A SIXTO SILVA
Vino de Aldea Asunción
de estampa y porte señero,
y en su ropa de aparcero
ciñó su buen corazón.
Trabajo y dedicación,
hacen que esté muy bien visto,
servicial y siempre listo
y de palabras amables,
déjenme que yo les hable
del paisano Silva Sixto.
Recita y canta poesía,
presentando festivales,
da sus ánimos cordiales
contagiando la alegría.
Con estampa y gallardía
siembra el arte popular
que lo ayudó a remontar
de su autóctono Entre Ríos,
trayendo cálidos bríos
al escenario, su altar.
Sixto Silva honra el suelo
de nuestra patria infinita,
cultor es, de chamarrita
y que la canten, su anhelo.
Sus pájaros de alto vuelo
con melodía equilibro,
y al escucharla yo vibro
y esos pájaros me cantan,
los versos que más me encantan
los atrapó en este libro.
Un libro de colección
cuya riqueza es la vida,
experiencias convertidas
en poesía y en canción.
Toda su gaucha expresión
queda en décimas plasmada,
su humildad queda realzada
por su cultura y su acervo,
y monta con estos verbos
su máxima jineteada.
Mi admiración le adjudico,
y doy reconocimiento
a su elevado talento,
y este verso le dedico.
Mi “¡bravo!” se lo autentico
por su nobleza tamaña,
pues su vida es una hazaña
y de su experiencia estriba
que si más nieve hay arriba
más alta es una montaña.
Recuerdo de la presentación del libro de Sixto Silva, "LOS GARABATOS DE UN ENTRERRIANO". Va mi modesto reconocimiento a un gran exponente del tradicionalismo, residente en Quilmes.