9 de agosto de 2016

ESCALONES DEL MEDIO (Cuento premiado, escrito por Rubén Sada)

Escalones del medio, cuento de Rubén Sada

ESCALONES DEL MEDIO

Era una escalera que se sentía útil a todos, pues gracias a ella las personas podían alcanzar sus objetivos, por altos que estuviesen.
Sus escalones estaban contentos de ser lo que ellos eran, simples escalones, pero como un grupo, formar parte de la escalera, cada uno con una posición asignada en la misma. Los de más abajo eran los primeros en ser usados y además eran los más usados, por estar cerca de "la nada", el suelo. Los escalones del medio también estaban contentos, porque habían crecido algo y ya no estaban tan cerca del piso, siendo el nexo entre los escalones de abajo y los superiores… que eran el objetivo final de quien subía a la escalera.
Pero un día, el escalón de más arriba, orgulloso de su posición, empezó a vanagloriarse de ser el superior. Se manifestaba contento de haber alcanzado una posición bien alta. Empezó a jactarse de no estar en el nivel "inferior" de los otros. Y hasta decía “yo estoy aquí porque me lo merezco, trabajé mucho para lograrlo” y aseguraba... “nadie me va a sacar de ser el primer escalón, mientras esta escalera esté viva”.
El escalón más alto se sentía “el supremo”, muy cerca del cielo. Era algo así como un pequeño dios, al que los demás escalones consideraban “el gran escalón, el más alto”. Lo veían como inalcanzable.
Desde su posición encumbrada miraba para abajo, y decía “aquí las cosas se harán como digo yo, porque soy el escalón superior”. Entre los métodos que el escalón “supremo” utilizaba para frenar la iniciativa y menguar  ánimo en los otros, estaban: El ridiculizarlos en público, el hacerlos sentir mal para que siquiera se animaran a moverse del sitio que se les había asignado. Exhibía desmedidamente sus "blasones" de ser "el primer escalón”.
Así fue que los escalones inferiores y los del medio, escuchando estas declaraciones comenzaron a murmurar entre sí: “¿Quién se habrá creído éste? ¿No se da cuenta que está arriba de todo gracias a nosotros?” Y en verdad era así, por supuesto, ya que no existiría nunca un escalón superior si no existieran los escalones inferiores. Además, los usuarios que quisieran llegar arriba, siempre lo harían “gracias” a la existencia de los escalones de abajo y luego a los del medio. El “gran escalón”, el más alto, empezó a ver en los comentarios de los de abajo una conspiración. Comenzó a sospechar de que algunos de sus compañeros de escalera le podrían quitar el puesto que ostentaba, que era su único orgullo.
Primero pensó: “Me desharé de los escalones inferiores, porque están cerca del piso, y no valen nada. No han crecido, no se han esforzado y por eso no tienen mucho valor”. Pero luego, al meditar bien en su estrategia, se dio cuenta que si eliminaba a los escalones de más abajo, la gente no podría utilizar la escalera, y ésta perdería su razón de existir.
Entonces vislumbró que "la amenaza" eran los escalones "del medio". Después de todo, los de abajo estaban suficientemente alejados él y aunque no tenían demasiado valor, tampoco representaban peligro, porque antes de llegar arriba deberían atravesar "el medio", mientras él estaría a tiempo de advertirlo.
Así, circunscribió su problema a "los escalones del medio". Estos habían crecido y seguían creciendo. Estaban tan cerca suyo, que eran la "verdadera amenaza de su liderazgo", atentando contra su posición de "supremo". ¡Había que eliminarlos! Había que impedir a cualquier costo que los escalones del medio sigan subiendo. Y al no existir escalones del medio, los de abajo de todo, de poco valor, no intentarían jamás escalar,  amenazando el “estatus” del "supremo". Los inferiores seguirían siendo igual de útiles para la escalera, pero sin riesgos para la seguridad del escalón “superior”.
Para cumplir su plan exterminador, comenzó a poner trabas para que los escalones del medio dejen de existir en esta, que ya consideraba era “su” escalera. Serruchó disimuladamente sus costados para que cuando los usuarios lleguen a alturas medianas, se sientan inseguros y con miedo desciendan a la "seguridad" de los escalones inferiores. Desde entonces, un abismo invisible comenzó a aparecer entre los escalones inferiores y “el gran escalón”, haciendo que poco a poco la escalera que tan útil había sido, se arrojara al galpón del abandono, como algo poco útil por carecer de los escalones del medio.
Ya descartada la escalera completa, el escalón superior comenzó a sentirse muy solo. Sus robustos  compañeros del medio no existían más. Añoraba el tiempo en que éstos eran el puente tan útil y necesario entre el piso de la nada y el cielo glorioso donde él había disfrutado estar y en el que se alcanzaba todo. Pero ya no había vuelta atrás. Los escalones del medio ya no existían más. Muy solos quedaron allí "el supremo" y "su séquito" de escalones inferiores, tirados y abandonados en el galpón de la inutilidad.
Moralejas:
1) "Las cosas se valoran recién cuando se las pierde".
2) "Es muy importante cuidar a los escalones del medio, no sólo a los de más abajo".
Autor: Rubén Sada

Este cuento recibió el "SEGUNDO PREMIO" en el "Primer Concurso de Cuento Corto del BANFIELD TEATRO ENSAMBLE." Muchas gracias a los firmantes y al jurado que intervino en la selección de los textos. [VER].

24 de julio de 2016

MI ÚLTIMO INVIERNO


MI ÚLTIMO INVIERNO

El sol quiere aparecer
y alumbrar la sinrazón,
adentro del corazón
quizá he de reverdecer.
Tal vez llegue a comprender,
aunque mi niebla sea espesa,
la mochila que me pesa
y así disipe congojas,
y yo escriba en estas hojas,
mi propia naturaleza.
❄️❄️❄️
¡Juventud e inexperiencia!
Aquí va mi gris reporte:
me subieron a un transporte
dando órdenes con demencia.
Violentando mi conciencia
que en los niños viene incluida,
siguen siendo triste herida
y aún me causan aflicción
dentro de mi corazón
los recuerdos de mi vida.
❄️❄️❄️
Recuerdos de un frío invierno
de mil nueve ochenta y dos,
preso, del asma y la tos,
historiando en mi cuaderno.
Maquiavélico gobierno
robaba el pan de la mesa,
aun con aires de grandeza
diezmaban por vil ganancia,
para pocos, abundancia,
y a otros bala en su cabeza.
❄️❄️❄️
El sol quiere aparecer
adentro del corazón,
mas, me nublan la razón
nubarrones del ayer.
No me puedo desprender
de esa violencia vivida
en mi nación, afligida
por tanto terror y guerra,
y a mi comprensión se aferra
¡el recuerdo de mi vida!
❄️❄️❄️
Sólo plata es la razón
del que administra y defrauda,
sólo importa si recauda,
no le importa la nación.
Su hipocresía en acción
fue ordenar, enardecida,
guerra estúpida, suicida,
para los hijos ajenos,
una guerra que condeno…
a todas luces perdida.
❄️❄️❄️
El sol quiere aparecer,
mas, las nubes lo acogotan,
mientras de mi mente brotan
aflicciones por doquier.
Jamás me podrá entender
quien la guerra no ha vivido,
si el sistema lo ha vencido
cuando obedeció al tirano
que engañó a su propio hermano
con un relato mentido.
❄️❄️❄️
Y así fue mi último invierno,
en mil nueve ochenta y dos,
pues luego me unió con vos
la paz de este amor eterno.
Con cariño sempiterno
mi mano a la tuya besa,
la madre naturaleza
nos entibia en un idilio,
y hoy en nuestro domicilio
¡nuestra primavera empieza!
❄️❄️❄️
El higrómetro en mis huesos
hoy me pronostica el clima,
pero el calor se me arrima
cuando a ti me unen tus besos.
Me olvidé de los tropiezos
del invierno en soledad,
y tengo, sin vanidad,
trofeos de haber vencido,
tú eres mi premio querido,
mi más preciosa beldad.
❄️❄️❄️
Y al fin nos alumbrará
el fulgor de la esperanza,
con el que firmé una alianza
que al frío mitigará.
Un sol nos bendecirá
dándole al invierno huida,
la aurora será encendida
ahuyentando al miedo interno,
a los recuerdos de invierno,
los recuerdos de mi vida.
❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️
© Rubén Sada. 24/07/2016.

30 de junio de 2016

MALÉFIKA LO VETÓ


MALÉFIKA LO VETÓ


Cuando el Congreso votó
el ochenta y dos por ciento,
cuando la Corte falló
el ochenta y dos por ciento,
MaléfiKa lo vetó
argumentando un gran riesgo,
¡que el Estado quebraría,
fue el mentiroso argumento!

Ella transgredió la Ley,
dictó más que el Parlamento,
y burlando a la Justicia
decretó un inicuo veto.
Un veto al pan de la mesa
de todos nuestros abuelos,
una horca, un genocidio,
un balazo en sus cerebros.

MaléfiKa los vetó
con soberbia y con despecho,
pero compró regalados
los campos santacruceños.
Comprando cientos de estancias,
del sur se apropiaron dueños,
para que nadie sospeche
pusieron a testaferros.

Al gobierno entraron pobres,
y millonarios se hicieron,
multiplicaron por mil,
sus fortunas y su acervo.
“No alcanza para pagar
el ochenta y dos por ciento”,
fue el discurso doce años
mentirosos cien por ciento.

Mientras tanto jubilados
de alta edad se fueron yendo,
sin cumplir sus ilusiones
transformadas en decretos.
Sin cubrir canasta básica,
ni para medicamentos,
los llenaron de mentiras
poniendo a Evita de ejemplo.

“Total, los viejos no votan,
molestan cada vez menos”.
La Ansés se encuentra quebrada”
y argumentos así obscenos.
Pero para darle al “Fútbol”
millones contribuyeron,
y a licitaciones falsas
miles de millones fueron.

Mentira que no hubo plata,
la hubo para enriquecerlos,
la hubo para crear casinos,
para bingos, vicios, juegos.
Hicieron licitaciones
con dolo y fraude en sus pliegos,
y con turbios negociados
aplicaron el cohecho.

Que la corrupción mató
nadie lo niega y es cierto,
robarle a los jubilados
fue genocidio encubierto.
Que me escupan en la cara
si en este tema les miento,
sé que algunos van a odiarme
mas, lo que digo es sincero.

¡Se la robaron, paisano!
Pueda ser que ahora cambiemos,
honrando a los jubilados
que al país su vida dieron.
MaléfiKa los vetó
al ochenta y dos por ciento.
Pueda ser que ahora por fin,
les paguen lo que es de ellos.

Rubén Sada. 29-06-2016




27 de junio de 2016

A MÍ NO ME ENGAÑAN

Ellos han robado al pueblo la mejor década económica de la Rep. Argentina, porque el producto de las exportaciones fue usado para enriquecer las fortunas personales de unos pocos políticos y funcionarios corruptos y sus amigos empresarios. 

 “Porque cuando tengo que cantar verdades
las canto derecho nomás, a lo macho,
aunque esas verdades amuestren bicheras
ande naide creiba que hubiera gusanos.

¡Por eso en el pago me tienen idea!
¡Porque entre los ceibos estorba un quebracho!
¡Porque a todos ellos le han puesto ‘la marca’!
Y tienen envidia de verme orejano.

¿Y a mí qué me importa? ¡Soy chúcaro y libre!
¡No sigo a caudillos ni en leyes me atraco!
¡Y voy por los rumbos clareaos de mi antojo,
y a naides preciso pa’ ser mi baqueano!”

(Fragmento de “El orejano”, de Serafín J. García Correa, de su libro  "Tacuruses" - Editorial Claridad - Montevideo – Año 1941, registrado como canción en SADAIC - Año 1966).

A MÍ NO ME ENGAÑAN


A mí no me engañan
payasos de teatro
que mienten campañas
de un falaz “relato”.
“Relato-Mentira”
que al pasar los años,
desnudó sus almas
de pútrido charco.

A mí no me engañan
con su negro engaño,
porque diferencio
lo negro del blanco.
Yo sé lo que es bueno,
y sé qué es lo malo,
distingo al oscuro
de quien pinta claro. 

Sé quién es lumínico
y quién me da asco,
diferencio a un “prócer”
de quien fue un “avaro”.
Pintaron “mesías”
a un héroe de barro,
cayó su careta
y resultó un bellaco.

A mí no me engañan
los sátrapas falsos,
que en golpe a la patria
le causaron daño.
Sus pieles de oveja
los disfrazan mansos,
pero son chacales
de hocico afilado.

Por más que ellos recen
a Dios desde un palco,
por más que sus rostros
sonrían al diario,
si son de alma negra
y están disfrazados,
su esencia es la misma:
la del mismo diablo.

Juran la bandera,
mas, son mercenarios
con vanas promesas
y disfraz de gaucho,
y cuando tuvieron
la firma en sus manos
sus cuentas en Suiza
dinero ocultaron.

Cantaron el himno
con sagrado canto,
traicionando al pueblo
con atroz desfalco.
Juraron la Biblia,
con faz de “cristianos”,
con grandes rapiñas
y sangre en sus manos. 

Su vil objetivo,
fue engrosar los Bancos,
traficar con drogas,
coimas, peculados,
de inicuos terruños
importar sicarios,
mafiosos, ladrones,
terroristas, narcos.

Luego con chicanas
ante los estrados,
coimearon a jueces,
fiscales, jurados.
Y absolvieron leyes
desde sus palacios,
mientras el hambriento
murió asesinado.

Me creen estúpido,
idiota y tarado,
festejan que al pueblo
lo habrán engañado,
mas, yo soy simiente
de un pueblo sagrado,
millones que luchan
contra los tiranos.

Y no me intimida
su accionar macabro,
no les tengo miedo
ni seré su esclavo.
Aunque me silencien
con balas el cráneo,
yo, desde mi tumba
seguiré gritando:

“¡Que no los engañen!”
“¡Despierten, hermanos!”
¡Sacúdanse el polvo
del corrupto avaro!
A mí no me engañan
pues no son honrados:
¡Su “cetro” y su “oro”
los he sepultado!

Rubén Sada. 24/06/2016




26 de junio de 2016

MIS FLORES SON PARA TI

SON MIS FLORES PARA TI


Mi corazón te celebra,
y para ti van mis flores
de perfumados colores
entrelazados en hebra.
Mi alma a la tuya enhebra
con un ramo hermoseado,
del jardín las he juntado
entre armónicos gorjeos,
y en coro es el tintineo
del latir que ha palpitado.

Van mis flores más hermosas
para ti, mi amada Delia,
un ramito de camelia,
con clavel, fresias y rosas.
Mis ofrendas amorosas
en tus manos las entrego,
con felicidad, sosiego
y en la paz de este *VERANO,*
tomándote de la mano
vas encendiendo mi fuego.

Nos festejan campanitas
de un cerúleo tono azul,
y nos cubren con su tul
con besos que se dan cita.
Mi cuerpo en el tuyo habita
tallo y flor por siempre unidos,
regados y bendecidos,
y desde un abril de *OTOÑO*
brotaron cinco retoños
que completaron el nido.

Para ti, rosas eternas,
aun florecen en *INVIERNO,*
y adornan nuestro cuaderno
de historias bellas y tiernas.
Cuando me acerco a tus piernas
te veo reír jovial
como un coro celestial
se alza el torrente sanguíneo
y es tu perfil curvilíneo
de una mujer colosal.

La *PRIMAVERA* se apresta
y en armónico embeleso,
mi verso queda aquí impreso
y la vida es una fiesta.
Cada flor tendrá respuesta
de lo que siento y sentí,
porque tú eres para mí 
la flor más linda de aquellas,
y elijo aquí las más bellas:
*¡Son mis flores para ti!*

*Rubén Sada. 25/06/2016.*

6 de junio de 2016

A OLGA Y AL CIMARRÓN (Décimas en reconocimiento a Juan Carlos Gaffoglio y Olga Antognoli)


A OLGA Y AL CIMARRÓN

(Décimas en reconocimiento a Juan Carlos Gaffoglio y Olga Antognoli)


Va mi reconocimiento
como alguien que filosofa,
en esta sencilla estrofa,
sincera, ciento por ciento.
Son con todo el sentimiento
y el mistol de mi emoción,
nacidas del corazón
estas décimas fraternas
hacia el alma pura y tierna
¡de Olga y del Cimarrón!

Los dos son cultivadores
de fiel tradicionalismo
y del rosal del lirismo
florecieron sus amores.
Es que ambos son sembradores
con constancia y con tesón,
del cariño, en plantación,
y aseguro, mientras hablo,
que aparceros del vocablo
¡son Olga y el Cimarrón!

Son dos pájaros cantores
anidando en Ezpeleta,
con la dicha, como meta,
y trinos de ruiseñores.
Cuatro alas de trovadores
vuelan con la presunción
de perdurar en la unión
sin nada que los desvíe,
y la vida les sonríe:
¡a Olga y al Cimarrón!

 Juan Carlos, hombre de oficio,
“el poeta de la cuchara”,
se afirma como tacuara
en el canto vitalicio.
Con versos sin desperdicio,
prodigios de su expresión,
amalgama en construcción
cal, cemento y melodías
con ladrillos de poesía:
¡Así es el Cimarrón!

De ella fluye la Palabra
como el fluir del Río Volga,
ella es Antognoli Olga
y al cantar sus versos labra.
Cada vez que el aire se abra
y en él llegue su canción,
mil aplausos de aluvión
acudirán expeditos,
porque es un dúo bendito:
¡el de Olga y el Cimarrón!

En su conducta contemplo
la lealtad de los que sueñan,
y que cada día enseñan
el valor de un buen ejemplo.
Su matrimonio es un templo
de paz y de bendición,
este libro en gestación
lo hicieron con mucho empeño,
y hoy van “COMPARTIENDO SUEÑOS”:

¡son Olga y el Cimarrón!

Rubén Sada, 05 de junio de 2016, en La Plata.
Presentación del libro COMPARTIENDO SUEÑOS de Juan Carlos Gaffoglio y Olga Beatriz Antognoli


2 de junio de 2016

EL LIENZO DE LA VIDA (Soneto)

Velázquez - La Fábula de Aracne o Las Hilanderas (Museo del Prado, 1657-58)

EL LIENZO DE LA VIDA (Soneto)

Con el tipo de hilo en que se trencen
los tejidos del lienzo de tu vida,
podrán ser curación a tus heridas
bellas vivencias que a lucir comiencen.

Para vestir jornadas que compensen
las horas de aspereza ayer vividas,
no uses telas de férrea entretejida,
pues las más suaves y sedosas vencen.

Trenza con hilos de algodón y seda,
con linos blancos acaricia tu alma,
con suaves fibras que le brinden calma

a la armadura que a tu piel hospeda.
Desnúdate de tu áspera coraza
vistiendo días suaves como gasa.

©Rubén Sada – 2 de junio de 2016.



 

Con fecha 31 de agosto de 2018, el soneto "EL LIENZO DE LA VIDA" de Rubén Sada fue premiado para la convocatoria "El Diario De Los Poetas" en la sede del Senado Nacional de la Rep. Argentina.


Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

Invitame un café en cafecito.app