REFUGIO
Soneto alejandrino
Un pájaro asustado metiose en una casa,
lugar desconocido, huyendo de un tifón,
colérica inclemencia, su vida en amenaza,
y abierta una ventana, entró por el balcón.
Un vendaval violento, tupida lluvia arrasa,
su nido habrá caído del fuerte ventarrón.
Atrás quedó el paisaje, su hogar, su bella plaza,
adentro hay buen refugio de calma y bendición.
Tan sólo una criatura, un pájaro pequeño,
buscó sobrevivir y emprendió rápida acción.
Entonces, ¿por qué insisten los hombres con empeño
en contra de la vida, con guerra y destrucción?
El sabio pajarillo se refugió en su sueño,
y huir de la tormenta logró su salvación.
Rubén Sada. 25/11/2014