Y CANTARÉ
a las cosas simples de la vida
a todo lo que no se olvida.
Cantaré a tu dulce sonrisa
a lo que vendrá, y a lo que se fue.
Cantaré al alba, cantaré al ocaso,
al triunfo y también al fracaso.
Cantaré al día y también a la noche
a la escasez de amor y a su derroche.
Y cantaré, cantaré
esperando que vuelvas a mi lado,
porque nunca te he olvidado.
Cantaré a tu blanca palidez,
a tus negros cabellos cantaré.
A los sueños y deseos de libertad,
Y también a la alegría y a la verdad.
Cantaré al entrar y también al salir,
y a todo lo que me hace sonreír.
Y cantaré, cantaré
al perfume que me hace recordarte
a las palabras que voy a hablarte.
A tus negros ojos cantaré,
a tus delicadas manos que tomé.
Cantaré a todos los colores,
y a todas las clases de flores.
Cantaré a la inmensidad de los mares,
cantaré como lo hacen las aves.
Y cantaré, cantaré
a la paz, dije paz y no guerra.
A la luna, al Sol y a la Tierra.
Al Ser Invisible cantaré,
a lo que se ve y a lo que no se ve.
Y les cantaré a todos los niños
porque los amo con mucho cariño.
Cantaré sin miedo ni espanto,
Cantaré sin tristeza ni llanto...
...Cantaré pues mi vida es un canto.
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© Rubén Sada - 11/08/1979