi conciencia,
fue mi primera experiencia
en ver de cerca a la muerte.
💝💝
Hoy seco mis lagrimales  
y este homenaje le canto,
a mi abuelo que fue tanto
le escribo estos decimales.
Versos motivacionales
que son ejemplo de lucha,
nos proveen ciencia mucha
y aunque no puedan hablar,
atención le hemos de dar
con una mente que escucha.
💝💝
Quisiera oír su palabra,
quisiera aprender de él,
florecer en su vergel
con labor que su amor labra.
El tiempo es broma macabra,
y a todos nos lleva el Hades,
inexpertas mocedades
hemos de oír el consejo:
“que es de la boca del viejo
de ande salen las verdades.”
💝💝💝💝💝


© Rubén Sada. 4-02-2020. En el 53ª aniversario del fallecimiento de mi abuelo Martín. Con agradecimiento a mis primas por ayudarme a revivir algunos magníficos recuerdos de mi infancia. OpaEn alemán se le dice al abuelo.


https://rubensada.blogspot.com/2007/05/la-vieja-casa.html


Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

Invitame un café en cafecito.app