VERSOS PARA MI VIEJA
ISí, muchachos, pa' mi vieja
quiero decir unas cosas,
como un manojo de rosas
que mi espíritu reflejan.
Les voy a hablar, si me dejan,
con todo mi corazón
y decir con emoción
pa' esa viejita ¡mi mama!
que ahora estará allá en la cama
pensando en mí con pasión.
II
Pa' esa vieja que al no verme
en la catrera durmiendo
entre ella se está diciendo
lo que podrá sucederme.
Pa' esa vieja que no duerme
tranquila mientras no llego
y sólo encuentra sosiego
cuando la puerta abro yo,
y me dice: ¡por favor!
¡Si fueras chico, te pego!
III
Pa' esa vieja que al salir
nos sonríe con dulzura
y pregunta con ternura
¿a qué hora vas a venir?
La que sabe presentir
lo que a su hijo le pasa
que no salimos de casa
sin antes recomendar,
cuídate por donde andás
y al decirlo nos abraza.
IV
Pa' esa vieja que si andamos
alguna vez en la mala
siempre el mango nos resfala
pa' ver si nos arreglamos.
Pa' esa viejita a quien damos
tanto dolor de cabeza,
que es todo alma, nobleza,
sacrificio, abnegación,
cariño, dedicación,
sentimientos y pureza.
V
Pa' esa vieja que nos plancha
la raya del pantalón,
como filo de facón,
pues pa' eso tiene cancha.
Que no deja ni una mancha
en la pilcha dominguera,
que en esas noches fuleras
en que el frío es una fija,
nos pone doble cobija
pa' abrigar bien la catrera.
VI
Pa' quien pone esa gotita
de colonia en la solapa
y nos regala de yapa
un beso de su boquita.
Pa' esa santa viejita,
muchachos, yo quise hablar
y en estos versos
dejar toda mi alma de reo
pa' esa mujer a quien veo
cual Virgen en un altar.
VII
Pero, si yo estoy hablando
y casi no me doy cuenta
que ya pasé los cuarenta
y mis sienes van blanqueando.
La vida nos fue llevando
por lugares diferentes,
tengo arrugas en la frente,
aquel muchacho no soy
y cuando a mi casa voy
mi viejita se halla ausente.
Juan Arrestía