ME PREGUNTO POR QUÉ
Yo todavía te quiero, pero no entiendo por qué.
Por qué, con mi alma en pedazos, quiero abrazarme a tus brazos,
mas, recibo un cachetazo, migajas de amor escaso.
Por qué te sigo queriendo, si sé que no me querés.
Yo todavía te quiero, mas, me pregunto por qué.
Por qué en vez de estar conmigo elegís de amigo el vaso,
y él es tu mudo testigo, desde el alba hasta el ocaso,
del taciturno fracaso de no unirnos piel a piel.
¿Te olvidaste del pasado, cuando a tu lado soñé?
Hoy tu cuerpo es tan esquivo, que me lo vas dando a plazos,
y el fl echazo de Cupido hoy pasó a ser cruel balazo,
que destruye nuestro nido con odio y desinterés.
En nuestro hogareño Edén, tú eras mi hermosa Jane,
de tu corazón fui dueño, y vivía en tu regazo.
Me quitás ahora el sueño, y en mi balance repaso
que de ser yo tu Tarzán, pasé a ser el chimpancé.
Nunca de ti yo escapé, y hoy no sé si duraré,
pues tu fuego ahora es hielo y se apagó, sin más caso.
Aquí en mi fosa en el suelo, no alcanzo a tu cielo raso,
y me pregunto si acaso, de nuevo te alcanzaré.
Yo todavía te quiero, pero no entiendo por qué.
Por qué vivo en tu rechazo, si me entrampaste en tu lazo,
y gozamos explosivos de emociones y chispazos.
Y aquí, de tu amor cautivo, sigo rendido a tus pies.
Yo todavía te quiero, mas, me pregunto por qué.
Por qué de un amor entero, hoy sólo quedan retazos,
y tu lengua no me besa, sólo pega latigazos...
Por qué te sigo queriendo, si sé que no me querés.
Rubén Sada. 6/02/2011.