MARIPOSA QUE BAILAS
Un bello poema de Horacio Luján (Banfield, Bs As)
Eres suave y llameante, con tu paso feliz
y deslizas triunfante, con tu danza sin fin.
Tu frágil cuerpo tiene, pinceladas de flor
con el baile que ruedas, en un ruedo de ensueños
en un vuelo sin dueños, ese vuelo de amor.
La música te lleva, con aires de paloma
que dibuja en el cielo, la suave sinfonía
de tu mágico baile, con tenue algarabía
de sentir que tus sueños te llevarán, ardientes,
al vuelo permanente, de tus pies, por un día.
¿Cómo no verte? niña, ¿cómo no ver tus alas?
que despliegan a un tiempo, toda tu inmensa gala,
tu postura insinuante, tu sonrisa que tiene
el color de las nubes, el sabor de una brisa
y el color que derramas, navegando en tu risa.
Y cuando miras fijo, y en el baile concentras
ya no estás con nosotros, estás con las estrellas.
Con la luz de la noche, con las cosas más bellas
y tus pies, se deslizan, al son de luna llena
iluminando todo, donde el aire te lleva.
Te veremos en sueños ¡Mariposa que bailas!
Pequeña y rutilante, como centella etérea
que te vuelves... ¡radiante! cual una aurora inquieta
y, como las canciones, que van en una estela
para que nos envuelvas, en tus velos de seda.
Autor: Horacio Luján,
Banfield, Buenos Aires.
NOVIEMBRE/2002