28 de noviembre de 2015

LA SUEGRA (Payada satírica con Edgardo Laluz)


—Edgardo Laluz—
¡Muy buen día Rubén Sada!
Hoy voy abrir la ventana,
es una linda mañana
pa’ la copla improvisada.
Siguiendo por la pisada,
tejiendo algún decimal,
si es que usted me tira un pial
capaz el día me alegra,
le cantamos a la SUEGRA:
¡ese ser tan especial!

—Rubén Sada—
El tema, ¡qué bien! Me alegra,
le doy reconocimiento
porque créame, no miento,
fue ella mi única suegra.
Mi homenaje aquí se integra
con otro que toma encuadre,
y es que estos versos, compadre,
hasta el cielo me emocionan…
¡Mi suegra: buena persona,
buena esposa y buena madre!

—Edgardo Laluz—
Yo aunque nunca fui un galán
supe tener varias de ellas,
y tranqueando en esa huella
desmonté en más de un zaguán.
Y aunque nunca fui un "don Juan"
acá una duda me aqueja,
hoy mi verso lo refleja
y en pensamientos me agobio:
Pa’ mí me ponía de novio…
¡pa’ estar cerca de las viejas!

—Rubén Sada—
Hombre de mucha experiencia
ha resultado Laluz,
ha cargado con la cruz
del noviazgo, qué gran ciencia.
Quizá en su noble conciencia
también quiera agradecer
lo que tuvo que aprender
con tanto lío y desmadre,
toda suegra antes fue madre
y antes de eso, mujer.

—Edgardo Laluz—
La actual está bajo tierra,
ya no se ven sus albores.
Yo a veces le llevo flores,
uno a los lazos se aferra.
Solo el pensarlo me aterra,
siento un dolor espontáneo
que me atraviesa hasta el cráneo,
pero esa es su voluntad…
¡Trabajar en la ciudad
manejando el subterráneo!

—Rubén Sada—
Tiene prensa tan proterva
la de Bonafini Hebe
por hablar lo que no debe
y escucharla me exacerba.
Su discurso sí que enerva
y por eso, no me callo,
sugiero cambiarle el sayo
y en vez de “Madres” y “Abuelas”
le otorgue el pueblo secuela:
“Suegras de Plaza de Mayo”.

—Edgardo Laluz—
Yo a ella en una ocasión
le pregunté, pa’ saber…
¿qué animal gustaría ser?
¿cree en la reencarnación?
—Sí— me dijo de un tirón,
—¡sería volver a vivir!—
Y me expresó en su sentir:
—Vívora, para picar—
y ahí le tuve que aclarar:
—¡No! No vale repetir.

—Rubén Sada—
Suegras hay de toda entraña:
avispa, garza, gorriona,
gata, tigresa, leona,
rata, víbora o araña.
Cada cual tiene sus mañas:
“a su yerno aconsejar,
a su hija cuidar y hablar”,
siempre debemos ser cautos:
las suegras, como los autos,
hay que saber manejar.

—Edgardo Laluz—
Con una que conviví
tuvimos una ocasión,
una grave discusión
y por eso le advertí:
—Usted, suegra, para mí
es una madre y anote,
discúlpeme que me brote,
pues me pone como brasa
que me agarre la tenaza
pa’ depilarse el bigote.

—Edgardo Laluz—
Un negro me contó cuando
hace de esto varios años
su suegra se metió al baño
justo que estaba orinando.
Se quedó tartamudeando
y aunque al final se reintegra,
de contarlo no se alegra,
la situación la atormenta
pues todo el barrio comenta:
la vieja “se las vio negras”.

—Edgardo Laluz—
Pa’ el amigo Rubén Sada
cercenado en su expresión,
con modesta inspiración,
va mi copla improvisada.
¡Taba linda la topada!
Con humor y sentimiento,
y con débil argumento
el verso se desintegra,
y a Hebe como a la suegra…
¡se la llevaron los vientos!

—Rubén Sada—
En décimas compartidas
ya nos vamos saludando…

—Edgardo Laluz—
yo lo sigo, improvisando:
¡Soy también de la partida!

—Rubén Sada—
La suegra quedó ofendida
y nos apagó la luz…

—Edgardo Laluz—
¡Y Hebe se hace la cruz
por derrota no esperada!

—Rubén Sada—
Brilló en Quilmes Rubén Sada,
brilló en Lezama Laluz.



27 de noviembre de 2015

LA RISA ES MEDICINAL


Consigna: Repetir Versos Nº 3, Nº 7 y pie. (Décimas asonantes)

LA RISA ES MEDICINAL


Hoy me vine caminando 
porque la calle está dura.
En la casa e’ la cultura,
cuando me iba acercando,
mucha risa iba escuchando,
clima festivo y jovial,
la risa es medicinal,
y no supe bien por qué,
al acercarme escuché:
ja, ja, ja - ja, ja, ja, ja.

Relatos que son un chiste
Carlitos daba lectura,
en la casa e’ la cultura,
no existe la mueca triste.
Carlitos es un despiste
cada página es genial,
la risa es medicinal,
estamos de parabién,
con Sorini y Bolú...men
ja, ja, ja - ja, ja, ja, ja.

Una fiesta parecía,
cada sonrisa era pura,
en la casa e’ la cultura,
todo era algarabía.
Contagiaban la alegría,
una terapia vital,
la risa es medicinal,
y yo me fui contagiando,
mientras seguía escuchando:
ja, ja, ja - ja, ja, ja, ja.

Yo, que río de mí mismo,
y me gusta la escritura,
en la casa e’ la cultura,
dejé afuera el pesimismo.
Me hará bien al organismo
un beneficio mental,
la risa es medicinal,
es curación para el alma,
son cosquillas en la calma:
ja, ja, ja - ja, ja, ja, ja.

La risa es un tema clínico,
es medicación segura,
en la casa e’ la cultura,
fue como un shock vitamínico.
Un resplandor lumínico
que reemplazó a mi mutual,
la risa es medicinal,
necesario el buen humor,
complemento del amor:
ja, ja, ja - ja, ja, ja, ja.

Esto es como una farmacia,
con la pócima que cura,
en la casa e’ la cultura,
el remedio era la gracia.
Se olvidaba la desgracia,
el trato era muy cordial,
la risa es medicinal,
para ir de enfermo a sano,
¡agregá en lo cotidiano:
ja, ja, ja - ja, ja, ja, ja!

Dedicado a Carlos A. Sorini.

Autor: Rubén Sada - Publicado en el libro DE DIEZ
27/11/2015

25 de noviembre de 2015

LLAMADAS INOPORTUNAS


LLAMADAS INOPORTUNAS

—Rubén Sada—
Lo invito a que me dé parla,
poeta Edgardo Laluz,
con versos que serán sus
semillas, para sembrarlas.
El tema en cuestión da charla:
ya lo propongo de una,
no me deje aquí en ayunas
si es que su idea concibe:
¿qué hace usted cuando recibe
LLAMADAS INOPORTUNAS?

—Edgardo Laluz—
¿Qué le pasó, amigo Sada?
¡Yo no soy de dar consejos!
Aunque ya estoy medio viejo
y tenga alguna agachada.
Esquivándole a la azada
como el sapo saltador,
si lo detecto, señor,
le digo al que me ha llamado:
"Usted se ha comunicado"...
¡E imito un contestador!

—Rubén Sada—
Cuando terminó el comicio
y en mi pleno dormitar,
el rin empezó a sonar
y me hizo perder el juicio.
Que yo “No vote a Mauricio”
amenazó la campana,
propaganda muy marrana
que merece dura crítica,
sucia campaña política
a las tres de la mañana.

—Edgardo Laluz—
No debe tomarlo a mal,
¡lo tiene que interpretar!
Ya se empieza a preparar
un proyecto nacional.
Le explico en el decimal
cómo es la situación:
trabajan en la ocasión
y a deshora, un sacrificio,
pues temen que el tal Mauricio
intente una reelección.

—Rubén Sada—
Obviaron desenchufar
la maquinita automática
y ésta siguió, maniática
dele discar y discar.
La maquinita de hablar,
se convierte en mi condena
y cada vez que el rin suena
me quita horas de sueño,
debe ser del mismo dueño
que el canal de la cadena.

—Edgardo Laluz—
¡Es que es muy trabajadora
la máquina endemoniada,
lo hace salir de la almohada
cuando su sueños afloran.
Y saben que usted atesora
ideas que nadie mueve,
van buscando en forma leve
con ese llamado ameno
ir preparando el terreno
para el dos mil diecinueve.

—Rubén Sada—
Vez pasada me llamaba
la sensual voz femenina
con promociones de China
y convencerme intentaba.
Mis dudas no contestaba,
su nombre no dio a saber,
sólo quería vender
y yo quedé desahuciado:
¡era un mensaje grabado
con la voz de una mujer!

—Edgardo Laluz—
¡A mí me pasó lo mismo!
Era una voz superior,
yo le declaré mi amor
y ella mostró su egoísmo.
Lejos de entrar a un abismo
yo volví a ensayar mi treta,
ahí se me hizo la coqueta,
tratándome de señor,
y me pidió “por favor”
¡mi número de tarjeta!

—Rubén Sada—
Cuando tenía MoviStar
me llamaban los de Claro.
Luego de éstos me declaro:
¡MoviStar vuelve a llamar!
Entonces quiero cambiar
y que nadie más me llame,
y un nuevo llamado infame
de “Personal” que me ofrece
línea gratis por tres meses.
¡Tengo los tres! ¡Qué salame!

—Edgardo Laluz—
El tema del celular
se lo escribo en un papel,
porque yo tengo “Nextel”
que para mí es similar.
Como querer dialogar
cuando está lleno un estadio,
por eso mi bronca irradio,
tanta plata mal gastada,
no consigo hacer llamadas
ni por línea ni por radio.

—Rubén Sada—
Un día, mientras me baño,
suena el siempre inadecuado,
y salí, todo empapado,
me resbalé y me hice daño.
Era otro llamado extraño
me dijo que gané un premio,
yo que soy medio bohemio
festejé con un cognac,
el premio era un viaje a Irak
y desde allí me hice abstemio.

—Edgardo Laluz—
A mí me paso una vez,
le juro me las vi negra,
me dijo “tengo a tu suegra,
esto es un secuestro expres.
Te conviene que pagués
pa’ que el caso se resuelva”.
Y antes que el miedo me envuelva
le canté mi serenata,
duplicándole la plata
pa’ que no me la devuelva.

—Rubén Sada—
Todos estos —comprobé—
inoportunos llamados,
hay que dejarlos colgados
método que ya probé.
Me despido así de usted
y no es que quiero que no hable,
le agradezco que fue amable,
le envío señales de humo,
porque descubrí, lo asumo,
que me robaron los cables.

—Edgardo Laluz—
Yo también sigo mi viaje,
lo saludo en la ocasión,
hoy le presté mi atención
con los versos que le traje.
Espero que se relaje
por que usted se me exacerba,
así sus nervios preserva
después de tantas macanas,
si quiere hablamos mañana
por las latas de conserva.

—Rubén Sada—
Qué tema queda picando,
ahora nos despedimos...

—Edgardo Laluz—
capaz mañana seguimos
en versos improvisando.

—Rubén Sada—
Que sigan ellos llamando....
¡No atendamos sus llamadas!

—Edgardo Laluz—
Yo de acá no escucho nada,
capaz me quedé sin luz…

—Rubén Sada—
¡Otro éxito de Laluz
payando con Rubén Sada!

Autores: Rubén Sada y Edgardo Laluz. Décimas escritas mediante Facebook el 25/11/2015.

UN DECIMISTA EN “EL DÍA”


UN DECIMISTA EN “EL DÍA”.


—Edgardo Laluz—
El poeta es Rubén Sada,
y no Edgardo Laluz,
pues le brotan del testuz
las coplas improvisadas.
Van en versos entabladas
y en quilmeña serenata,
la escritura se retrata
pa’ que aprecien su baquía,
en el periódico “El Día”
de los pagos de La Plata.

—Rubén Sada—
Mi versos tienen conciencia,
mi cerebro es una glándula,
no me gusta la farándula
pues la poesía es mi ciencia.
Escribo con eficiencia
con un pulso que delata
que en un diario de La Plata
pusieron mi biografía,
el diario se llama “El Día”
y ahí salió mi biodata.

—Edgardo Laluz—
Su biodata no es lo grave,
lo importante es su poesía,
su ciencia, como decía,
eso para mí es la clave.
En su verso está la llave
que expresa su libertad,
se puede ver de verdad
su capital literario,
lo malo que en ese diario
le publicaron la edad.

—Rubén Sada—
La edad no importa ni estriba
en este oficio vernáculo,
pero enfrentaré el obstáculo
que tiene enfrente el escriba.
Tal vez nunca me reciba
pero alcancé una conquista,
no sé si seré un artista
ni si soy peor o mejor,
sé que NO soy payador
pero llegué a “decimista”.

Cada poema que me ata
sin decir mucho preámbulo,
me impide quedar sonámbulo:
“¡Da vida lo que no mata!”
Toda palabra es innata
al más noble sentimiento,
como argentino me siento
respirar un nuevo oxígeno,
y así fabrico el antígeno
contra el resquicio violento.

Ningún entripao me asusta,
pongo a prueba mis dos lóbulos
mi sangre entibia sus glóbulos
y mi décima es robusta.
La palabra se me incrusta
y en el continuo versar,
necesito practicar
con el paladar plácido,
y aunque el verso salga ácido
igual me gusta payar.

Prefiero un verso polémico
mas no callar la verdad,
la pura sinceridad
impedirá un verso anémico.
No soy un gran académico
pero en mi sentir discuto
que si el trovador, en luto,
le pone a su lengua cofia,
este músculo se atrofia
y se pone medio bruto.

—Edgardo Laluz—
Me tira con todo el rollo
cuando se mete a la cancha,
su verba es una avalancha
y yo ando esquivando escollos.
Ni mi lazo desenrollo,
le tengo miedo al abismo,
sus palabras son un sismo
que no puedo interpretar,
tengo miedo al revolear
de quedar pialao yo mismo.

—Rubén Sada—
Amigo, no se amedrente
y póngale el pecho al verbo,
no ha de ser un trago acerbo
beber lo que tiene enfrente.
Usted es muy inteligente
para décima y rondel,
siga dándole cordel
y ante nadie se me achique,
tenga en cuenta nuestra psique:
somos hijos de Emanuel.

—Edgardo Laluz—
¡Qué me voy amedrentar!
¡Yo muento y salgo de viaje!
Dicen que habiendo coraje
nunca falta a quién matar.
Siempre suelo respetar
porque ese es mi proceder,
pero igualar -a mi ver-
en la copla improvisada
a Emanuel y a Rubén Sada...
¡debo volver a nacer!

—Rubén Sada—
Bueno, gracias por su aguante
y su felicitación,
gracias por esta ocasión
de estrecharlo en su talante.
Es un placer importante
haber compartido trama,
se encendió otra vez la llama
de nuestra excelsa poesía,
y gracias al diario “El Día”
empatan Quilmes – Lezama.

—Edgardo Laluz—
Las gracias le retribuyo,
buen amigo y compañero,
y mi saludo sincero
hoy lo junto con el suyo.
Y ya que el verso concluyo
poniendo todo el empeño
le deseo buenos sueños
y que llegue en esta trama
desde el pago de Lezama
hasta su pago quilmeño.

—Rubén Sada—
A media letra nos vamos
diciendo “hasta mañana”

—Edgardo Laluz—
ya se cierra la ventana
de los versos que hilvanamos!

—Rubén Sada—
La mano de amigos damos
poniendo nuestro testuz

—Edgardo Laluz—
Ligeros como  avestruz,
partimos en retirada,

—Rubén Sada—
Lo saluda Rubén Sada
al bardo Edgardo Laluz.

Autores: Edgardo Laluz y Rubén Sada. Décimas escritas mediante Facebook la noche del 24/11/2015.

24 de noviembre de 2015

A OSCAR "TACHO" SOTO


A OSCAR “TACHO” SOTO


Al cantor ambientalista
“Tacho”, Oscar Soto, salud,
mi sincera gratitud
por su trabajo humanista.
Su espíritu bien altruista
despierta mi admiración,
saludo con emoción,
¡a su arte un “bravo” le grito!
Su canto es canto bendito
pues canta su corazón.

Oscar Soto es un buen “Tacho”,
un recipiente de amor,
un poeta y trovador,
un excelente muchacho.
Temple y flor de alto lapacho,
plantó árboles por millones,
sembró ejemplos a montones,
él siembra para el futuro,
su espíritu noble y puro
proveyó mil bendiciones.

Ojalá muchos hubiera
como él, esa es mi ansia,
y que la grande distancia
de la pampa floreciera.
“Sembrando” la extensa era
con plantines, hasta el monte,
brotará un “Blanco Belmonte”
con “Árboles por la vida”,
alimentando vivida
la boca del horizonte.

“Tacho” Soto es la esperanza
de que no se perdió todo,
pues trabaja codo a codo
en copla, siembra y crianza. 
Respeto (a la vieja usanza)
a él lo caracteriza,
y es otra de sus divisas
su gigantesca humildad,
es un grande de verdad,
fabricante de sonrisas.

Este “sembrador de estrellas”
anuncia una nueva siembra,
en una tierra que es hembra,
Pachamama rica y bella.
Su surco ha dejado huellas
que alientan a los pequeños,
pues no ceja en el empeño
de poblar nuestros paisajes,
imposible más coraje
en un sembrador de sueños.

Va mi reconocimiento
a su numen de persona,
cuya actitud emociona
y da luz al sentimiento.
Aplaudo su gran talento,
y de su arte soy devoto,
por él coloco mi voto,
y en su melga ya me encauso,
por esto pido un aplauso
al gran Oscar “Tacho” Soto.

Reconocimiento en poesía del autor
Rubén Sada, para su amigo Oscar "Tacho" Soto, 
publicado en el libro DE DIEZ.
Noviembre de 2015


19 de noviembre de 2015

EN LA PIEL DEL INUNDADO

EN LA PIEL DEL INUNDADO

“Sabrá Dios si la lluvia es regalo pa’l que tiene techo, 
o es desgracia o castigo del cielo pa’l desampara’o.”
(José Larralde – “Masticando silencio”, milonga)
¡Ay! ¡Cuánto llanto que existe
en la piel del inundado!
Los demás me han olvidado,
mis penas me cantan triste.
Mi desgracia no es un chiste
y el mal clima la acentúa,
cada gota es una púa
que remoja mi pie lerdo,
tortura cada recuerdo
que en mi memoria fluctúa.
☔
Fotos, álbumes, objetos
que son parte de mi historia,
dan vueltas como una noria
en lechos de barros pretos (*).
Mis tesoros son excretos
de un velero que se hunde,
el miedo en mi mente cunde
y en arrebato feroz,
hasta mi creencia en Dios
tambalea y me confunde.
☔
Mi campo es un lago ancho,
mi helado rostro garúa,
mientras mi alma se habitúa
a este triste zafarrancho.
Tapera quedó mi rancho,
mi colchón es una esponja,
mi cuero, una gruesa lonja
de esta vida, que fustiga,
de mi pan ni queda miga
que aporte mera lisonja. 
☔
¡Fangos de esta inundación,
me hacen llorar, achalay!
Mis ojos son un espray
en mi tez tono marrón.
Mientras tanto, en su mansión,
firmando su manganeta
el poder se aumenta dieta,
y yo aquí entre el vil escombro,
ya ni poner puedo, el hombro
pues se me inunda el planeta.
☔
¿Cómo se aprende el dolor
de la piel del inundado?
¿Cómo no observar, nublado,
un cielo de gris clamor?
Tanta agua enjuagó el sudor
tornando llanto en laguna,
y va mordiendo la hambruna,
una lezna es cada gota,
que horada como picota…
¡Y sigue lloviendo, ahijuna!
☔
¿Volverá ese cielo zarco (*)
a embellecer mi paisaje?
¡Cuánta víbora salvaje
me persigue en cada charco!
No salgo de aquí, ni en barco,
y aunque tengo intrepidez,
me pasma esta rapidez,
con que brota sin piedad
el agua, una gran verdad:
¡debo empezar otra vez!
☔
Tan bravo es el aguacero
que arrastró presto mi lote,
no alcanza un pequeño bote
a evitar que quede en cero.
Pensar que antes fue dinero
y agregaré este vocablo,
escuche bien lo que le hablo,
porque es “riqueza” la lluvia,
pero cuando se diluvia…
¡la lluvia es el mismo Diablo!
☔☔☔ 
© Rubén Sada. 15‎ de ‎agosto‎ de ‎2015. 
Notas:
* Preto. Negro.
* Zarco. Celeste.
Poema publicado en el libro DE DIEZ (Año 2015)

SOY QUILMEÑO


SOY QUILMEÑO


Yo soy un juglar quilmeño,
de los pagos de Arrestía,
y me gusta la poesía,
le pongo garra y empeño.
Ser payador es mi sueño
porque llena de emociones,
enséñeme sus canciones
hágame oír sus décimas,
porque las mías son pésimas,
no quiero hacer papelones.

El taller de payadores
me brindó la bienvenida,
y hoy en mi Quilmes querida
estoy entre sus cantores.
Son las décimas las flores,
son placer y algarabía,
son guitarra, melodía,
son aplausos y alboroto,
junto al maestro Gabotto
compartiendo la poesía.

Digo en versos lo que siento
para que ruede en el mundo,
mi sentir claro y profundo
que nace del sentimiento.
Versos que son el cimiento
de mi lírica emoción,
y que tienen por misión
decir en forma concreta,
las ideas de un poeta
que canta de corazón.

Rubén Sada

DE DIEZ (Rubén Sada presenta su décimo libro, escrito en décimas)


DE DIEZ


Te entrego aquí mis diez rosas
increíblemente bellas,
desde que ando en estas huellas
de espinelas tan hermosas.
Aquí hablo de muchas cosas
presentando un libro que es
mi mejor libro, tal vez,
lo digo y me comprometo,
pues después del de sonetos
este libro está DE DIEZ.

LA TOPADORA DEL TIEMPO



LA TOPADORA DEL TIEMPO


¡Mi barrio ha sido arrasado!
Pasó el tiempo y no es el mismo,
pues hoy, un profundo abismo
sobrescribió su pasado.
¡Barrio que me has criado!
Recuerdo, que en la vereda,
vecinos, que ya no quedan,
bajo el tilo y mate en mano,
compartimos el verano
respirando la arboleda.

Con nostalgia hay un infante 
en la paz de los sesenta,
un sosiego que hoy lamenta
vivir de allí tan distante.
Tardes de juego triunfante,
carreras, rodando al suelo,
mancha, rayuela y el cielo,
barriletes con cartitas,
naipes y mil figuritas,
vaquitas en caramelos.

Mil aromas que me envuelven,
a ligustros y arvejillas,
a chocolates, vainillas,
extrañando que no vuelven.
Perfumes, que se disuelven,
verano, otoños, inviernos 
y primaveras con flores,
canciones llenas de amores,
“muy bien diez” en mis cuadernos.

Pero, ¡el barrio ha perecido
perdiendo su viva historia!
Con muchas penas, sin gloria,
¡el tiempo lo ha sometido!
En la calle en que he crecido, 
cuando jugaba en mi esquina
a quien pase, se asesina,
y mi vereda es la tumba
donde el disparo retumba
y el rey delito domina.

¡Señores! Llegó el progreso,
“topadora de la vida”,
causando sangrante herida
y un esmog, ciego y espeso.
En devastante proceso
las fábricas de trabajar 
han tenido que cerrar,
y el “negocio” que hoy prospera
ingresa por la frontera
y nos viene a fumigar.

Arrabal, saga violenta, 
que escribe este triste cuento,
una selva de cemento,
donde el morbo se alimenta.
Mi calle se puso cruenta,
y un cruel código insurrecto 
se televisa en directo
en films de seguridad.
No hay amor, ni por piedad
y está ausente el intelecto.

Es un cuento que redacta 
la historia más increíble,
mi barrio es zona temible 
en el que la muerte pacta.
El tiempo a mi alma impacta 
y a un pasado se aferra,
donde eran calles de tierra, 
esta letal topadora
arrasó, y me avizora
ser también un caído en guerra.

“¿Dónde estará mi arrabal? (1)
¿Quién se robó mi niñez?” (1)
¿Cuándo surgió la idiotez
de tornar al bien en mal?
¿Y qué asesino serial
convirtió a mi barrio en turbio?
Quiero volver al suburbio, 
a aquél, del que no huí.
Si de ahí nunca me fui
¿por qué vivo entre el disturbio?

Hoy sufro un duro revés,
¿seré un árbol sin raíz?
Y sangra mi cicatriz
donde perdí mi niñez.
“Después...
¿qué importa del después?(2)
Toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado,
eterna y vieja juventud
que me ha dejado acobardado...
como un pájaro sin luz.”

(1) Versos tomados del tango “Tinta roja”. Letra: Cátulo Castillo.
(2) Versos tomados del tango “Naranjo en flor”. Letra: Homero Expósito.

© RUBÉN SADA - Poema perteneciente al libro DE DIEZ.
Ganador del segundo premio en concurso "FIN DE AÑO 2015" del Ateneo Temático, Literario, Artístico y Solidario BAJO EL SIGNO DEL AMOR", Bernal, Buenos Aires.

Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

Invitame un café en cafecito.app