APÁGAME LAS LLAMAS
Soneto
alejandrino de rima cruzada.
Apágame la llama que quema y que se aviva
mirando tus pupilas que brillan de ilusión.
Me observas y enceguece mi alma, y se me activa
de flama y se me incendia el frágil corazón.
Extíngueme el siniestro con voz que me cautiva,
sofoca mis oídos con mieles y canción.
Rozando tus cabellos mi cuerpo se incentiva,
¡ahógame el incendio, pues muero de pasión!
Apágame las llamas, mi sangre está intranquila,
me hacés volar más alto que la Nube de Oort.
Tus besos me despiertan, tu forma me obnubila...
Sucumbo entre tus brazos a nuestra ‘petite mort’.
Me enciendo como antorcha, el fuego me aniquila...
¡Apágame las llamas! Me quemo con tu amor.
mirando tus pupilas que brillan de ilusión.
Me observas y enceguece mi alma, y se me activa
de flama y se me incendia el frágil corazón.
Extíngueme el siniestro con voz que me cautiva,
sofoca mis oídos con mieles y canción.
Rozando tus cabellos mi cuerpo se incentiva,
¡ahógame el incendio, pues muero de pasión!
Apágame las llamas, mi sangre está intranquila,
me hacés volar más alto que la Nube de Oort.
Tus besos me despiertan, tu forma me obnubila...
Sucumbo entre tus brazos a nuestra ‘petite mort’.
Me enciendo como antorcha, el fuego me aniquila...
¡Apágame las llamas! Me quemo con tu amor.
© Rubén Sada. 13/01/2013.