PORTAL A LA ETERNIDAD
ella se vio reflejada en la piel...
Y se atrevió, en viaje astral
a dar un paso de luz celestial.
Y al ingresar a un pasaje hacia el sol
fue matizando el vestido arrebol,
con la blancura del amor
y un toque de pasión.
Se olvidó del temor cuando puso sus pies
en el túnel de albor donde solo se entra una vez...
Disfrutando este viaje al eterno laurel
la poeta soñaba que su letra acuñaba
a través de la edad en la prístina luz del portal.
Mucho costó llegar allí,
diez mil espinas, ningún colibrí.
Poco dulzor, llanto a granel,
la sequedad de un marchito clavel.
y va emigrando hasta el céfiro astral,
y en el rubí de su ilusión
hay llamas de pasión.
Se olvidó del temor cuando puso sus pies
en el túnel de albor donde solo se entra una vez...
Disfrutando este viaje al eterno laurel
la poeta soñaba que su letra acuñaba
a través de la edad en la prístina luz del portal.
© Rubén Sada. 5/03/2023.