Cada cual hace un balance de su senda y trayectoria, dónde se alcanza la gloria y qué hacer que no la alcance. Ante todos una chance nos desafía y completa: tener “familia” es la meta donde el gozo se nos da, es mejor ser buen papá que creerse buen poeta.
Hoy camina mucha gente hacia un gran abismo oscuro, sacrificando al futuro en el altar del presente. Su esencia concupiscente es solo “vivir el hoy”, un propósito que estoy plenamente convencido de que deja destruido el iré, el fui y el voy. En este altar hedonista no importan las consecuencias, las acciones sin conciencias persiguen fin egoísta. De espíritu narcisista sus valores son un chiste, vales lo que conseguiste aun siendo en forma feroz, no le rinden cuenta a Dios que para ellos no existe. Su Biblia es la de Epicuro y al cristianismo profanan, gastan más de lo que ganan y se ocasionan perjuro. Viven siempre en el apuro y el mañana no interesa, solo llenan su cabeza de cualquier pasión purpúrea, filosofía epicúrea de errónea naturaleza.
“Vive el hoy, no habrá secuela” asegura el hedonista, y jamás fija la vista en el cielo en su rayuela. Con el ego se encarcela y en su fugaz existir no piensa en el porvenir ni es del efecto un amante, priorizando el instante sin que importe el devenir. El deseo se aglutina en “tener, tener, tener”, mas nada dice del “ser” ni del fruto que germina. Dedicando hemoglobina al vicio de acumular, sube el humo en este altar que acredita un holocausto para un moribundo infausto de frenético durar.
Ahí fue que te hablé de amor, en la ribera del cauce y apoyados en el sauce me diste el ‘sí’ triunfador. Coronó un suave estertor aquel juramento mío, y ocho lustros de amorío en que te nombro y me nombras, aún se mezclan nuestras sombras *con los murmullos del río.*
Como parte del aprendizaje del idioma rumano, ensayé esta hermosa canción típica rumana.
La fereastră cu gutuie
La fereastră cu gutuie,
Flori şi trandafiri,
Amintirea e şi nu e,
Flori şi trandafiri,
Dacă e, de mâini mă prinde,
Flori şi trandafiri,
Şi m-aruncă-ntre colinde,
Flori şi trandafiri.
Şi mă ninge, şi mă-ngheaţă,
Flori şi trandafiri,
Şi mă-nvăluie-ntr-o ceaţă,
Flori şi trandafiri,
Ca-ntr-un abur de lumină,
Flori şi trandafiri,
Şi mă uit-aşa-n grădină.
Flori şi trandafiri.
Arde focu-n paie ude,
Nimeni, nimeni nu m-aude,
Arde focu-n paie ude,
Nimeni, nimeni nu m-aude.
Ninge ca o deşteptare
Flori şi trandafiri,
Peste lume cu iertare,
Flori şi trandafiri,
Numai peste noi s-abate,
Flori şi trandafiri,
Un miros de răutate,
Flori şi trandafiri.
O ninsoare ca o zgură,
Flori şi trandafiri,
Ce ne minte şi ne fură,
Flori şi trandafiri,
Tot ce e şi tot ce nu e,
Flori şi trandafiri,
Şi fereastră cu gutuie.
Flori şi trandafiri.
Arde focu-n paie ude,
Nimeni, nimeni nu m-aude… (Bis)
Una invasión criminal dejó ya viente mil muertos, campos de trigo desiertos y destrucción material. Mientras de su rostro, sal se descarga en un alud solitaria y sin salud
“Ahorrar electricidad,” viene la orden de arriba, (quien la firma es quien la
esquiva, es la cruel ambigüedad). Su miserabilidad no tiene coto ni broche, para ellos va mi reproche con un grito a contraluz: *Nos piden que ahorremos luz* *y ellos practican derroche.* Ni bien nos abarrotaron con mil cosas automáticas, hoy dan órdenes maniáticas los que al país asaltaron. Nos fundieron, nos saquearon, robaron a troche y moche y hoy nos quieren en la noche clavándonos a esta cruz: *Nos piden que ahorremos luz* *y ellos practican derroche.* La fiesta es para quinientos,
y su banquete es de lujo. ¿Para el pueblo? ¡Amargo
orujo y ropaje de harapientos! ¡Qué fácil vencer a
hambrientos con mandamientos que arruinan! Mientras ellos se iluminan y si gastas te reprochan, *mientras ellos luz derrochan* *al pueblo se la mezquinan.*