*DIAMANTE*
Mi espinela fue carbón
cuando comencé a tallarla,
pero fue de tanto amarla
que la tallé en corazón.
Fui alumno de pizarrón
y un pincel sobre la tela
pintó la hermosa acuarela
que al carbón dejó bruñido,
soy feliz de haber pulido
*diamante por espinela.*
Mis décimas fueron toscas,
torpes, rústicas, incultas,
llenas de voces estultas
que atraen solo a las moscas.
Sus palabras eran hoscas.
Pero luego fui a la escuela
y el saberlo me consuela,
conocí a diez mil maestros
que me han cincelado, diestros,
*diamante por espinela.*
Mis estrofas fueron barro
porque es de él que estoy hecho,
desde el túetano hasta el pecho
tierra y agua hay en mi jarro.
Mas, como no despilfarro
meto a la piedra candela,
mi buril pule y cincela
todo término que escribo
y canjeo, mientras vivo,
*diamante por espinela.*
© Rubén Sada.
Pie forzado v.10 pertenece a Ariel Estenoz.