UN LEÓN CON UN CENCERRO
Un león
recién nacido
me despertó una mañana,
con el gong de su campana
más la furia de un rugido.
Aceleró mi latido
su quijada sin bozal,
y aullando lo que está mal
él me hizo tomar conciencia,
al sembrar con vehemencia
un tsunami liberal.
¡Cuánto ruido habrá hecho falta
para tamaña tarea!
Encender tremenda tea
requiere bravura alta.
A veces la bronca esmalta
a la tez de colorado,
o el idioma sin candado
gruñe más que un fiero perro
y es el ruido de un cencerro
un sol en día nublado.
Despertando
a mil corderos
de su zona de confort,
su cencerro atronador
sacudió a los avisperos.
Pateó miles de hormigueros.
en un momento crucial,
y ya nada será igual
desde La Quiaca a Marambio,
hasta el aire pide un cambio
y ese cambio es liberal.
Entra en
razón hasta el hierro
machacado en la bigornia,
y se oyó hasta en California
el llamado del cencerro.
No hay ya margen para el yerro
entre tanta iniquidad,
ruge la prosperidad
y el león los encolumna,
la experiencia es buena alumna
si el futuro es libertad.
Así dijo el Martín Fierro:
“¡DEBE trabajar el hombre!”
Cualquier fruto que hoy asombre
antes fue brote y entierro.
Está llamando el cencerro
al que quiera ser campeón,
se escribe un nuevo renglón
y la libertad embiste,
quien la quiera, que se aliste
me despertó una mañana,
con el gong de su campana
más la furia de un rugido.
Aceleró mi latido
su quijada sin bozal,
y aullando lo que está mal
él me hizo tomar conciencia,
al sembrar con vehemencia
un tsunami liberal.
para tamaña tarea!
Encender tremenda tea
requiere bravura alta.
A veces la bronca esmalta
a la tez de colorado,
o el idioma sin candado
gruñe más que un fiero perro
y es el ruido de un cencerro
un sol en día nublado.
de su zona de confort,
su cencerro atronador
sacudió a los avisperos.
Pateó miles de hormigueros.
en un momento crucial,
y ya nada será igual
desde La Quiaca a Marambio,
hasta el aire pide un cambio
y ese cambio es liberal.
machacado en la bigornia,
y se oyó hasta en California
el llamado del cencerro.
No hay ya margen para el yerro
entre tanta iniquidad,
ruge la prosperidad
y el león los encolumna,
la experiencia es buena alumna
si el futuro es libertad.
Así dijo el Martín Fierro:
“¡DEBE trabajar el hombre!”
Cualquier fruto que hoy asombre
antes fue brote y entierro.
Está llamando el cencerro
al que quiera ser campeón,
se escribe un nuevo renglón
y la libertad embiste,
quien la quiera, que se aliste
y también será un león.
Ya se
arremangan los brazos
y despiertan de la siesta,
se ha terminado la fiesta
y hay que juntar los pedazos.
Basta ya de latigazos,
de escaseces y de encierro,
yo me niego a ser becerro
y he despertado a mi sino,
hoy camino en el camino
de un león con un cencerro.
© Rubén
Sada. 28/11/2023.
y despiertan de la siesta,
se ha terminado la fiesta
y hay que juntar los pedazos.
Basta ya de latigazos,
de escaseces y de encierro,
yo me niego a ser becerro
y he despertado a mi sino,
hoy camino en el camino
de un león con un cencerro.