¿Sabés por qué me gusta el invierno?
Porque me hace recordar los viejos tiempos
en los que íbamos de la mano bajo el cielo
en los que íbamos de la mano bajo el cielo
sin importar si era celeste, gris o negro.
Si a algunos no les gusta los comprendo.
No tienen el fuego que llevamos dentro.
Tal vez prefieren pasarla de paseo
aguantando el calor de los infiernos.
¿Sabes por qué me gusta el invierno?
Porque tengo como aliado al viento
que transporta hasta ti todos mis besos
aunque de a ratos me halle un poco lejos.
¿Sabés por qué me gusta este solsticio?
Porque escapamos juntos del bullicio,
para disfrutar lo que se nos hizo un vicio,
sin tabúes ni vergüenza ni prejuicio.
Amor, prefiero mil veces el invierno,
porque yo soy la estufa de tu cuerpo,
que se refugia en el nido de tu pecho
y el que calienta todos tus deseos.
¿Sabés por qué me gusta este período?
Porque nos damos un amor recíproco,
para no enfermar es el mejor antídoto,
y nuestros cuerpos bailan al unísono.
El veintiuno de junio es el invierno,
el veintiuno de junio lo festejo,
porque es la noche más larga del año
y habrá un minuto más para amarnos.
y habrá un minuto más para amarnos.
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© Rubén Sada. 12-06-2007
© Rubén Sada. 12-06-2007
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