19 de septiembre de 2020

CHOFER Y POETA

 

CHOFER Y POETA

(Dedicado a Yoslay García)

—Reinaldo Figueroa—
Chofer de idea rimada,
chofer de timón cansado
de ver cómo se ha estirado
una ojera en la mirada.
Poeta con la tonada
de hacer magia en un segundo,
con pensamiento profundo,
y garantía en la meta,
como Chofer y Poeta
de los mejores del mundo.

—Rubén Sada—
Chofer, ¡guía mi camino!
¡Sean tus manos mi guía!
Y en carros de poesía
llévame hasta mi destino.
Que tu andar de peregrino
nos aproxime a la meta,
y en la hermosa plazoleta
donde se estaciona el alma,
tengamos remanso y calma
con la musa del poeta.

—Reinaldo Figueroa—
Con la musa del poeta
de Dios, salió el universo
y me regaló en un verso
un sol para mi planeta.
En órbita de libreta
comenzó a girar mi alma
y fui empatando con calma
sol y estrellas en mi ser
hasta terminar por ser
el poeta de La Palma.

—Rubén Sada—
El poeta de La Palma
salió conduciendo al sud,
y allí recibió un alud
de amigos para su alma.
Con la canción que se ensalma
su versar nunca se enmuta,
la palanca es su batuta
mientras cruza la floresta,
¡Chofer, director de orquesta,
acompañaré tu ruta!

—Reinaldo Figueroa—
Acompañaré tu ruta
si tú quieres manejar
mi guagua al improvisar
interestatal no es bruta.
Hoy junto a la tuya, astuta,
de la vía más divina,
iré con la gasolina
de fósiles coloridos
de los Estados Unidos
hasta el sur de tu Argentina.
—Rubén Sada—
Hasta el sur de mi Argentina
donde mucha nieve hay,
vendrás desde tu Uruguay
por tu senda peregrina.
Atravesando la esquina
con tu pulso de humanismo,
y un profesional lirismo
los orientales del sur
darán gracias a Transtur
al chofer de este Turismo.

—Miguel Ángel González—
No sé si frente al timón
del ómnibus es tan diestro,
sí reconozco al maestro
del carro de la oración.
Su manual de conducción
seduce y jamás lastima,
cada vez que se aproxima
con sus lecciones de plata,
se vuelve una serenata
la autopista de la rima.

—Rubén Sada—
De la rima es la autopista
que hace aplaudir a las turbas,
él pilotea las curvas,
les pone el pie, brazo y vista.
Nunca se sale de pista
ni comete una torpeza,
él sigue donde otro empieza
excursiones por doquier,
porque un poeta chofer
no es para cualquier empresa.

—Miguel Ángel González—
No es para cualquier empresa
porque un poeta chofer
sabe rutas escoger
entre distancia y certeza.
Ve con la misma agudeza
la línea del pavimento
que la trampa de cemento
delante de los laúdes
como quien suma virtudes
gracias a un doble talento.

—Rubén Sada—
Gracias a un doble talento
iluminan sus faroles
como dos preciosos soles
que brillan sobre el cemento.
Y atrás tiene otro portento,
su luz de stop de zafir
que avanza hacia el porvenir
con un motor que redobla,
si hasta el camino se dobla
cuando a Yoslay ve venir.
—Miguel Ángel González—
Grande como el Escambray,
tan alto como El Turquino,
así es como me imagino
la décima de Yoslay.
Entre los mejores hay
un sitio para su voz.
y en su trabajo veloz
te aseguro que es atento,
como quien tiene un talento
multiplicado por dos.

—Rubén Sada—
El chofer de los caminos
es Quijote de aventuras,
siembra amistad en llanuras
y en carreteras sus trinos.
Saluda a los estorninos
que van volando hasta Dios,
con su décima precoz
le improvisa al pasajero:
es conductor y versero
multiplicado por dos.

—Reinaldo Figueroa—
En esta ruta rimada,
alumno de Oniesis Gil,
con mi guagua voy a mil
en subida o en bajada.
Da igual la curva cerrada
que el largo y recto camino,
si mi guagua en su divino
andar, hoy gracias a Dios,
es un auto tan veloz
como un halcón peregrino.

—Miguel Ángel González—
Quien aprende a conducir
la guagua y el pensamiento,
rutas de conocimiento
le llenan el porvenir.
Sabe senderos abrir
al igual que las mamparas,
corre por las sendas claras
en bello peregrinaje
y dibuja en su mensaje
sonrisas para las caras.

—Rubén Sada— Sonrisas para las caras que suben los escalones, del bus de las emociones que viaja hasta nubes claras. Si tú alguna vez volaras por las rutas de las aves, tendrías como él, las llaves para pilotear los cielos, la NASA le dio sus vuelos para conducir sus naves.

—Reinaldo Figueroa—
Le dibujé al pavimento
el tatuaje de mi huella,
con calcomanía de estrella
que da luz a mi talento.
Tan cómodo yo me siento
en viajes de maravillas
que da igual las pesadillas
de curva, de llano y loma,
que me trago coma a coma
igual una que mil millas.

—Rubén Sada—
¡Salve, chofer repentista!
Muéstrame sitios urbanos,
mi vida pongo en tus manos,
en esas manos de artista.
Declámame el altruista
verso de tu pergamino,
brindaremos con buen vino
cuando llegues a la meta...
¡Salud, amigo poeta,
Chofer, dueño del camino!

—Miguel Ángel González—
Yo como un chofer de a pie
voy lento por la autopista,
pero mi paso se alista
bajo ráfagas de fe.
Desde lejos se le ve
el brillo de mis tacones,
y cuando lejanos drones
atacan con sus axiomas
se despiertan mis palomas
que asustan a los halcones.

—Reinaldo Figueroa—
Mi guagua de llano y loma
tanto la he cuidado yo,
le puse sobre el capó
el vuelo de una paloma.
No hay halcón que se la coma
porque mi guagua viajera
es tan pero tan ligera
en su viaje improvisado
que nunca deja embarcado
a nadie en la carretera.

—Rubén Sada—
Mis palomas vuelan alto
en el cielo de la paz,
y no me altera jamás
ni ruido ni sobresalto.
De arriba veo el asfalto
y la ruta transitada,
tengo una armadura alada
que me regala emociones,
he visto muchos halcones
con más de un ala quebrada.

—Miguel Ángel González—
Mi guagua de loma y llano
nunca pierde su camino,
escapa del remolino
y pasa cualquier pantano.
Con un timón soberano
domina distintas sedes,
atraviesa las paredes
y con ronronear de tul
cruza el pavimento azul
que me separa de ustedes.
—Reinaldo Figueroa—
Cuando conocí a Yoslay
mi guagua que era un tareco,
en el parabrisa un hueco
motor, iglesia sin fray.
Pero él me dijo: Aquí hay
piezas para tu motor,
me dio el improvisador
de titanio cada pieza
y el carro de mi cabeza
comenzó a correr mejor.

—Rubén Sada—*(En sextilla pareada uruguaya)*
Mi cariño se arrebata
con este ritmo del Plata
para el amigo Yoslay...
La sextilla que se piense
con rasguido rioplatense
de Argentina hasta Uruguay.

—Miguel Ángel González—
Ebria de luz mi sextilla
se convierte en maravilla
para el amigo Yoslay.
Y que el verso se condense
cual líquido rioplatense,
desde Cuba al Uruguay.

—Reinaldo Figueroa—
Yo de sextilla sé poco,
de décima algo sencillo,
mi guagua tiene el bombillo
con mucha fe de ser foco.
No voy a volverme loco,
voy a seguir con lo mío,
voy a seguir como el río,
corriendo en mi penitencia
porque mi verso es la herencia
de palma, guano y bohío.

—Rubén Sada—
Gran Chofer de la espinela,
Yoslay da cátedra, escuela
en el ritmo de Espinel...
Mas entre los uruguayos
vienen bien nuevos ensayos
para darle otro laurel.

Al vibrar de la guitarra
le vamos poniendo garra
a este canto payador...
Junto al González amigo,
y a Reinaldo yo me obligo,
Rubén Sada, un servidor.

© Reinaldo Figueroa, Rubén Sada y Miguel Ángel González. 19-09-2020.

ATLETA DEL PENSAMIENTO

 

ATLETA DEL PENSAMIENTO

Entrena con la ilusión
de ver tus letras correr,
trabajando en el quehacer
de la copla y la canción.
Ve poniendo el corazón,
la mente y el parietal,
derramando su caudal
de verso payadoril,
la verdad es tu candil
y tu arte es tradicional.

¡Corre, verso! ¡Corre, atleta,
la carrera de la vida!
Tu décima bendecida
va en la pista del poeta.
Podrás llegar a la meta
si te acompaña el buen viento,
tu sueño es un sentimiento
sin engaños ni falacia,
¡entrena tu idiosincrasia
de atleta del pensamiento!

¡Entrénate en el crepúsculo
con el trino de tu cántico!
Ya cruzarás el Atlántico
con un ánimo mayúsculo.
¡Entrena! ¡Mueve tu músculo!
Tu sacerdocio es jesuítico,
tu compromiso es político
y en esta pista idiomática
sos atleta en la gramática
para el pensamiento crítico.

© Rubén Sada. 19/09/2020.
Consigna: Décima aguda, grave y esdrújula.



17 de septiembre de 2020

DÍA DEL PROFESOR (17 DE SEPTIEMBRE) DIÁLOGO EN DÉCIMA ESPINELA

 

DÍA DEL PROFESOR
(DIÁLOGO EN DÉCIMA ESPINELA)

—Rubén Sada—
Feliz día, profesor,
diecisiete de septiembre,
no hay nadie que tanto siembre
en el cauce del amor.
Porque usted es sembrador
de semillas de talento,
y va poniendo el cimiento
que desarrolla el futuro,
desde el brote prematuro
hasta el gran conocimiento.

—Reinaldo Figueroa—
Para mí es un profesor
quien con el alma encendida,
en su libreta de vida
escribe a tinta de amor.
El que le roba el sabor
a las sazones mentales
donde los intelectuales
con el hambre de aprender
no les queda otra que ser
parte de sus comensales.

—José Ubaldo Izquierdo Hernández—
Es para mí un profesor
el que pone en las neuronas
la bondad a las personas
el intelecto, el amor.
Los educa en el valor
de la familia, el hogar,
en ver a la patria altar
y en la bandera una luz,
como también en Jesús
un maestro singular.

—Rubén Sada—
Para mí es un profesor
el faro que te ilumina,
el que despeja neblina
de un océano de horror.
Erguido como un tutor
él se abrazará a tu hiedra,
su saber nunca desmedra
cuando riega tus verdores,
es capaz de abrir tus flores
en las grietas de una piedra.

—Reinaldo Figueroa—
Profesor es quien la cima
del saber te hace tocar,
cuando empiezas a gatear
como un niño en la tarima.
El que le ayuda a tu rima
a pararse con orgullo,
te digo con el murmullo
suave que tengo en mi río,
tú eres un maestro mío,
yo soy un alumno tuyo.

—José Ubaldo Izquierdo Hernández—
Si fuera un maestro tuyo
no tuvieras tanta luz
yo solo soy un capuz ,
un simple eco, un murmullo.
Soy simplemente un embullo
un revoltijo de errores,
que asonanta con colores
grisáceos a la espinela,
tú sí eres una escuela
y estás entre los mejores.

—Rubén Sada—
Para mí es un profesor
quien sobre todo da ejemplo,
mientras construye su templo
con columnas del amor.
En su pulso trovador
una musa siempre anida,
y de estrellas va vestida...
Como la del profe Ubaldo
y la del profe Reinaldo...
¡Ambos ejemplos de vida!

—Reinaldo Figueroa—
Tú eres profesor, patriota,
de tu tierra eres un cangre,
dispuesto a dar de tu sangre
hasta la última gota.
Eres donde más rebota
la clase que se describe,
profesor en el Caribe,
de rosa y de colibrí,
lo que tengo de Martí
se lo debo a tu Mendive.

—José Ubaldo Izquierdo Hernández—
Profesora es tu espinela
que tiene de Juan Antonio
el más claro testimonio
y de Oniesis y su escuela.
Eres profesor, franela
vestida con sano orgullo,
con el color del arrullo
de tus Palmas y tus llanos
yo solo tengo en mis manos
todo un legado, que es tuyo.

—Rubén Sada—
El verso que tu alma escribe
me llena de resiliencia,
porque tienes la experiencia
de un poeta del Caribe.
En tu sangre el tropo vive
y de musa es su torrente,
tu décima es sol naciente
predicada por Martí,
cantada por Naborí
junto a Angelito Valiente.

—Reinaldo Figueroa—
Si yo fuera profesor
Así como tú me dices,
no tuviera en las raíces
mi palma tanto dolor.
Tú sí tienes el color
y el perfume del rosal,
si allá en tu Guines natal
en pizarra de acuarela
fuiste alumno de la escuela
de Francisco y Mirabal.

—Rubén Sada—
Gran profesor, tu puntero
apunta hacia la extensión
de tu verde pizarrón:
¡la esperanza es tu sendero!
Señalas rumbo certero
para enfrentar la existencia,
despiertas talento, esencia
al que quiere ser tu alumno,
en tus huellas me encolumno
y tu enseñanza es mi herencia.

—Reinaldo Figueroa—
Mi herencia de palma y guano
no se siente profesora,
yo prefiero ser aurora
en el cielo de un hermano.
Que me dé su luz temprano,
pura, mágica y divina,
que encandile mi retina
con su elástico color
como lo hace el profesor
Rubén Sada, de Argentina.

—Rubén Sada—
¿Cómo no voy a seguirte,
mi buen amigo, Reinaldo?
Si al igual que José Ubaldo
tú jamás has de rendirte.
En mis brazos recibirte
porque tu ejemplo de lucha,
hasta mis pampas se escucha
más que el canto del cotorro,
vuestras décimas yo ahorro
como un tesoro en mi hucha.

—Reinaldo Figueroa—
Esta clase está enredada
entre perfume y heraldo,
dijiste Ubaldo y Reinaldo
pero no dijiste Sada.
Cuando Sada es más que nada
cielo de claro horizonte,
pulmón carnoso de monte
con trino de ruiseñor,
verdadero profesor
del canto de mi sinsonte.

—Rubén Sada—
De experiencias que uno aprende
bebe nutritivo caldo,
yo conocí a José Ubaldo
y la historia que desprende.
En lo que a los dos comprende
fue similar la condena,
la de un tirano que ordena
un castigo samurai,
él estuvo en Guanajay
y yo estuve en Magdalena.

—Reinaldo Figueroa—
Conocí a José Ubaldo
cuando estaba una mañana,
nuestra décima cubana
mucho hambre y poco caldo.
Me dijo Pepe: “Reinaldo,
vamos a darnos castigos”...
Y abriéndole los postigos
a la valla de la idea,
entablamos la pelea
y nos hicimos amigos.

—Rubén Sada—
Un profesor es amigo
de teas de libertad
y regala claridad
donde hay peligro enemigo.
Por eso es que yo me obligo
a ser vuestro amigo, vuestro
compañero hábil, diestro
en la claridad de ideas,
pondré aceite a nuestras teas
y darán fulgor maestro.

—Reinaldo Figueroa—
Enciende tu llama alta
que en el fuego que tú haces
es donde encuentro las clases
que a mi poeta le falta.
Yo soy el niño que salta
alegre como la brisa
y tú, profesor sin prisa,
maestro al improvisar
me has enseñado a saltar
en las clases de tu suiza.

—Rubén Sada—
Un profesor que da clase
también es un aprendiz,
pues conserva la raíz
del poblado en el que nace.
Su mano me da el enlace
porque es paz en el rellano,
es terciopelo su mano
y un guante para la espina,
es aceite y gasolina
para el motor de un hermano.

—Reinaldo Figueroa—
En eso tienes razón,
todo se vuelve importante,
el título de diamante
tiene clases del carbón.
Nadie tiene la expresión
solo en rayos de alegrías,
por eso en alegorías
en este mundo de errores
hasta los más profesores
aprenden todos los días.

—Rubén Sada—
Tu profesor es mi orgullo
el que a instruirme me impulsa,
pues tu verba no es insulsa,
por eso voy detrás tuyo.
Eres sol y yo cocuyo,
eres viento y yo gaviota,
eres pie y yo la pelota
que marca un gol en el arco,
dos aves de un cielo zarco
entre una nube que flota.

—Reinaldo Figueroa—
También donde el aire hospeda
la suavidad de lo bueno
contigo encuentro un terreno
para mis huellas de seda.
En tus clases de moneda
me he sentido millonario,
igual que un sol legendario
tanto en tu luz yo me escudo
desde que encontré el saludo
de tu brazo literario.

—Rubén Sada—
A dos manos el saludo
se siente mucho mejor...

—Reinaldo Figueroa—
Con tan grande profesor
mi estudiante luce mudo.

—Rubén Sada—
En vuestra amistad me escudo
y a tus tierras pongo proa...

—Reinaldo Figueroa—
Si del salto de Soroa
hasta la pampa sagrada...

—Rubén Sada—
Cantaron Ubaldo y Sada
con el profe Figueroa.

© Rubén Sada,

Reinaldo Figueroa

,

José Ubaldo Izquierdo Hernández.

17/09/2020.


Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

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