11 de mayo de 2009

JUSTO AL CENTRO



córdoba argentina


Poema dedicado a la Provincia de Córdoba, 
y a toda su hermosa gente.

JUSTO AL CENTRO


Justo al centro de mi hermoso país,
hay un lugar más bello que el sol.
Está al centro, como dentro de ti
está en tu pecho tu hermoso corazón.

Amo a Córdoba, tus gentes, tu raíz,
amo tus paisajes en cualquier estación,
y desde Carlos Paz hasta Cosquín,
el San Roque será mi inspiración.

Justo al centro, como tu nariz,
por la que entra el aire a tu pulmón.
Aire limpio, que renueva el aire gris,
producido por la contaminación.

Ciudad mediterránea muy feliz,
el paraíso de una linda excursión.
De mi Argentina, sos el más bello tapiz,
la más bella acuarela en mi nación.

Justo al centro de este bello país,
promoviendo turismo y distracción.
Y desde el centro, Córdoba, repartís
fiesta, alegría, poesía y canción.

Rubén Sada, 10-05-2009
¡GRACIAS CÓRDOBA!


10 de mayo de 2009

LA MULTIPLICACIÓN DEL PARAÍSO



LA MULTIPLICACIÓN DEL PARAÍSO


Un mundo de paz, será plausible,
queriendo y amando al ser humano.
Un mundo de amor, es preferible,
a existir, guerreando entre hermanos.

Querría yo vivir en un vergel
como ése que Cristo prometía:
Donde no importe el tono de la piel,
y en paz, la especie humana viva.

Esta paz, que es tan preciado anhelo,
no existe en la sociedad moderna,
pues afuera yace el mundo enfermo,
optando encontrar la muerte eterna.

Afuera no hay luz. Un mundo oscuro,
donde el dólar, se adora en demasía,
con crisis de valores tan impuros,
tea errada en la noche oscurecida.

Afuera, aire y agua con cianuro,
y mucho smog que les provoca asfixia.
Un mundo sin Dios y sin futuro.
Un mundo de números, sin poesía.

Las grandes ciudades van creciendo,
y el Edén ansiado retrocede.
Los bosques se siguen destruyendo,
queda poco, que niño alguno herede.

¡Es en vida, que quiero el Paraíso!
¿De qué me valdrá cuando esté muerto?
¡De nada valdrá, ya cuando occiso!
¡No sirve la paz, sino es despierto!

Un bello paraíso en el futuro,
dirán que construirlo es utopía.
Si en armas no gastaran, lo aseguro,
hoy mismo una realidad sería.

Un parque arbolado, sol y cielo,
y pájaros volando con sus alas.
Que la paz nos cubra con su velo,
y nos dé tranquilidad al alma.

De paz, un paraíso como éste,
quiero ver de norte a sur, de este a oeste.
Qué pena es, que a algunos les moleste.
¡Hay que crearlo, cueste lo que cueste!

Empieza por ti, siendo apacible,
pensando en lo que por ti, Dios hizo.
Quizás, entonces sea posible
la multiplicación del paraíso.

Rubén Sada, 10-05-2009.


3 de mayo de 2009

SALDOS Y RETAZOS (de Héctor Gagliardi)


SALDOS Y RETAZOS
(de Héctor F. Gagliardi, 9 de enero de 1953.)

Señores dueños de tiendas
en nombre de los maridos
vengo con tono afligido
a pedirle que me atiendan,
que razonen y comprendan
si es humano y es honesto
que todos los pesos nuestros
que juntamos de a puchitos
se transformen en salditos
que no tienen cinco metros.

Por ustedes la ciudad
vive siempre acelerada
con mujeres apuradas
que no saben donde van,
pero se apuran igual
para gastarse a empujones
la plata de sus varones
que por verlas en primera
les quedan las billeteras
para guardar direcciones.

Por ustedes se inventó
la mar de palabras raras:
a una seda colorada
la llaman rayón bordó;
si el trapo es color marrón
le dicen tafeta habano,
si tienen como gusanos
es un shantung natural,
y ahora lo llaman voal
a un mosquitero floreado.

Ya nos tienen aplastados
con tanta liquidación,
cuando no es por ampliación
es por mes aniversario
o por venta preinventario
o porque están de mudanza
o la piqueta que avanza
o que le sobran retazos
y nosotros a los ponchazos
porque la plata no alcanza.

Uno sabe qué liquidan
porque lo ha visto en el diario
o lo escuchó por la radio,
pero se olvida enseguida,
pero ellas que en la vida
nunca tienen que ponerse,
te gimen cada S.O.S.
que hacen temblar al marido
y en el ropero hay vestidos
que se han puesto un par de veces.

Mientras ustedes señores
del metro y la tijerita
esperan a las visitas
como el gato a los ratones,
desparramando a montones
el sebo por las vidrieras
ellas pasan, se codean
miran, se van... pero vuelven,
y ustedes por ver si llueve
se asoman a la vereda.

Y pensar que a los clientes
los tratan como a las telas,
al principio con cautela,
tijerita suavemente,
para después de repente
shuummm!!! las desgarran de un tirón
pensando en la comisión
sin importarle un pepino,
del dolor de los maridos
que no entienden del chifón.

Si ellas van por un piqué
ustedes traidoramente
le muestran secretamente
un regio crepé shorgé
si no es penicó francés,
el que cae en la balanza
bajan un corte de organza,
diciendo en tono insinuante
queda este gris elefante
y un saldito de azul francia.

Y las pobres que han entrado
solamente por mirar
se empiezan a desmandar
y te dejan arruinado,
cuando el gross no es regalado
es un amor el satén
y van del azul pastel
al verdecito botella,
y la gracia es de que a ellas
lo caro le queda bien.

Y la papa es al regreso
cuando vos querés saber
cuánto gastó tu mujer
te contesta con un beso
después te rasca el pescuezo,
te acaricia la orejita,
te saca la pelusita,
te trabaja de ternura,
y te quedás en ayunas,
silbando la cumparsita.

Porque todo lo que has dado
se lo ha gastado en la tela,
así que aguantá la vela
que después vendrá el bordado,
que modista, que plisado,
que botones, que cuellito,
sin contar los zapatitos,
la cartera, el sombrero,
y los guantes que hagan juego,
y te regalo el jueguito.

Y pensar que en el civil
al llamarme el contrayente
entendí: Contribuyente...
pero igual dije que "Sí,"
y ella en lugar de aplaudir
entró a mandarse la parte,
que manera de engancharte
y pensar de que hay amigos
que te salen de testigos
el día que vas a ahorcarte!

Autor:
Héctor Gagliardi,
del Libro "El Sentir de Buenos Aires."

CELOS (de Héctor Galiardi)




CELOS

(Poema del extraordinario prócer de la poesía,
don Héctor Gagliardi, de Buenos Aires)

¿Hasta cuándo - te pregunto- vas a seguir con tus celos
o te crees que vengo a casa, para quererme amargar...?
¡Y no me andés olfateando, que yo no soy ningún perro
si hasta el perfume que llevo, vos misma me lo comprás...!

Y tomá llevate el saco y revisalo a tu gusto
que a lo mejor el pañuelo, tiene una mancha de "rouge"
y te aviso por las dudas, para evitarte el disgusto
que este número que tengo... ¡es del doctor Santa Cruz...!

Y apurate que te falta examinar la camisa
y analizá esta manchita... vas a ver que es de café
que lo tomé sin azúcar... por no usar la cucharita
paradito en Do Brasil a las cuatro y veintitrés...

Y después le toca el turno al pantalón por supuesto,
eso sí... en la cartera, por favor no demorés...
que siempre cuento "la tela" por temor a los impuestos;
tengo 2 de cincuenta, 6 de cinco y 3 de cien.

Y en vista que la pesquisa no te ha dado resultado
sentate cerquita mío, que me quiero confesar
de todo lo que yo hice, cuando me fui de tu lado
esta mañana a las ocho, después de desayunar...

Como taxis no venían... me subí a un colectivo
y las cosas del destino, donde el hombre se ubicó
que si es otro se desmaya, pero yo... quedé tranquilo:
¡De un lado Sofía Loren... del otro... Brigitte Bardot...!

¡Y las dos por conquistarme, de rabia se derretían...!
Una me dio un codazo... la otra lo repitió...
ésta que me miraba... aquella me sonreía...
que al final, les dije: ¡Niñas, compostura por favor...!

Pero viendo que las cosas más oscuras se ponían
dije al llegar a Congreso: "¡Pare, que bajo yo...!"
"No te vayas... cuchi cuchi..."- me suplicó la Sofía
"Mi Tarzán... no me abandones"- ¡suspiró Brigitte Bardot...!

Eso... ocurrió a la mañana, que la pasé descansando
pero justo al mediodía, un amigo me avisó
que Ava Gardner me esperaba, para tomar un "cortado"
que venía con la Gina y esa rubia Diana Dorst...!

¿Ah... te reís... te causa gracia, y decís que son mentiras
porque jamás una estrella, en mí se podrá fijar...?
¿Entonces, yo qué merezco... esa gorda de la esquina,
esa que vende empanadas... en la esquina frente al bar...?

¡O no ves que en tu egoísmo, te rebajás a vos misma
cuando el esposo no vale, no hay motivos de celar,
y si vale... hay que cuidarlo, no aburrirlo con pamplinas
¡y hacerle gratas las horas cuando viene a descansar...!

¿O pensás de que tus celos, son motivo de cariño
y que a mí, me causa gracia, los papelones que hacés...?
¡Si cada día que pasa... sin querer me desanimo
y el día que diga: ¡Basta!... ¡Jamás me volvés a ver...!

Esa cuestión de celos, dejala para los novios
que se enojan veinte veces, para volverse a amigar...
o te creés de que a mis años... estoy pa´ hacerme el Tenorio
con los problemas que tengo, por mantener el hogar...

¡Y no llores que estas cosas no se arreglan con suspiros,
se arreglan queriendo fuerte, con cariño, con lealtad...!
¡Y ahora vení... dame un beso... y abrazalo a tu marido...
que no le gusta que llores... porque lo hacés aflojar...!


Héctor Gagliardi
del libro "El sentir de Buenos Aires"

2 de mayo de 2009

ESCENOGRAFÍA


ESCENOGRAFÍA 

Ya está el escenario preparado,
descórrase el telón al fin del día. 
Una obra de teatro, un decorado,
y actores, en la escenografía. 

Un ambiente de rojo iluminado, 
y en el aire, una suave melodía. 
Una cama amplia: el escenario, 
y la rutina es nuestra coreografía. 

Ya está todo listo para el acto, 
sin calor, entusiasmo, algarabía. 
Sin festejos, pues se ha quebrado el pacto,
y la función resultará aburrida. 

¿De qué sirve la rutina, este teatro,
si el libreto es de cruel melancolía? 
Si no hay nada de amor, en su escenario,
¿de qué sirve toda esta escenografía?

Rubén Sada, 02-05-2009

1 de mayo de 2009

Café Literario: Al finalizar, nada mejor que la música.

¿Quién dijo que los cafés literarios son aburridos? Al contrario, son divertidos, siempre y cuando las personas tengan una buena actitud al concurrir.
Al finalizar la lectura de poemas, se realizan espectáculos musicales bien alegres, que levantan el ánimo.


MI BARCA










     

    MI BARCA

    Aun en medio de esta cruel tormenta
    mi frágil barca en el mar no se hunde.
    Ya no hago caso a lo que el miedo infunde
    pues mi coraje al temporal enfrenta.

    Tantos problemas que perdí la cuenta,
    mas, no tiemblo ante peligro que cunde.
    Me aclarará el camino, que hoy confunde,
    la luz del alba, de negrura exenta.

    Pues, firme enfrentaré la tempestad,
    con honor e hidalguía, cual monarca,
    resistiendo cualquier dificultad.

    Si viene por mi espíritu la parca,
    me alegraré, con huella de humildad,
    de haber completado el viaje en mi barca.

     Rubén Sada, 06-02-2009

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