14 de enero de 2010

DURANTE EL APAGÓN


DURANTE EL APAGÓN
[1]
¿Qué podremos hacer mientras, mi amor,
qué se puede hacer si no hay tensión?
Si todo depende de la luz y la energía,
¿Qué vamos a hacer durante el apagón?
¿Qué se puede hacer cuando la luz se apague,
cuando el mundo enmudezca en su latir fugaz?
Si el sol se desvanece tras un velo de sombras,
¿cómo pintaremos sueños en la noche voraz?

[2]
No danzarán los discos en su giro de estrellas,
ni la música tejerá su abrazo al corazón.
El silencio, un ladrón de acordes y quimeras,
dejó mudo al hogar, sin su pulso y canción.
La pantalla, un cristal que ya no cuenta historias,
yace ciega, sin vida, en su frío sopor.
En esta noche negra, donde el día se pierde,
el barrio duerme envuelto en un manto de horror.

[ESTRIBILLO]
En la penumbra, donde la vela susurra,
te propongo, mi cielo, un ritual sin final:
que nuestros cuerpos dancen, al calor de su llama,
y con la luz de nuestra piel, solamente,
hagamos el amor.

[3]
Sin luz, el tiempo se quiebra en nuestro abrazo,
la noche es un lienzo que pintamos los dos.
Cada suspiro, un verso; cada roce, un milagro,
en la sombra, amor mío, el universo es tu voz.
Y ya no suena el timbre, ese grito insolente,
ni el teléfono osa romper nuestro edén.
En la quietud del mundo, sin su chispa tirana,
somos libres, amor, en un reino sin rey.

[ESTRIBILLO]
En la penumbra, donde la vela susurra,
te propongo, mi cielo, un ritual sin final:
que nuestros cuerpos dancen, al calor de su llama,
y con la luz de nuestra piel, solamente,
hagamos el amor.

[CODA]
Y que la noche nos guarde, en su manto sin fin,
bailando en la penumbra, hasta el alba, mi amor.

© Rubén Sada – 14-01-2010.






LOS REYES MAGOS (Por Héctor Gagliardi)


LOS REYES MAGOS

-"¡Si vos no te portás bien,
le digo a los Reyes Magos
que te dejen sin regalo
y te quedás sin el tren!"...
Es que mi vieja, también,
¡un poco se aprovechaba...
por que esa noche llegaban
los Tres Reyes de Belén!

La carta la había mandado
sin faltas de ortografía,
así los reyes veían
de que era un chico aplicado.
Hice todos los mandados,
me lavé hasta las orejas,
porque ese día mi vieja
me tenía acorralado.

La luna hacía brillar
el lustre de mis zapatos...
Y si ellos fueran chicatos
¿Quién les podía avisar?
Por eso al irme a acostar,
puse la almohada a los pies
y me acosté del revés
para poder vigilar...

¡Cuando más lo precisaba
me vengo a quedar dormido!
Me desperté a los maullidos
del gato de la encargada...
Ya entraba la madrugada
de un radiante seis de enero,
y un trencito, el más diquero,
del umbral me saludaba...

Lo habían dejado de frente
ya listo para marchar...
con él me iba a despertar
a mi madre alegremente.
¡Qué alegría que uno siente!
-explicarlo yo no puedo-
¡Unas ganas de ser bueno,
de ser bueno hasta la muerte!

Al que dejaron sin nada
fue al hijo de la de al lado...
¡Cómo se habrían olvidado!
Siempre “muy bueno” sacaba...
Con nosotros no jugaba
porque en seguida tosía,
y los reyes no sabían
que el padre no trabajaba...

Yo comprendí su dolor
cuando me vio con el tren:
Se acercó a mirarlo bien
y después lo acarició...
A mí me daba calor
de que me viera jugar
y en casa lo invité a entrar
y él también se divirtió...

¡Cuántos Reyes han pasado
por la puerta de mi vida,
y a mi alma dolorida
cuántas veces la he dejado
como un zapato gastado,
esperando a su Melchor,
que le dejara el amor
para un mundo envenenado!

Esta noche por los cielos
llegarán los Reyes Magos;
vendrán trayendo regalos
a los chicos que son buenos,
pero hay otros pibes buenos
en otro lado de la tierra,
que por culpa de una guerra...
¡no han de pasar los camellos!

Señor: yo aprendí a rezar
arrodillado con mi vieja,
si nunca te fui con quejas
hoy me tenés que escuchar:
¿Por qué tienen que pagar
esos pibes inocentes,
de que en el mundo haya gente
que sólo piensa en matar?

Ellos ¿qué saben de guerras?...
¡Ellos quieren Reyes Magos!
¡Y ellos, en vez de regalos
tienen un miedo que aterra!
Si vos pararas la guerra,
pasarían los camellos.
¡Yo te lo pido por ellos!
¡por los pibes de mi tierra!

Héctor Gagliardi 
(Poeta argentino)

12 de enero de 2010

EL AGUA (Por Héctor José Corredor Cuervo)



Foto: La falta de agua potable mata más que la guerra.
(Click para ampliar) Campaña de la ONU.


EL AGUA

Por Héctor José Corredor Cuervo

Ya las sombras de sed cubren la vida
y en la tierra se siente la agonía
en los seres que gastan sin medida
los bienes en su indigna travesía.

La faz  de la esfera esta cuarteada
y en su seno se mira la erosión
porque el agua se fue de la cañada
entre heridas causadas por bufón.

Grandes ríos  están contaminados
por la ignorancia o por la indiferencia
de gobiernos que viven encumbrados
entre sórdidas luces de inconsciencia.

A las aguas del mar ya no van ríos
sino restos de cuerpos con toxinas
que flotan cual si fueran los navíos
por culpa de las mentes asesinas.

El agua  que brotaba en manantiales
se fue al negocio de unos avarientos
que la venden carísima a mortales
mientras mueren de sed sin alimentos.

La aguas de grandes lagos y  lagunas,
que calmaban la sed  a poblaciones,
se fueron  sin razón  entre las brumas
o  viajaron  en arcas de ladrones.


En desiertos ya vuelan ilusiones
buscando  agua para la sed calmar
en  entrañas de jóvenes naciones
que abren puertas y que la pueden dar

¿Hasta cuando será la indiferencia
de seres, en un mundo sin frontera,
que no saben que toda la existencia
se basa en agua pura de la tierra?









A la patria no le pido nada, tan solo quiero seguirle sirviendo con honor y honestidad hasta la muerte 








Héctor José Corredor Cuervo

Presidente Nacional de Sipea Iberoamericana en Colombia
Cónsul General de Poetas del Mundo en Colombia.
Vicepresidente Honorario de la Fundación Algo por Colombia.
Asesor del Consejo Consultivo Mundial de la Unión Hispanoamericana de Escritores -UHE

Delegado de la Unión Brasileña de Trovadores  en Colombia -UBT



Miembro de la Red Mundial de Escritores en Español - REMES



Miembro de la Sociedad Internacional de Escritores  - SOINES



Miembro de la Sociedad Internacional de Escritores - SIE.



Miembro del Centro Poético Colombiano






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PICAZÓN (MICRORELATO EN 200PALABRAS EXACTAS)


PICAZÓN
Cuando me atravesaron los siete disparos de esa ametralladora, sentí una picazón, un escozor en toda la piel, un calor en mi pecho, un fuego abrasador que laceraba mi alma. 
Sentí que me explotó el corazón. 

En solo unos segundos recorrí toda mi vida, mi historia, desde los días de mi niñez en adelante. Mi adolescencia, mi primer amor, mi noviazgo, mi matrimonio, el nacimiento de mis cinco hijos, la muerte de mis padres, todo pasó como una película de tono sepia a alta velocidad y en solo unos segundos, por mis dilatadas pupilas. 

Pero ya no había tiempo para vivirlo. Ya era tarde. Jamás podría volver atrás. Y en un instante me vi atravesando con dificultad ese furioso mar, para tratar de llegar… 

¿Llegar adónde? No sé. La fuerza me empujaba a entrar en lo que parecía ser un templo subterráneo, por una puerta oculta que solo pocos llegaban a descubrir. 

La puerta me esperaba, me llamaba, me atraía. No podía resistirme, yo no quería entrar allí, pero sentí cómo la puerta me atrajo hacia el interior. Ya estaba sin fuerzas, me dejé llevar por ella, ya no pude escapar del destino…

Me lo tengo merecido, por hablar.

Autor: Rubén Sada. (Para "Relato en 200 palabras" del Foro SABOR ARTÍSTICO.)



11 de enero de 2010

SUEÑOS TRUNCADOS



SUEÑOS TRUNCADOS


Tantos sueños se truncaron,
y un porvenir abortado.
Tanto presente tan loco,
tantos planes desplazados.

Tantos porqués sin respuesta
hubo en la noche funesta.
Tanta velocidad en tu carrera…
¿Para qué? ¿Por llegar a la meta?

Tanto alcohol hubo en tus venas,
creyendo así ahogar las penas.
Otra mujer va a enviudar,
y huérfanos que esperan al papá.

Y se paró el tiempo en tus manos.
Se esfumó el aliento en tus labios.
Se nubló el sol en tus párpados,
y a tu pie paralizó el cansancio.

Ahora sí descansarás…

Ya está cerca. Toca un bocinazo el Volvo.
En el cruce "otro más que muerde el polvo". (1)
Estaban ciegos o daltónicos tus ojos…
por eso pasaste semáforos rojos.

Rubén Sada. ‎5 de ‎enero‎ de ‎2010.


_______________
(1) Frase perteneciente al músico Freddie Mercury, tomada de su canción “Another one bites the dust”.

8 de enero de 2010

ASFIXIANTE CODICIA


ASFIXIANTE CODICIA


Hoy las mentes, parece que padecen
de una inexorable anorexia,
pues va adelgazando la conciencia,
y con la ciencia no se cura la codicia.

¡Qué bella es nuestra casa en la galaxia,
y la estamos ahogando en cruel asfixia!
Se rechaza la clásica ortodoxia
en temas importantes como el clima.

La Tierra, casa nuestra, confortable,
padeciendo está, de algo incurable:
Un sistema regido por el dólar,
y la codicia y egoísmo miserables.

El aire, ese gas indispensable
lo fabrican los generosos árboles,
mas su tala es injustificable,
y el deterioro del clima es imparable.

Reforestar es tarea indispensable,
para que el mundo quede inalterable.
La codicia hace al planeta inhabitable,
produciendo un daño irreparable.

El dólar no podrá crear más aire,
ni lo purificará si éste envicia.
Y el hombre será hallado culpable
si no erradica la asfixiante codicia.


Rubén Sada, 08-10-2010

3 de enero de 2010

EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO


EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO


En algún lugar del mundo
hay alguien que nos espera.
En algún lugar del mundo
alguien por nosotros vela.


En este largo camino
es el amor una estrella,
una guía luminosa
encendida por la idea
que brilla en los corazones
de la humanidad entera.


En este largo camino
muchas voces nos alientan.
Entre esas voces hay una
-la de alguien que nos espera-
que dice un nombre en silencio
como si ese nombre fuera
la clave de la esperanza
la razón de su existencia
un golpe de viento nuevo
que disipa la tristeza
el ayer siempre presente
y ese futuro anhela.


Si pensaste alguna vez
en darte en luz a la tierra,
en volcar en tus palabras
tus sueños y tus quimeras,
para llevar a los hombres
la palabra verdadera.


Si queda en tu corazón
lumbre de la primavera,
una chispa bastará
para ahuyentar las tinieblas,
para encender en los ojos
de las niñas las estrellas,
para que sea tu voz
un canto a la vida plena.


Entonces, si tienes sangre
galopando por tus venas,
si están parados tus huesos
sobre el dolor de la tierra
y sientes subir por ellos
toda la amarga condena
de mil siglos de opresión
de rebeliones y penas.


Si quieres llamar hermano
a aquel que a tu lado sueña,
y que las rosas que otros
hicieron nacer no mueran.
Para que al gritar ¡Presente!
esté viva su presencia.


Si sabes que hay un camino
que abrimos con nuestras huellas
que trazamos todos juntos,
coco a codo hacia la meta,
que es la libertad del hombre,
que es un mundo sin fronteras,
guiados por las palabras
de aquel que orientó la senda;
entonces nunca permitas
que el desaliento te venza,
ni que arrastren sus pies
muertos como muerte lenta,
ni pienses volver atrás
porque atrás ya nada queda;
sólo un mundo carcomido
que se disuelve en la niebla.


Si tomaste ese camino
que te dictó tu conciencia
no puedes retroceder
ni detenerte siquiera
una fracción de segundo
para volver la cabeza.

 

Quienes lo hicieron quedaron
plantados junto a la huella
vueltos estatuas de sal,
heridos por la tristeza,
olvidados de la historia,
con la angustia que les quema
los ojos y el corazón.


Por eso, no te detengas,
no destruyas la esperanza
de quien confía y espera,
de quien te nombra en silencio,
de quien te escribe y te piensa,
de quien te piensa y te escribe:


“Aquí estoy yo, soy el mismo
el que siempre te recuerda.
Durante el más crudo invierno
descubrí la primavera.
Estaban los cielos grises
cerrando todas las puertas
herían el aire quieto
estertores de sirenas,
mientras funestos carruajes
cruzaban las calles yertas
-silencio, terror, angustia-
agitando su carrera
en remolinos de espanto,
las últimas hojas secas.


Yo estaba lejos entonces
pero me sentí tan cerca,
que una rosa dolorida
ardió en mi mano derecha.
Pero me guardé las lágrimas
y me mordí la tristeza,
y sentí que me crecía
por dentro toda la fuerza
que en tantos encuentros fugaces,
en tantas frases apenas,
tu corazón le da al mío
tu valor a mi flaqueza,
poniendo a mi convicción
la fe que mueve las piedras.


Por eso puedo esperar:
esperé tres años, treinta,
trescientos esperaría.
Guardo intacta tu sonrisa
y mi caricia más tierna,
y también guardo en mi almohada
lugar para tu cabeza.
Todo lo tengo presente:
tus sueños y tus ideas,
tus ansias y tus proyectos:
quiero que mi mano sea
en las buenas y en las malas,
de tu mano compañera.


Quiero seguir a tu lado
por el camino que lleva
a la libertad de todos,
a la paz sobre la tierra,
al amor que en tu recuerdo
enciende su clara estrella.
Para decir lo que digo
desde el tiempo de mi espera
me basta con las palabras
que en el pulso me golpean
¡¡Te quiero, te necesito!!
Sólo así, sólo con ellas,
mi corazón tiene alas
y al lado del tuyo vuela”.


A vos, como a mí y a todos,
hay alguien que nos espera.
Una voz que es muchas voces
nos enciende y nos alienta.
Por eso avanzamos juntos,
por eso ninguno tiembla,
por eso tenemos claro
que hay que llegar a esa meta
que es la libertad, hermana,
por el amor, y por ella.

* De autor desconocido, la única referencia es U9 La Plata, Nov ‘78.

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