23 de julio de 2017

MONOGRAFÍA DE ÁLVARO CELEDONIO CASQUERO

Álvaro Celedonio Casquero, "el payador proletario", de Bernal
Álvaro Celedonio Casquero, "el payador proletario", de Bernal

MONOGRAFÍA DE ÁLVARO CELEDONIO CASQUERO

 “Quien se vence a sí mismo, es poderoso”. (Lao Tzé, filósofo chino).

Va por Álvaro Casquero,
el payador de Bernal,
proletario de arrabal,
procurador del obrero.
Un payadoril guerrero,
junto a Aldo Crubellier,
dio un ejemplo en defender
a la mies desposeída,
y así transitó su vida…
sin hijos y sin mujer.

El “payador proletario”
vivió como un “Juan sin casa”,
con mensualidad escasa
y un reticente salario.
Su poesía fue el pan diario,
plegaria al desposeído,
luego exhortó al excluido
y en esto yo pongo un tilde,
le dijo hasta al más humilde
que “no se dé por vencido”.

Su ideal era el trabajo
y animar lectura, estudio,
y en un brillante interludio
moral, “lomo”, lomo y cajo. ([1])
Para subir al de abajo
dio el “saber”, que catapulta
a una existencia culta
y lo aleja de la ruina,
produciendo en Argentina
la benéfica resulta.

El contenido social
del ínclito ([2]) payador,
lo presentó con amor
de La Pampa hasta Bernal.
El muy temperamental
reaccionaba ante lo inicuo,
esgrimiendo el muy conspicuo
mensaje de la justicia,
nunca quiso por malicia
transitar atajo oblicuo.

Hasta que un día su cruz
fue tan pesada, y Casquero,
un veintiuno de enero
decidió apagar su luz.
Tanto fuego en su testuz
lo empezó a quemar por dentro,
el núcleo de su epicentro
fue un sol que causó ceguera,
muchas veces lo de afuera
maquilla lo que hay adentro.

Quien vive por los demás
no se olvide de sí mismo,
no sea que tanto altruismo
lo obligue a tragar agraz. ([3])
Astuto es ser perspicaz
y no darse por rendido,
el fracaso de un partido
no es sucumbir en la lona,
capitula el que abandona
y se declara vencido.

Autor: Rubén Sada.




[1]) Cajo. En las artes gráficas, pestaña que forma el encuadernador en el lomo de un libro sobre las primeras y últimas hojas para que quepan los cartones de las tapas.
[2]) Ínclito. Ilustre, insigne, conocido, destacado. 
[3]Agraz. Agrio, desagradable. Zumo de la uva inmadura. 
________________________

PAYADOR ÁLVARO CELEDONIO CASQUERO

Álvaro Casquero fue un excelente cantor nacional. Nació en Alpachiri, Prov. de La Pampa el 4/11/1929. Desde 1937 se afincó en Bernal, Prov. Bs. Aires. Excelente cantor de tangos, abrazó su vocación confrontando con los más grandes de su tiempo. Fue tío del también músico Ricardo "El Negro" Bársena. Comenzó por el oficio de repartidor de hielo, luego como delegado del personal en una fábrica, hasta que triunfó como cantante en la especialidad de payador. Trabajó junto a los grandes personajes de la música lírica argentina como Aldo Crubellier, a quien conoció por intermedio de Martín Castro, y en varias audiciones radiales en Radio Mitre, y televisivas en “La puerpería de Mandinga”, programa emitido por Canal 9 y bajo la conducción de Julio Marbiz, además de espectáculos teatrales como “Vuelven los payadores” de Rubén Pesce y “Crónica de arrabal” de Tabaré de Paula. En la década del 60 trabajó en el programa “Los Jueves Doble”, por Canal 9, junto a Aldo Crubellier, Guillermito Fernández, Virulazo y Elvira, y el eximio guitarrista Oscar Alemán, bajo la conducción de Roberto Galán.​ 
(Foto derecha)> 

Roberto Galán y Alvaro Celedonio Casquero
Roberto Galán y Alvaro Celedonio Casquero




En 1966 publicó su único libro al que tituló significativamente “JUAN SIN CASA”, el cual contenía varios temas de alto contenido social.
Trece años le bastaron a Casquero para proyectarse como uno de los mejores payadores de la República Argentina. En ese lapso, que corre entre los años 1962 y 1975 logró singular eco por el talento de sus improvisaciones.






Álvaro Celedonio Casquero


Aunque secundario, desde un punto de vista estrictamente poético, Casquero abundaba en dones para la guitarra y el canto. Cuando asumió la poesía repentista tenía 32 años, y su guitarra ya había deletreado temas nativos y ciudadanos: su voz había transitado por el folclore y el tango. De ahí arrancaban, seguramente, los recursos vocales y musicales que contribuían a su mayor esplendor, pese a que aún sin esos dones adicionales, su lirismo se hubiera mantenido en pie.
Lo distinguía un verso cuidado, fiel a los dictados de un tema antes que el mero consonante. También lo distinguía una formulación de imágenes sin estridencias. El canto momentáneo evitaba el ripio, prescindía de frases hechas y de rimas previsibles. Era, en los raptos más inspirador, poesía y no versificación rutinaria. Pero el lirismo no era el único mérito que exhibía.
Activo sindicalista, se presentó desde sus inicios como "El payador proletario". Temperamental, muchas veces irritable, defendió con su canto la causa obrera (era empleado del gremio del vidrio). Se suicidó el 21 de enero de 1975, a los 45 años de edad, resultado de un profundo cuadro depresivo que venía llevando hacía un tiempo.


Discografía: “A los mártires del trabajo”. “Orgullo de payador”. “Sin cuartel”, milonga junto a Carlos Pérsico. “¿A qué has vuelto?” “A todos”, vals junto a Carlos Pérsico (Ver a continuación). “Adiós a mi pueblo”, zamba. “Paisaje”, milonga. “Cuidado con el tigre”, vals. “Güeyita de mi pena”. “Está de más”. “A un joven amigo”, vals.

“A TODOS” 
(Vals, de Celedonio Casquero y Carlos Pérsico)

A todos los que sufren del mundo la injusticia
y cargan en la vida la cruz de su dolor
les traigo humildemente con mis sencillos versos
un mensaje sincero de fraternal amor.

A todos esos parias sin pan y sin abrigo
que vagan pesarosos llorando su orfandad
les traigo en mis canciones los ecos libertarios
que habrá de escuchar un día toda la sociedad.

A todas las mujeres madres, novias, y esposas
que luchan y trabajan, cuidando del hogar,
les dedico mi canto con el franco cariño
del hijo y del hermano que siente y sabe amar.

A los trabajadores que se han envejecido
forjando la grandeza de toda la nación
con ansia los estrecho, hermanos en mil abrazos
como estreché a mi padre contra mi corazón.

A todos esos jóvenes que van desorientados
sin cultivar en su alma la flor de un ideal
yo quisiera pedirles que lean y se instruyan
que piensen, que trabajen, y eleven su moral.

A todos los hermanos que habitan esta tierra
les pido que en la dicha como en la adversidad
se ayuden mutuamente ligando sus ideas
con lazos de respeto y confraternidad.


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VER MONOGRAFÍAS DE OTROS PAYADORES:

MONOGRAFÍA DE ROBERTO AYRALA

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