EL GUARDIÁN DE LAS ESPIGAS
Está tieso y no es de frío
y su silencio me espanta,
estoico, no se quebranta
y custodia al sembradío.
Me provoca escalofrío,
taquicardias y fatigas,
espanta aves enemigas
y ante él tiembla la tierra,
a los pájaros aterra
*el guardián de las espigas.*
¡Cachetada del destino
la que le tocó vivir!
De harapiento casimir
y apariencia de asesino.
Un zapallo mortecino
empalado en unas vigas,
que asusta hasta a las hormigas
del plantío y de la huerta,
y ante gorriones, va alerta
*el guardián de las espigas.*
No lo abate la tormenta
y está erguido ante las lluvias,
frente a sus amigas rubias
un fusil de palo ostenta.
Su pradera no está en venta
por millones ni por migas,
su mirada tiene ortigas
e intimida al usurero,
es más sheriff que un vaquero
*el guardián de las espigas.*
Y si intentan usurpar
viles ocupas la era,
rayos son su cabellera
y se fugan a su lar.
¿Cómo van a amedrentar
al gladiador de las trigas?
De plantaciones amigas
él es buen espantapájaros
y no sólo espanta pájaros,
*el guardián de las espigas.*
Cuando el labriego agiganta
de siembras su plantación,
él cuida más que un león
todo brote tierno o planta.
Mientras en silencio canta
de esperanza sus cantigas
pensando en esas barrigas
que esperan pan en la mesa,
y de vigilar no cesa,
*el guardián de las espigas.*
y su silencio me espanta,
estoico, no se quebranta
y custodia al sembradío.
Me provoca escalofrío,
taquicardias y fatigas,
espanta aves enemigas
y ante él tiembla la tierra,
a los pájaros aterra
*el guardián de las espigas.*
la que le tocó vivir!
De harapiento casimir
y apariencia de asesino.
Un zapallo mortecino
empalado en unas vigas,
que asusta hasta a las hormigas
del plantío y de la huerta,
y ante gorriones, va alerta
*el guardián de las espigas.*
y está erguido ante las lluvias,
frente a sus amigas rubias
un fusil de palo ostenta.
Su pradera no está en venta
por millones ni por migas,
su mirada tiene ortigas
e intimida al usurero,
es más sheriff que un vaquero
*el guardián de las espigas.*
viles ocupas la era,
rayos son su cabellera
y se fugan a su lar.
¿Cómo van a amedrentar
al gladiador de las trigas?
De plantaciones amigas
él es buen espantapájaros
y no sólo espanta pájaros,
*el guardián de las espigas.*
de siembras su plantación,
él cuida más que un león
todo brote tierno o planta.
Mientras en silencio canta
de esperanza sus cantigas
pensando en esas barrigas
que esperan pan en la mesa,
y de vigilar no cesa,
*el guardián de las espigas.*
Él no negocia ni cede
con hambrientos pajarillos...
—¡Mejor es que coman grillos!
¡Pero el trigo no se puede!—
De bondad su alma excede,
mas, sus manos son testigas
que no transa ante mendigas
aladas que picotean,
¡Señores, pasen y vean:
*El guardián de las espigas!*