LLUVIA DE PASIÓN
La lluvia tras la ventana,
y un paraguas cuelga, mudo,
la tormenta y tu desnudo
cuerpo que el viento profana.
Soy esa brisa temprana,
que te acaricia en unión,
y amanece en bermellón
pues cuando una mariposa
posa en tu pétalo rosa,
florecemos con pasión.
Si con paz y muy serenos
sembramos la paz de Dios,
verás, cuando somos dos,
que amanece de paz llenos.
Ventanales ven tus senos
bebiendo la brisa en copa,
planeamos con viento en popa
aun si hay tormenta huraña,
con un paraguas que apaña
en una alfombra que arropa.
De la lluvia nos cobija
un techo, que calma obsequia,
bulle el géiser y la acequia
y el viento por la rendija.
Una azul brisa emprolija,
sale el sol y nos deslumbra,
amanece en la penumbra
pues cuando entibia un sol tibio
nos llena la piel de alivio
y con carmín nos alumbra.
Batallamos con la escarcha,
germinamos otra flor
pues cuando el riego es amor
no amanece a contramarcha.
Y anochece. Nueva marcha
y en la alcoba hay una copla,
afuera suspira y sopla
y si la tormenta es cruenta,
un edredón nos calienta
mientras la lluvia resopla.
Tormenta que inventa el pánico.
Fiel paraguas, protección.
Un temporal de pasión
con viento feroz, volcánico.
La brisa de un mundo hispánico
y el alba de un nuevo día,
ya hay sol en la galería
y cuando al desván se cuela
riman con bella espinela
dos almas de poesía.
© Rubén Sada. 3/10/2017
Ilustración superior: © Rubén Sada año 1981.
Ilustración superior: © Rubén Sada año 1981.