Llega el alba muy deprisa,
migra la vida al volar,
y un millón de aves que trisan
me vienen a visitar.
Las saludo y mi alegría
les canta en mi despertar:
“Ibéricas golondrinas,
cuéntenme: ¿Adónde van?”
¿Van a Toledo y sus ruinas?
¿Van a Cádiz y su mar?
¿La furia de olas marinas
de Cantabria, elevarán?
¿Van a Navarra y Castilla,
cuna de lenguas sin par?
¿O vuelven a Boceguillas
a por su crujiente pan?
¿Van a los campos de encinas
a bellotas cosechar?
¿O a un bosquecillo de endrinas,
a preparar pacharán?
¿Van a Aranda y sus cantinas
de elixir tinto, manjar?
¿O a murallas granadinas,
y su Alhambra, sin igual?
¿Van a Valencia, Algeciras,
a Ceuta y a Gibraltar?
¿O a Compostela, Galicia,
y a Córdoba y Murcia van?
¿Van a Ávila y Segovia
maravillas de la “Edad”?
¿O al Alcázar de Sevilla
con asombro acudirán?
¿Verán gráciles flamencas
y al bailar les traerán
bellos “mantones de China
que les voy a regalar”?
¡Indíquenme, golondrinas,
cuéntenme adónde van!
¡Quiero volar con vosotras!
¡Quiero volar y volar!
Rubén Sada. 28/06/14
Golondrinas volando en el cielo matutino de Madrid 👉
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