10 de noviembre de 2012

JUANCHO EL DESERTOR (Décimas del payador Martín Castro)

desertor

JUANCHO, EL DESERTOR

Autor: Payador Martín Castro

-Madre, vengo perseguido,
me he juido del regimiento.
-Hijo que en este aposento
hay un hueco como un nido.
Tu abuelo estuvo escondido
hasta que Rosas cayó...
Cuando el mozo se ocultó
ajuera se oyó un tropel,
y como en la casa de él
un sargento penetró.

- Capitán, dijo el sargento,
aquí hay algo que no entiendo;
yo lo he visto entrar corriendo
a Juancho, en el aposento.
Entré tras él al momento
y el pájaro había volao;
tuito el rancho he registrao
y ni rastro hallé siquiera;
tampoco ha salido ajuera
porque el rancho está rodiao.

-¡Señora! Vamos a ver:
¿Dónde se ha escondido su hijo?
Aquí hay algún escondrijo
y usted lo debe saber.
No se niegue a responder
porque si lo oculta es pior;
¡No me haga obrar con rigor,
porque téngalo por cierto
que del rancho, vivo o muerto,
me llevaré al desertor!

- No sé, no he visto y no entiendo
porqué esta actitud tan rara.
- Usted miente, y en su cara
mis ojos lo van leyendo.
Sus labios lo están diciendo
por más que quieran negar;
lo acaban de confesar
sus palabras intranquilas;
lo descubren sus pupilas
que empiezan a lagrimear.

- Si el sargento lo ha corrido
hasta la puerta del rancho,
y cuando él entró, ya Juancho
había desaparecido,
y si ha entrao y no ha salido,
no me podrá desmentir
que en verdad debe existir
en el rancho un escondrijo,
y es donde se oculta su hijo
y lo voy a descubrir.

- Sargento, está demostrao
que en el rancho hay una trampa,
y en ella, como una estampa,
el desertor se ha ocultao.
El hombre está emparedado
ha entrao por algún boquete;
vaya usted hundiendo el machete
entre las pajas del rancho;
apostaría que Juancho
se oculta en el mojinete.

- Se me ocurre algo mejor
aunque le parezca cruel:
ate en este cordel
la madre del desertor,
ajústela sin temor
y apuremos los asuntos:
al rancho en los cuatro puntos
préndale juego al alaero,
pa'que aparezca el matrero
o se quemen los dos juntos.

- ¡Alto!, cobarde ha de ser
el que ansina sacrifica
a una madre que suplica
con todo el dolor del ser.
- ¡Ansina te quería ver!
Has tenido que salir.
- "¡Pero no me he de rendir
aunque la muerte se cuadre!
Por ser libre y por mi madre
estoy dispuesto a morir...

Yo sé que la madre tierra
a naides pide defensa,
la tierra no pide ofensa
la tierra no pide guerra.
Orejeando en esa yerra
la marca no es para mí;
si mi vida prometí
en el momento oportuno,
no la daré por ninguno
pero por mi madre sí".

Como un tigre enfurecido
cargó sobre el capitán,
que a su empuje de titán
rodó mortalmente herido.
Un estruendoso estampido
de carabina se oyó,
y de unos labios partió
esta palabra: ¡Hijo mío!
Y en gestos de desafío
el desertor tambaleó.

Con una mano en el pecho
se agachó y quedó en cuclillas.
Después cayó de rodillas
sin expresar un despecho,
luego arrastrándose un trecho
hasta la madre llegó.
Como pudo desató
a la pobrecita anciana,
besó su cabeza cana
y entre sus brazos murió.

Todos llevaron de allí
la expresión clara y sentida:
"Por naides daré la vida
pero por mi madre sí".
Yo también siento entre mí
esa palabra de amor;
ojalá que con ardor
surgieran de cada rancho
Argentinos como Juancho:
¡Gaucho, libre y desertor!

Autor: Payador Martín Castro

21 de octubre de 2012

PARA TI, MAMÁ



PARA TI, MAMÁ

Aniversario universal,
el homenaje preciado.
Alma, mente, corazón,
desborde, tibia emoción.
Con cariño idolatrado
la gratitud proverbial.

A la madre, bendito ser
de bondad y tersura exquisita.
Dama ilusa del amor
luce encantos cual primor,
la maravilla bonita...
¡Da la vida!¡Ella es mujer!

Honor al festejar, brindamos,
hijos, padres, abuelos, juntitos,
alzando en alto las copas
la faz de rubor sonroja,
la lagrimita es un hito,
¡por la diosa que adoramos!

La fiesta finaliza ya,
¡Augurio!¡Buenaventura!
De dicha y felicidad
aquí, más allá en la eternidad,
sutilezas y dulzura...
¡Ay!¡Sí, para todas las mamás!

Lorenzo Oscar Macho (Poeta de Quilmes)
(Escrito para el día de la madre, 2012, Argentina)

15 de octubre de 2012

EULOGIA TAPIA, UNA MUJER



EULOGIA TAPIA, UNA MUJER


“Viene en un caballo blanco, la caja en sus manos tiembla
y cuando se hunde en la noche, es una dalia morena.”
La Pomeña – Manuel J. Castilla.

En nuestra vasta Argentina que de jactarse se empeña
hay millones de pomeñas a la vuelta de la esquina.
Neustadt nombró ‘Doña Rosa’ a la mujer hogareña,
que tanto bien desempeña: trabajadora y esposa.

Así como Tapia Eulogia, esa gran mujer salteña, 

aparentan ser pequeñas, mas son de gran humildad,
en el campo y en ciudad, región oeste o norteña,
litoral, región sureña, luchadoras de verdad. 

Cambian risas juveniles que duran un santiamén

por ‘boletos’ en un tren atestado de seniles, 
madrugando a sus trabajos, que han de darles de comer,
cambiando su florecer por la rutina a destajo.

Luego llega el falso amor, y su brillante sonrisa

se evapora tan deprisa como el gas de la ilusión,
y cuando cae el botón de su vestido floreado
se hace padre disfrazado, papá por obligación. 

La tersura de su piel fue herida por amarguras,

sus palabras de dulzura transmutan en triste hiel.
Y en zanja de seco suelo del que ya no es más su dueña,
duerme aquí nuestra pomeña como tributo al desvelo. 

Toda la vida soñando obtener más que victorias,

y esfumándose la historia, van construyendo el mañana,
y con garra de hembra humana triunfan en contrapunto,
y le dan ejemplo al mundo, millones de Eulogias Tapias.

© Rubén Sada. 7/01/2012.

Participó del Concurso de Poesía de Verano 2012 del Grupo Almafuerte. Obtuvo una MENCIÓN DE PRIMEROS FINALISTAS en el citado concurso literario.

http://premios-rubensada.blogspot.com.ar/2012/10/mencion-primeros-finalistas-por-poema.html

13 de septiembre de 2012

Doña Primavera - De Gabriela Mistral - Poema Día de la Primavera



Poema Doña Primavera


Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.

Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.

Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!

Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo...

No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?

¿Cómo va a encontralas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?

De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.

Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...

Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:

Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.

Gabriela Mistral


8 de septiembre de 2012

A MI MESA (Poema de Baldomero Fernández Moreno)



A MI MESA (Poema de Baldomero Fernández Moreno)



Desnuda como un yunque, mesa mía,
no admites ni una flor para tu adorno,
nada se aquieta en ti ni permanece:
el torrente infantil lo barre todo.

Negro tintero, blando cartapacio,
búcaro de cristal o marco de oro
hace mucho que están en las alturas
o yacen de cajones en el fondo.


Cuando me llego a ti ya voy completo:
el pensamiento musical y pronto,
estilográfica en la mano
y una hoja sale de un bolsillo o de otro,


¿Cómo será una mesa aderezada
bajo la fija claridad de un foco,
con una rosa erguida en una copa,
sin una brizna de papel o polvo?


La pluma ha de correr oleosamente
y el período o la estrofa fluir solos.
Mas ¿quién piensa en el orden un instante
bailando alrededor varios demonios

que saltan sobre ti como si fueras
en la campaña fugitivo potro?


Éste abre su libro de lectura,
ése levanta mapas policromos,
aquél corta figuras de revistas
y las pega en cuadernos ampulosos
a pinceladas de indomable engrudo
que, de paso, salpican el contorno.


Tal vez así se escriba con ventaja,
entre gritos, moquetes y sollozos,
y el cerebro agradezca el espolazo
como el fijar el hierro presuroso,
como la tierra el filo de la reja
o como el mar los remos espumosos.


Así te han puesto más de quince años
cual banco de escolares revoltosos,
que elaborando sobre ti se han ido
el verso más o menos primoroso
o la resta pueril, o el mapa alegre,
cosas de niño, de poeta y loco.


Sobre tu desnudez leo y medito
contra la tabla, persistente, el codo,
o me cruzo de brazos resignado
en la actitud cerrada del estoico.

Mesa: estés como estés, así te dejo,
ni te pulo, te lustro, ni repongo,
hemos de continuar como hasta ahora:
ya sabemos los dos que falta poco.

Baldomero Fernández Moreno


Uno de los poemas más conocidos de este autor argentino es: 

SETENTA BALCONES Y NINGUNA FLOR

Biografía de Baldomero Fernández Moreno
Poeta argentino
1886 - 1950

Baldomero Fernández Moreno nació en Buenos Aires, en el barrio de San Telmo, el 15 de noviembre de 1886. Su poesía ha inmortalizado la geografía íntima de los barrios porteños y la cálida placidez de las provincias y el campo argentino.

Su infancia en España y su admiración por Antonio Machado también han dejado huella en su obra, ajena al modernismo en boga cuando publica su primer libro (Las iniciales del misal). Su obra bella, transparente y profunda ha sido alcanzada sólo por grandes poetas.

"Versos de Negrita", "Intermedio Provincial" y "Ciudad" son algunos de sus más reconocidos poemas. Baldomero Fernandez Moreno muere el 7 de junio por un derrame cerebral.

4 de septiembre de 2012

EN DEFENSA DE LAS RIMAS (Soneto con estrambote)


EN DEFENSA DE LAS RIMAS 

(Soneto con estrambote)

Quienes dicen: “La rima es anticuada”
y un milenio desprecian poesía,
de palabra escasez, y en carestía
no podrán hilvanar dos versos, nada.

De “moderna”, la hallamos disfrazada
pero es prosa, sin metro ni armonía.
¿Por qué osas matar la melodía
si la hermosa cadencia no te agrada?

Si a narrativa en la lectura animas
respetaré tu decisión tomada,
mas, no restes valor a bellas rimas.

¡No des nunca embestida despiadada,
pues la música a bestias apacigua!
¡La retórica en rima no es antigua!

¡Si hasta la simetría
de cualquier flor de orquídea tiene rima
con tu cuerpo, mujer, de poesía!

© Rubén Sada (04/09/2012).

(Escrito luego de sentirme agredido por quien expresó que “la rima es anticuada” aunque hoy tiene vigencia a cada momento, por ejemplo en la composición de canciones. Considero que no sabe rimar el que no tiene dominio del idioma castellano, tarea para lo cual hay que leer mucho. Esta incapacidad de cultivar el dominio de la palabra, a menudo ha disfrazado a la “mediocridad” de “modernidad”).

13 de julio de 2012

LA TIERRA (Poema ecológico en dueto con Etel Carpi, poeta de Los Toldos )


LA TIERRA


1) Etel Carpi:

La Tierra clama ¡piedad! desde el Ecuador a los Polos.
Arítmicas convulsiones nacen desde sus entrañas.
Glaciares que se deshielan; ríos oscuros de lodo
entierran toda la vida cuando llueve en la montaña.

2) Rubén Sada:

Siempre y cuando se revierta la actual tendencia malsana
puede existir un mañana con conciencias muy despiertas.
Sembrando con poesía, volviendo a los vegetales,
evitaremos más males e impedir la “fihombrería”.

3) Etel Carpi:

El hombre enfermo viola las leyes de NATURALEZA
contaminando sin mesura mares, ríos y el aire
porque afirma y cree en la eternidad de nuestro PLANETA
pero nada lo salvará si tala sus árboles.

4) Rubén Sada:

Si se tala hay que plantar, forestar purificando,
y me pregunto ‘hasta cuándo’ será el talar por talar.
Hasta cuándo será el mar depósito de petróleo,
y ese hermoso bosque arbóreo se empiece a multiplicar.

5) Etel Carpi:

Es hora de limpiar su sangre de todos los venenos
hemos derramado sin piedad en sus verdes arterias.
¡Basta de bosques talados!, y ¡basta de mares negros!
Aprendamos todos juntos a disfrutar su belleza.

6) Rubén Sada:

Existe sólo una Tierra, y si no la protegemos...
¿adónde más viviremos, si el círculo se nos cierra?
¡Basta ya de polución! ¡Basta de crear daños!
Conciencia año tras año será buena solución.

Autores: Etel Carpi y Rubén Sada. 09/07/2012.

12 de julio de 2012

SALVAJES COMO BESTIAS



Salvajes como bestias

"O vivimos todos juntos como hermanos, 

o pereceremos todos juntos como idiotas"
Martin Luther King. 

Una manada de bestias, la resaca de animales
se desesperan, hambrientas, para devorar la carne.
En una cueva antiatómica ellas buscan refugiarse,
planificando el botín, que mezquinas, se reparten.

Queda ya en la ‘fihombrería’ casi nada de fiambre
y entre ellas se pelean porque todas tienen hambre.
Desean seguir comiendo, desgarrando hasta saciarse,
aquí es la ley del más fuerte, su instinto es fiero y salvaje.

Se perdió la humanidad, la codicia es vergonzante,
la vida no es para débiles, se fueron como sobrantes.
No existen niños que muerdan tanto amargo chocolate,
sólo vive quien mastica el barro con llanto y sangre.

Queda poco, casi nada, en la fiesta de los grandes,
y no alcanza para todos, hay que pelear a matarse.
Es un desfile de bestias, que en crueles atrocidades,
no se dan cuenta que de ésta, no sobrevivirá nadie.

Rubén Sada (12/07/2012)

Nota del autor: Con el término "fihombrería" que utilicé en este poema, contracción de las palabras "fiambre" y "hombre", quiero referirme al método de convertir la carne de los hombres en "fiambres", palabra lunfarda que se refiere a los cadáveres.
Aunque no existe en el diccionario de la RAE, esta palabra fue acuñada por mí, ya que no hay antecedentes en Google de haber sido usada antes por nadie.


8 de julio de 2012

LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO (de Gabriel Celaya)

pluma poeta poesía


LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, 
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia, 
fieramente existiendo, ciegamente afirmado, 
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente 
los vertiginosos ojos claros de la muerte, 
se dicen las verdades: 
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas 
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados, 
piden ser, piden ritmo, 
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto, 
con el rayo del prodigio, 
como mágica evidencia, lo real se nos convierte 
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria 
como el pan de cada día, 
como el aire que exigimos trece veces por minuto, 
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan 
decir que somos quien somos, 
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. 
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo 
cultural por los neutrales 
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. 
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas.  Siento en mí a cuantos sufren 
y canto respirando. 
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas 
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos, 
y calculo por eso con técnica qué puedo. 
Me siento un ingeniero del verso y un obrero 
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta 
a la vez que latido de lo unánime y ciego. 
Tal es, arma cargada de futuro expansivo 
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada. 
No es un bello producto. No es un fruto perfecto. 
Es algo como el aire que todos respiramos 
y es el canto que espacía cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo 
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado. 
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre. 
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.


Gabriel Celaya

27 de junio de 2012

AHÍ VA LA POBREZA (por Carlos Ramón Fernández)


AHÍ VA LA POBREZA

(Carlos Ramón Fernández) (Ritmo de Vals)

He visto en mi pueblo, andar en sus calles y por sus veredas,
a un niñito rubio cabeza de trigo pidiendo monedas.
La gente que pasa alegre a su lado, no se ha dado cuenta
que bajo esa ropa llena de remiendos, ahí va la pobreza.
Zapatillas rotas que en sus agujeros un sapito muestra,
su cara agrietada por mañanas frías de viento y de tierra,
y los ojos tristes de ver en la calle tanta indiferencia,
mientras dos monedas lleva en una mano ¡ahí va la pobreza!

Pido a los que van, caminando el mundo, y que sólo piensan
en comprar las armas, ese hierro frío símbolo de guerra,
contemplen un día a esos niños tristes de humildes viviendas,
y gaste el dinero comprando las armas de matar miseria.
Así ya no vemos al niñito rubio lleno de tristeza,
que no tiene sueños ni de calesitas ni de ir a la escuela,
que no ha conocido jamás un juguete y que algunos piensan,
al verlo pasar de vuelta a su casa: ¡ahí va la pobreza!

Lleva los bolsillos llenos de balines y pequeñas piedras,
que son municiones de matar gorriones para su gomera.
La ‘número 5’ se la han prometido pero nunca llega,
y los reyes magos por su humilde casa no pasan ni cerca.
No mira los kioscos porque golosinas ya no le interesan,
comprará el puchero que tres hermanitos en su casa esperan,
pero hoy será poco porque ya la gente no le da monedas,
de cabeza gacha va rumbo a su casa: ¡ahí va la pobreza!

Pido a los que van, caminando el mundo, y que sólo piensan,
en comprar las armas, ese hierro frío símbolo de guerra,
contemplen un día a esos niños tristes de humildes viviendas,
y gaste el dinero comprando las armas de matar miseria.
Así ya no vemos al niñito rubio lleno de tristeza,
que no tiene sueños ni de calesitas ni de ir a la escuela,
que no ha conocido jamás un juguete y que algunos piensan,
al verlo pasar de vuelta a su casa: ¡ahí va la pobreza!
al verlo pasar de vuelta a su casa: ¡ahí va la pobreza!

Carlos Ramón Fernández.

Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

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