LÉEME
Tómame firme en tu mano,—dijo un libro a su lector—
léeme con mucho amor,
considérame tu hermano.
Diariamente, bien temprano,
áseme como la hiedra
verás que tu saber medra,
lee mi interior, solapa,
léeme de tapa a tapa,
“no me conviertas en piedra”.
Rubén Sada. 20/12/2018