Y la musa inspiradora me indicó, con voz de hierro y miel:
"La poesía es inefable, no te hacen falta,
no te hacen falta".
¡Régimen de gramática tirana,
necesito un diccionario de palabras,
para expresar los sueños de mi alma
con el cantar de un pájaro en la rama!
Si el don de la belleza es lo que amas,
abre los brazos al pétalo del alba,
si sientes que el idioma no te alcanza,
llená de amor los versos de tu habla.
Entendí que lo vivido a luna
lo tengo que anotar durante el sol,
tomar el diccionario en español
y ponerme a ejercitar mi pluma.
¡Por favor, gramática tiránica!
Llename de armonía y buenos tonos,
pintame tu silencio de alabanzas,
del perfecto universo de tu cosmos.
Ahí nomás la musa inspiradora
se interpuso nuevamente:
"La poesía es inefable, ¿para qué palabras?
Si no te hacen falta, no te hacen falta".
¡Régimen de gramática tirana,
sacame del silencio y de su jaula,
llená de tinta la pluma en mi palma
y con amor se abran los pétalos del alba.
Mejor ponte a trabajar y sin torpeza,
que tu cabeza construya el pensamiento,
lo importante es el gen del sentimiento
si ser poeta es tu naturaleza.
Entendí que lo vivido a luna
lo tengo que anotar durante el sol,
tomar el diccionario en español
y ponerme a ejercitar mi pluma.
¡Por favor, gramática tiránica!
Llename de armonía y buenos tonos,
pintame tu silencio de alabanzas,
del perfecto universo de tu cosmos.
Ahí nomás la musa inspiradora
se interpuso nuevamente:
"La poesía es inefable, ¿para qué palabras?
Si no te hacen falta, no te hacen falta".
© Rubén Sada. 30/10/2025.










