22 de agosto de 2016

UN CUENTO DE LA EDAD MEDIA

Castillo del Bellver, donde estuvo preso el escritor Baltasar Melchor Gaspar María de Jovellanos


UN CUENTO DE LA EDAD MEDIA

  —“¡Prendedlo !” ˗Ordenó imperativamente el caballero medieval a sus lanceros, fornidos guerreros, que lo tenían rodeado.
El poeta no tuvo temor cuando lo arrestaron, arrojándolo luego a un calabozo donde pasaría muchos años preso.
Allí dentro se le pasaría la vida, con la única tarea de “escribir sus pensamientos”. 
Su cuerpo estaría preso, pero sus ideas volarían en libertad afuera de los barrotes y se transformarían en unas cerillas que propagarían su fuego en el bosque.
Aunque escritas en cautiverio, sus ideas “prendieron”.
Un fósforo puede estar preso en una caja, pero cuando el mismo es prendido, puede iluminar…
… O causar un incendio.
Nunca había sido tan equivocadamente cierto el mandato del caballero medieval a sus soldados: “¡Prendedlo!” Pues fueron esas ideas la luz brillante que propagó en otros el fulgor que puso fin a la “edad del oscurantismo”.
Sus letras causaron un incendio.
Al “prenderlo”, “encendieron” una antorcha.

©Autor: Rubén Sada.


20 de agosto de 2016

DISFRAZ DE PALOMA

DISFRAZ DE PALOMA

Vestidos de palomas, tus halcones
han rapiñado la esperanza cierta,
embargando ilusiones que hoy son muertas
nos defraudaste en miles de millones.

Peste fue tu corrupción, aunque encubierta,
y derramaba sangre a borbotones,
tus socios jueces besan a bribones
con lenguas mentirosas muy expertas.

¿Por qué estúpida causa enriqueciste?
¡Si no tendrán bolsillos tus mortajas!
¿Por qué robaste y lo guardaste en cajas?

¿Por qué en negocios turbios te envolviste?
¡Sol de una nueva república se asoma
y hoy se ve bien tu disfraz de paloma!

Rubén Sada - 20-08-2016


17 de agosto de 2016

Y MI NIÑO LLORÓ (de Néstor Loza)


Y MI NIÑO LLORÓ 

(Al niño interior de cualquier adulto)

Las lágrimas que lloró mi niño
riegan nutrientes en las raíces
del hombre, fecundo cariño,
emblemando la vida con matices.

Es la esencia que sublima

gestando amor de la terneza
quedando para siempre plasmada
la fusión de ambos con certeza.

Es la transfusión incorporada

que brinda al hombre con grandeza
riquezas de vida generada,
a través del niño: la pureza.

Espero recibas el legado

y proyectes luces de tu cabeza,
y recuerda, estoy incorporado
para hacerte cumplir la promesa.

¡Oh, niño! Dame tu sonrisa pura.

Ya no soporto esta impiedad,
temo hundirme en la locura
rodeado de tanta perversidad.

Sólo en el mundo de los niños

existe lo hermoso: su bondad.
El hombre perdió el equilibrio
también va perdiendo su verdad.

Y mi niño lloró su gran dolor,

no cree en todo lo que sucede.
Nació en un mundo de amor
y no podrá vivir con ustedes.

No olvides este cometido,

es la misión a cumplir del niño.
Yo te regué y hemos crecido
succionándome todo el cariño.

Si al nacer hubiera percibido

que este mundo ya no servía,
seguro que, de haber podido,
en otro planeta yo estaría.

Autor: Néstor Loza 

(Quilmes, Bs.As. Argentina)

16 de agosto de 2016

EL HUEVO DE LA SIERPE (soneto)


EL HUEVO DE LA SIERPE


La sierpe incuba. El nido ya zozobra.
Disfraz de paz tiene el control de masas.
Mientras, no pueden achicar las tasas
de honda miseria en el que nace y sobra.

Duerme silente el huevo de la cobra,
y el iracundo desovar se aplaza,
sangre y dinero forman la argamasa
sin libertad en esta vil maniobra.

El mustio germen de este gran reptil
sobrevivió el embate de centurias,
gestando con violencia, rabia, furias,

sus réplicas genéticas de a mil.
Su avarienta matriz, obscena de herpes,
está incubando el huevo de las sierpes. 

©Rubén Sada. 16-08-2016




11 de agosto de 2016

LA ANTESALA DEL ADIÓS


LA ANTESALA DEL ADIÓS


Cuando el achaque se instala
en el viaje de regreso,
dolorido sufre el hueso
que a la tierra se regala.
Pero existe una antesala
antes de esa despedida,
vocación comprometida
con la ciencia y con Dios,
la antesala del adiós
le prolongará la vida.

Viene bien darse una vuelta
por esta blanca antesala,
hacer una corta escala…
y la molestia: ¡resuelta!
La salud quedará esbelta,
si algún tornillo se afloja,
y una humana paradoja
se arreglará en la camilla:
o le indican la amarilla,
o sacan tarjeta roja.

La antesala del adiós
nuestro respeto merece
y a todo aquel que padece
le dan curación veloz.
Jura el médico ante Dios
un juramento hipocrático,
de no comportarse apático
cuando peligra la vida,
mitigar dolor y herida
y algún caso problemático.

Un positivo reporte
en sitios de ambiente tibio,
donde encontrar el alivio
y poder mirar al norte.
Si uno no halla el pasaporte
al sombrío más allá,
mimado amanecerá
entre enfermeras amables,
con mangueras y unos cables
que lo traerán más acá.

Y si el adiós no es pa’ uno
y la osamenta repunta,
una receta le apunta:
“respete dieta y ayuno”.
Y el galeno, que oportuno,
su indicación clara enmarca,
lo manda pa’ su comarca
y usted se pone feliz,
volverá a casa en remís,
si aún no lo halló la parca.

A la noble vocación
que viste de blanco traje,
va mi sincero homenaje
que brota del corazón.
Quien arriesga su pulmón
y en su mano amor anida,
en la lucha bendecida
ha de merecer loor...
¡La bendición del Señor
llegue a tener en su vida!

© Rubén Sada, 10/08/2016.



9 de agosto de 2016

ESCALONES DEL MEDIO (Cuento premiado, escrito por Rubén Sada)

Escalones del medio, cuento de Rubén Sada

ESCALONES DEL MEDIO

Era una escalera que se sentía útil a todos, pues gracias a ella las personas podían alcanzar sus objetivos, por altos que estuviesen.
Sus escalones estaban contentos de ser lo que ellos eran, simples escalones, pero como un grupo, formar parte de la escalera, cada uno con una posición asignada en la misma. Los de más abajo eran los primeros en ser usados y además eran los más usados, por estar cerca de "la nada", el suelo. Los escalones del medio también estaban contentos, porque habían crecido algo y ya no estaban tan cerca del piso, siendo el nexo entre los escalones de abajo y los superiores… que eran el objetivo final de quien subía a la escalera.
Pero un día, el escalón de más arriba, orgulloso de su posición, empezó a vanagloriarse de ser el superior. Se manifestaba contento de haber alcanzado una posición bien alta. Empezó a jactarse de no estar en el nivel "inferior" de los otros. Y hasta decía “yo estoy aquí porque me lo merezco, trabajé mucho para lograrlo” y aseguraba... “nadie me va a sacar de ser el primer escalón, mientras esta escalera esté viva”.
El escalón más alto se sentía “el supremo”, muy cerca del cielo. Era algo así como un pequeño dios, al que los demás escalones consideraban “el gran escalón, el más alto”. Lo veían como inalcanzable.
Desde su posición encumbrada miraba para abajo, y decía “aquí las cosas se harán como digo yo, porque soy el escalón superior”. Entre los métodos que el escalón “supremo” utilizaba para frenar la iniciativa y menguar  ánimo en los otros, estaban: El ridiculizarlos en público, el hacerlos sentir mal para que siquiera se animaran a moverse del sitio que se les había asignado. Exhibía desmedidamente sus "blasones" de ser "el primer escalón”.
Así fue que los escalones inferiores y los del medio, escuchando estas declaraciones comenzaron a murmurar entre sí: “¿Quién se habrá creído éste? ¿No se da cuenta que está arriba de todo gracias a nosotros?” Y en verdad era así, por supuesto, ya que no existiría nunca un escalón superior si no existieran los escalones inferiores. Además, los usuarios que quisieran llegar arriba, siempre lo harían “gracias” a la existencia de los escalones de abajo y luego a los del medio. El “gran escalón”, el más alto, empezó a ver en los comentarios de los de abajo una conspiración. Comenzó a sospechar de que algunos de sus compañeros de escalera le podrían quitar el puesto que ostentaba, que era su único orgullo.
Primero pensó: “Me desharé de los escalones inferiores, porque están cerca del piso, y no valen nada. No han crecido, no se han esforzado y por eso no tienen mucho valor”. Pero luego, al meditar bien en su estrategia, se dio cuenta que si eliminaba a los escalones de más abajo, la gente no podría utilizar la escalera, y ésta perdería su razón de existir.
Entonces vislumbró que "la amenaza" eran los escalones "del medio". Después de todo, los de abajo estaban suficientemente alejados él y aunque no tenían demasiado valor, tampoco representaban peligro, porque antes de llegar arriba deberían atravesar "el medio", mientras él estaría a tiempo de advertirlo.
Así, circunscribió su problema a "los escalones del medio". Estos habían crecido y seguían creciendo. Estaban tan cerca suyo, que eran la "verdadera amenaza de su liderazgo", atentando contra su posición de "supremo". ¡Había que eliminarlos! Había que impedir a cualquier costo que los escalones del medio sigan subiendo. Y al no existir escalones del medio, los de abajo de todo, de poco valor, no intentarían jamás escalar,  amenazando el “estatus” del "supremo". Los inferiores seguirían siendo igual de útiles para la escalera, pero sin riesgos para la seguridad del escalón “superior”.
Para cumplir su plan exterminador, comenzó a poner trabas para que los escalones del medio dejen de existir en esta, que ya consideraba era “su” escalera. Serruchó disimuladamente sus costados para que cuando los usuarios lleguen a alturas medianas, se sientan inseguros y con miedo desciendan a la "seguridad" de los escalones inferiores. Desde entonces, un abismo invisible comenzó a aparecer entre los escalones inferiores y “el gran escalón”, haciendo que poco a poco la escalera que tan útil había sido, se arrojara al galpón del abandono, como algo poco útil por carecer de los escalones del medio.
Ya descartada la escalera completa, el escalón superior comenzó a sentirse muy solo. Sus robustos  compañeros del medio no existían más. Añoraba el tiempo en que éstos eran el puente tan útil y necesario entre el piso de la nada y el cielo glorioso donde él había disfrutado estar y en el que se alcanzaba todo. Pero ya no había vuelta atrás. Los escalones del medio ya no existían más. Muy solos quedaron allí "el supremo" y "su séquito" de escalones inferiores, tirados y abandonados en el galpón de la inutilidad.
Moralejas:
1) "Las cosas se valoran recién cuando se las pierde".
2) "Es muy importante cuidar a los escalones del medio, no sólo a los de más abajo".
Autor: Rubén Sada

Este cuento recibió el "SEGUNDO PREMIO" en el "Primer Concurso de Cuento Corto del BANFIELD TEATRO ENSAMBLE." Muchas gracias a los firmantes y al jurado que intervino en la selección de los textos. [VER].

24 de julio de 2016

MI ÚLTIMO INVIERNO


MI ÚLTIMO INVIERNO

El sol quiere aparecer
y alumbrar la sinrazón,
adentro del corazón
quizá he de reverdecer.
Tal vez llegue a comprender,
aunque mi niebla sea espesa,
la mochila que me pesa
y así disipe congojas,
y yo escriba en estas hojas,
mi propia naturaleza.
❄️❄️❄️
¡Juventud e inexperiencia!
Aquí va mi gris reporte:
me subieron a un transporte
dando órdenes con demencia.
Violentando mi conciencia
que en los niños viene incluida,
siguen siendo triste herida
y aún me causan aflicción
dentro de mi corazón
los recuerdos de mi vida.
❄️❄️❄️
Recuerdos de un frío invierno
de mil nueve ochenta y dos,
preso, del asma y la tos,
historiando en mi cuaderno.
Maquiavélico gobierno
robaba el pan de la mesa,
aun con aires de grandeza
diezmaban por vil ganancia,
para pocos, abundancia,
y a otros bala en su cabeza.
❄️❄️❄️
El sol quiere aparecer
adentro del corazón,
mas, me nublan la razón
nubarrones del ayer.
No me puedo desprender
de esa violencia vivida
en mi nación, afligida
por tanto terror y guerra,
y a mi comprensión se aferra
¡el recuerdo de mi vida!
❄️❄️❄️
Sólo plata es la razón
del que administra y defrauda,
sólo importa si recauda,
no le importa la nación.
Su hipocresía en acción
fue ordenar, enardecida,
guerra estúpida, suicida,
para los hijos ajenos,
una guerra que condeno…
a todas luces perdida.
❄️❄️❄️
El sol quiere aparecer,
mas, las nubes lo acogotan,
mientras de mi mente brotan
aflicciones por doquier.
Jamás me podrá entender
quien la guerra no ha vivido,
si el sistema lo ha vencido
cuando obedeció al tirano
que engañó a su propio hermano
con un relato mentido.
❄️❄️❄️
Y así fue mi último invierno,
en mil nueve ochenta y dos,
pues luego me unió con vos
la paz de este amor eterno.
Con cariño sempiterno
mi mano a la tuya besa,
la madre naturaleza
nos entibia en un idilio,
y hoy en nuestro domicilio
¡nuestra primavera empieza!
❄️❄️❄️
El higrómetro en mis huesos
hoy me pronostica el clima,
pero el calor se me arrima
cuando a ti me unen tus besos.
Me olvidé de los tropiezos
del invierno en soledad,
y tengo, sin vanidad,
trofeos de haber vencido,
tú eres mi premio querido,
mi más preciosa beldad.
❄️❄️❄️
Y al fin nos alumbrará
el fulgor de la esperanza,
con el que firmé una alianza
que al frío mitigará.
Un sol nos bendecirá
dándole al invierno huida,
la aurora será encendida
ahuyentando al miedo interno,
a los recuerdos de invierno,
los recuerdos de mi vida.
❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️
© Rubén Sada. 24/07/2016.

30 de junio de 2016

MALÉFIKA LO VETÓ


MALÉFIKA LO VETÓ


Cuando el Congreso votó
el ochenta y dos por ciento,
cuando la Corte falló
el ochenta y dos por ciento,
MaléfiKa lo vetó
argumentando un gran riesgo,
¡que el Estado quebraría,
fue el mentiroso argumento!

Ella transgredió la Ley,
dictó más que el Parlamento,
y burlando a la Justicia
decretó un inicuo veto.
Un veto al pan de la mesa
de todos nuestros abuelos,
una horca, un genocidio,
un balazo en sus cerebros.

MaléfiKa los vetó
con soberbia y con despecho,
pero compró regalados
los campos santacruceños.
Comprando cientos de estancias,
del sur se apropiaron dueños,
para que nadie sospeche
pusieron a testaferros.

Al gobierno entraron pobres,
y millonarios se hicieron,
multiplicaron por mil,
sus fortunas y su acervo.
“No alcanza para pagar
el ochenta y dos por ciento”,
fue el discurso doce años
mentirosos cien por ciento.

Mientras tanto jubilados
de alta edad se fueron yendo,
sin cumplir sus ilusiones
transformadas en decretos.
Sin cubrir canasta básica,
ni para medicamentos,
los llenaron de mentiras
poniendo a Evita de ejemplo.

“Total, los viejos no votan,
molestan cada vez menos”.
La Ansés se encuentra quebrada”
y argumentos así obscenos.
Pero para darle al “Fútbol”
millones contribuyeron,
y a licitaciones falsas
miles de millones fueron.

Mentira que no hubo plata,
la hubo para enriquecerlos,
la hubo para crear casinos,
para bingos, vicios, juegos.
Hicieron licitaciones
con dolo y fraude en sus pliegos,
y con turbios negociados
aplicaron el cohecho.

Que la corrupción mató
nadie lo niega y es cierto,
robarle a los jubilados
fue genocidio encubierto.
Que me escupan en la cara
si en este tema les miento,
sé que algunos van a odiarme
mas, lo que digo es sincero.

¡Se la robaron, paisano!
Pueda ser que ahora cambiemos,
honrando a los jubilados
que al país su vida dieron.
MaléfiKa los vetó
al ochenta y dos por ciento.
Pueda ser que ahora por fin,
les paguen lo que es de ellos.

Rubén Sada. 29-06-2016




27 de junio de 2016

A MÍ NO ME ENGAÑAN

Ellos han robado al pueblo la mejor década económica de la Rep. Argentina, porque el producto de las exportaciones fue usado para enriquecer las fortunas personales de unos pocos políticos y funcionarios corruptos y sus amigos empresarios. 

 “Porque cuando tengo que cantar verdades
las canto derecho nomás, a lo macho,
aunque esas verdades amuestren bicheras
ande naide creiba que hubiera gusanos.

¡Por eso en el pago me tienen idea!
¡Porque entre los ceibos estorba un quebracho!
¡Porque a todos ellos le han puesto ‘la marca’!
Y tienen envidia de verme orejano.

¿Y a mí qué me importa? ¡Soy chúcaro y libre!
¡No sigo a caudillos ni en leyes me atraco!
¡Y voy por los rumbos clareaos de mi antojo,
y a naides preciso pa’ ser mi baqueano!”

(Fragmento de “El orejano”, de Serafín J. García Correa, de su libro  "Tacuruses" - Editorial Claridad - Montevideo – Año 1941, registrado como canción en SADAIC - Año 1966).

A MÍ NO ME ENGAÑAN


A mí no me engañan
payasos de teatro
que mienten campañas
de un falaz “relato”.
“Relato-Mentira”
que al pasar los años,
desnudó sus almas
de pútrido charco.

A mí no me engañan
con su negro engaño,
porque diferencio
lo negro del blanco.
Yo sé lo que es bueno,
y sé qué es lo malo,
distingo al oscuro
de quien pinta claro. 

Sé quién es lumínico
y quién me da asco,
diferencio a un “prócer”
de quien fue un “avaro”.
Pintaron “mesías”
a un héroe de barro,
cayó su careta
y resultó un bellaco.

A mí no me engañan
los sátrapas falsos,
que en golpe a la patria
le causaron daño.
Sus pieles de oveja
los disfrazan mansos,
pero son chacales
de hocico afilado.

Por más que ellos recen
a Dios desde un palco,
por más que sus rostros
sonrían al diario,
si son de alma negra
y están disfrazados,
su esencia es la misma:
la del mismo diablo.

Juran la bandera,
mas, son mercenarios
con vanas promesas
y disfraz de gaucho,
y cuando tuvieron
la firma en sus manos
sus cuentas en Suiza
dinero ocultaron.

Cantaron el himno
con sagrado canto,
traicionando al pueblo
con atroz desfalco.
Juraron la Biblia,
con faz de “cristianos”,
con grandes rapiñas
y sangre en sus manos. 

Su vil objetivo,
fue engrosar los Bancos,
traficar con drogas,
coimas, peculados,
de inicuos terruños
importar sicarios,
mafiosos, ladrones,
terroristas, narcos.

Luego con chicanas
ante los estrados,
coimearon a jueces,
fiscales, jurados.
Y absolvieron leyes
desde sus palacios,
mientras el hambriento
murió asesinado.

Me creen estúpido,
idiota y tarado,
festejan que al pueblo
lo habrán engañado,
mas, yo soy simiente
de un pueblo sagrado,
millones que luchan
contra los tiranos.

Y no me intimida
su accionar macabro,
no les tengo miedo
ni seré su esclavo.
Aunque me silencien
con balas el cráneo,
yo, desde mi tumba
seguiré gritando:

“¡Que no los engañen!”
“¡Despierten, hermanos!”
¡Sacúdanse el polvo
del corrupto avaro!
A mí no me engañan
pues no son honrados:
¡Su “cetro” y su “oro”
los he sepultado!

Rubén Sada. 24/06/2016




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